16 fotosMozambique: campo de batalla contra la malariaEl plan de erradicación puede ser el ejemplo que la ciencia y la comunidad internacional necesitan para plantarle definitivamente cara a un mal que en 2015 mató a 438.000 personas y produjo 214 millones de casos nuevosLuis SevillanoMozambique - 25 ene 2016 - 19:55CETWhatsappFacebookTwitterLinkedinBlueskyCopiar enlaceLos medicamentos contra la malaria reducen la mortalidad, pero no existe un tratamiento perfecto. En el plan de choque que se experimenta en Magude se mezclan fármacos, mosquiteras y fumigaciones para tratar de erradicar la enfermedad.La malaria es una de las principales enfermedades a las que se enfrentan en los hospitales y centros de salud de Mozambique. En Magude, la incidencia es del 9%, mientras que en otros distritos del norte supera el 50%. Esta es la tasa de portadores del plasmodium, el parásito que causa la dolencia, pero no todos ellos desarrollan los síntomas. Este niño sí los manifestaba.LUIS SEVILLANOLa iniciativa de eliminación de la malaria desplegó el pasado noviembre cientos de trabajadores por Magude repartiendo medicamentos que no solo eliminan al parásito del cuerpo, sino que también tienen una acción profiláctica durante cuatro o cinco semanas. La segunda fase del tratamiento comienza ahora. La idea es liberar la sangre de los vecinos del plasmodium, de forma que el mosquito que lo propaga con sus picaduras no tenga parásito que contagiar.LUIS SEVILLANOLa epidemióloga Beatriz Galatas es una de las investigadoras que está implementando el plan para eliminar la malaria en Magude. Supervisa que se distribuyan los medicamentos entre la población de forma adecuada.LUIS SEVILLANOTras la primera fase del reparto de medicamentos antimaláricos, los trabajadores del plan para erradicar la enfermedad revisitaron cada una de las casas para preguntar cuántos miembros de cada familia los habían tomado. Se calcula que lo hicieron el 80% de los 51.000 habitantes de Magude. Entre los que no se medicaron, la principal razón fue no estar localizables.LUIS SEVILLANOEste pequeño estanque en Magude sirve para que los niños se refresquen y sobrelleven las altas temperaturas del verano austral. Sin embargo, las zonas húmedas también son las más peligrosas con respecto al contagio de la malaria, ya que los mosquitos suelen reproducirse alrededor del agua.LUIS SEVILLANOEl único hospital de Magude, que más bien es un ambulatorio, ha registrado un tremendo descenso en las afecciones de malaria desde que se puso en marcha el plan de erradicación. Si en la primera semana de diciembre de 2014 registró 117 casos, en este, tras la primera fase de reparto de fármacos, en la misma semana de 2015, fueron solamente 15.LUIS SEVILLANOEl mosquito anopheles es el vector que, con su picadura, lleva el parásito de unas personas a otras produciendo los contagios. El plan incluye fumigaciones para acabar con el mayor número posible de ellos en los domicilios y la caza de ejemplares para analizarlos y comprobar si portan o no al plasmodium.LUIS SEVILLANOUno de los métodos de captura de los mosquitos consiste en ir a las casas y buscar al insecto a primera hora de la mañana, cuando está durmiendo en las paredes.LUIS SEVILLANOCuando localizan a los insectos, los operarios los succionan con la boca mediante un tubo de plástico que tiene un tope, para no tragárselos, y los almacenan en pequeñas cajas para su posterior análisis en el laboratorio. Celso Munguambe y Lucía Fernández forman parte del equipo de entomología del proyecto.Las casas, normalmente de caña o madera y adobe son perfectas para los mosquitos, que prefieren posarse en superfíes húmedas.LUIS SEVILLANOLa otra táctica para recolectar mosquitos y comprobar si están infectados es colocar trampas en las casas. Tienen una luz que atrae a los insectos y un pequeño aspirador que los lleva a una caja de la que no pueden salir.LUIS SEVILLANOCelso Munguambe, uno de los trabajadores del equipo de entomología, es el encargado de custodiar a los mosquitos. Los que se recolectan son analizados y hay otros, libres de la infección, que se usan para hacer experimentos y conocer su respuesta a los insecticidas. Para criarlos hay que alimentarles con sangre humana, algo de lo que también se encarga soportando las picaduras. Aunque cada vez que los alimenta recibe decenas de ellas, asegura que no le duelen lo más mínimo.LUIS SEVILLANOPara suministrar medicamentos a 50.000 personas se hizo un enorme pedido que se conserva en un almacen fresco de Centro de Investigación en Salud de Manhiça, que con el apoyo de ISGlobal se encarga de implementar el plan.LUIS SEVILLANOMagude es un distrito tremendamente rural, donde la mayoría de sus habitantes vive de la agricultura de subsistencia.LUIS SEVILLANOEste pozo de Magude provee a agua a una población dispersa que tiene que andar hasta tres horas para conseguirla.LUIS SEVILLANO