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TERRORISMO

La Audiencia impone la primera condena al etarra Santi Potros

El ex dirigente de la organización terrorista, sentenciado a 99 años de cárcel por un atentado contra la Guardia Civil

La Audiencia Nacional ha condenado hoy al ex dirigente de ETA, Santiago Arrospide, Santi Potros, a 99 años de prisión por un atentado contra la Dirección General de la Guardia Civil en Madrid en 1987 en la primera sentencia dictada contra él desde que fue extraditado por Francia en diciembre de 2000.

En su resolución, la sección segunda de la sala de lo penal de este tribunal considera probado que, en la época inmediatamente anterior a los hechos, ETA contaba entre sus dirigentes a Arrospide, quien "planificó un ataque" contra la sede del Instituto Armado e "ideó" emplear en la acción un coche-bomba, cuya explosión causó la muerte de una mujer y heridas a otras personas.

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Para ello decidió utilizar un Opel Record sustraído por dos miembros del comando robacoches de ETA ya condenados y confeccionó personalmente, en una máquina de escribir, documentación falsa "para conseguir que el 'coche-bomba' circulara legalmente por Madrid".

Posteriormente, el vehículo, "a indicación del acusado", fue empleado por otro responsable etarra, Francisco Mujika Garmendia, "Pakito", cuando éste se hizo cargo de la dirección del denominado "comando francés", "comando itinerante" o "comando Argala" de la banda terrorista, integrado por Henri Parot, Jean Parot, Jacques Esnal y Frederick Haramboure.

'Comando' operativo desde 1979

La existencia y composición de ese grupo, que venía operando en toda España desde 1979 y había llevado a cabo atentados mortales en Guipúzcoa, Barcelona, Madrid, Zaragoza, Sevilla, Granada y Murcia, estaba exclusivamente reservado a los máximos dirigentes de la organización.

Mujika se reunió en 1987 con Parot y Esnal en el sur de Francia y que les ordenó trasladarse a Madrid y colocar sendos coches-bomba en tres edificios: el Cuartel General de la Armada, el Cuartel General del Ejército del Aire y la Dirección General de la Guardia Civil.

Los terroristas trasladaron el explosivo a Madrid en dos vehículos y aparcaron uno de ellos, cargado con entre 15 y 20 kilos de amonal, a unos 25 metros de la Dirección General de la Guardia Civil.

La explosión, ocurrida a las 5.25 horas del 17 de mayo de 1987, causó la muerte instantánea de Carmen Pascual Carrillo, que ocupaba un automóvil parado en un semáforo cercano, y heridas a otras personas.

El testimonio de Odriozola

El tribunal basa su condena en la declaración judicial del etarra Pedro Juan Odriozola, miembro del comando robacoches, quien reconoció a Arrospide como su responsable tras la detención de Juan Lorenzo Lasa Mitxelena, Txikierdi.

"Dado que consta en autos que la detención del acusado en Francia fue en septiembre de 1987, de esta declaración deriva necesariamente que el acusado era en la fecha de la planificación de los hechos el responsable en Francia de los comandos operativos en España y en concreto su participación en los hechos que constan en el relato fáctico", asegura la sentencia.

Además, una prueba pericial realizada sobre la documentación falsa del coche bomba determinó que ésta se había realizado "con dos máquinas de escribir con las que se confeccionaron otros documentos que le fueron intervenidos al acusado con motivo de su detención en Francia".

"Tal ánimo de matar y circunstancia de cualificación es aplicable al acusado, que al encargar y proporcionar los medios quiso el resultado que se pudiera producir", ha concluido el tribunal.

La sentencia condena a Santi Potros a 27 años de prisión por el asesinato de Carmen Pascual y a 18 años por cada uno de los cuatro delitos de asesinato frustrado, y le obliga a indemnizar a los familiares de la primera con 120.202 euros y 42 céntimos (veinte millones de pesetas) y con cantidades menores a los heridos.

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