6 fotosBailar bajo ‘La última cena’Virgilio Sieni crea un espectáculo de danza contemporánea experimental bajo pinturas de Andrea del Castagno y de Domenico GhirlandaioRoger SalasFlorencia - 19 jul 2015 - 18:56CESTWhatsappFacebookTwitterLinkedinBlueskyCopiar enlaceBajo el título genérico de 'Grande Adagio Popolare', los 'Éxodos del 1 al 6' tratan el drama de las migraciones y la dura realidad del mar Mediterráneo. Una coral acompaña ocasionalmente a los gestos coreografiados y gran parte se la acción se alimenta sonoramente de las voces y las palmas de los actuantes.Ela Bialkowska (OKNOstudio)Bajo pinturas de Andrea del Castagno (Cenacolo de Sant’Apolonia), Domenico Ghirlandaio (Cenacolo de Ognissanti), el de Santa Croce (con frescos de Taddeo Gaddi) o el de San Salvi (con las pinturas de Andrea del Sarto) ocurren unas impactantes escenas entre la danza y el rito civil. Niños, adolescentes, gente común, un coro de ancianos jubilados: todos caben en la experiencia de transmitir desde solidaridad hasta desamparo.Ela Bialkowska (OKNOstudio)Las escenificaciones del 'Grande Adagio Popolare' de Virgilio Sieni son conmovedoras, lentas y rituales. Hablan de los emigrantes. Los actuantes llevan mantas sobre los hombros o esos metalizados térmicos que se usan también en las ambulancias y para cubrir a los accidentados. Las mantas, vulgares, se convierten hábitos, figuradas túnicas o capuchas de mendicantes.Ela Bialkowska (OKNOstudio)Una línea blanca en el suelo, en todos los casos, delimita el baile del público, que es invitado a moverse fuera del perímetro acotado como escenario. Es allí dentro donde sucede la acción a veces separada en grupos que no sobrepasan la docena. Lo que pasa en todos los 'Cenacoli' es distinto, pero está muy estrechamente vinculado, diríase que hay una secuencia única y última, de ideario, que recorre toda la propuesta.Ela Bialkowska (OKNOstudio)Al fondo de cada una de estas escenas de danza, la pintura memorial de 'La última cena' juega un papel más ideológico que escenográfico. Con la memorización en el espectador de las secuencias de caídas y recuperaciones, los movimientos de grupo en un obstinado deambular que no lleva a otro sitio que a la propia observación, terminan por tensar el ambiente, darle gravedad, a entender que somos parte de ese éxodo dramático y global.Ela Bialkowska (OKNOstudio)