El Constitucional belga da la razón a la supuesta hija de Alberto II
Delphine Boël podrá seguir adelante con el proceso para demostrar su parentesco con el anterior jefe del Estado belga, padre del actual rey Felipe
Delphine Boël, la supuesta hija ilegítima del rey Alberto II, podrá seguir adelante con su demanda de paternidad contra el anterior jefe del Estado belga, padre del actual rey Felipe. El Tribunal Constitucional dictaminó este miércoles que el derecho de una persona a conocer la identidad de su padre biológico prima sobre la seguridad jurídica de los lazos familiares existentes, según informa la prensa belga.
La artista, que hoy tiene 48 años, ve así reconocido su derecho a esclarecer los hechos en uno de los episodios más turbios de la realeza belga: la relación que mantuvo durante 18 años el monarca con la aristócrata Sybille de Sélys-Longchamps. Fruto de esa relación nació, presumiblemente, Delphine Boël, que llevó a Alberto II a los tribunales poco antes de que este abdicara en su hijo, en julio de 2013.
El Constitucional se ha pronunciado porque el juzgado de primera instancia de Bruselas que instruye el caso elevó, en noviembre de 2014, dos cuestiones prejudiciales a la máxima autoridad. La ley belga establece un límite para reclamar la paternidad que coincidiría con los 22 años de Boël, por lo que el juez preguntaba si este caso estaba prescrito. El máximo órgano judicial concluye que esa norma es contraria a la Constitución.
La segunda duda del tribunal de Bruselas versaba sobre lo que la ley belga denomina posesión de Estado, es decir, el hecho de que la persona que reclama la paternidad haya tenido lazos afectivos y socioeconómicos con un padre, como fue el caso de Delphine. Su apellido, Boël, es el del marido de su madre, Jacques Boël, que se comportó -en casa y legalmente- como su verdadero padre. El Constitucional considera que también esta norma es contraria a la Carta Magna.
Pruebas de ADN
Esas conclusiones permiten a Boël continuar el procedimiento de paternidad. El primer juicio se produjo en septiembre de 2014, cuando Alberto II ya no reinaba. Como paso previo a esta demanda, la supuesta hija ilegítima había abierto otro proceso judicial para demostrar que Jacques Boël, su padre legal, no era en realidad su padre biológico, algo que quedó refrendado con pruebas de ADN.
Boël explicó que entabló todo ese proceso porque se siente discriminada como presunta hija de Alberto II. El abogado de la afectada, Marc Uyttendaele, aseguró que Boël "continuará el procedimiento" y que su clienta observa que "la búsqueda de la paternidad no está sometida a ninguna otra condición aparte de la prueba de la existencia de un lazo biológico entre una hija y su padre", informó Belga.
Por su parte, Alain Berenboom, abogado de Alberto II -quien mantiene el título de rey aunque ya no ejerce-, señaló que el Tribunal de Primera Instancia de Bruselas deberá decidir ahora si la petición de Boël, que es admisible, está bien fundada.
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