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Unas pestañas demasiado largas son malas para el ojo. Contrólese con la máscara

Si hay una fiesta idónea para dar rienda suelta al maquillaje es Nochevieja. Esto es lo que la ciencia dice de los cosméticos

El mercado de la cosmética se recupera tras ocho años de caída. En España la subida comenzó a finales del pasado año y se reafirmó en los primeros meses de 2016, según datos de NDP, consultora de estudios de mercado y paneles de consumidores. El año pasado, las ventas alcanzaron 230 millones de euros. El maquillaje del rostro supone el 50% de esta cifra, seguido por el de labios y el de ojos, con un 20% cada uno. Ahora que nos hemos reconciliado con la cosmética de color, veamos qué enseña la ciencia sobre cómo utilizarla en nuestro propio beneficio.

1. Si solo va a invertir en un cosmético, que sea una base

Unifica la piel, camufla imperfecciones y otorga simetría al rostro. Son algunos de los objetivos que consigue una base de maquillaje (bien aplicada). En definitiva, da a nuestro rostro un aspecto saludable. “Más allá del color que el fondo de maquillaje aporta a la piel, lo que hace un rostro más atractivo a los demás es la textura y la uniformidad que se consigue con él”. Estos datos se extraen de un estudio publicado en International Journal of Cosmetics Science, que buscaba indagar acerca de si los cosméticos (en este caso, el maquillaje) mejoraban el atractivo facial femenino y, en el caso de que así fuera, determinar si lo hacían por separado y en qué medida. Seleccionaron a 10 mujeres y un profesional las maquilló y fotografió bajo cuatro premisas: 1. Solo con base de maquillaje; 2. Solo barra de labios; 3. Solo sombra de ojos y 4. Maquillaje completo. Además, también posaron con el rostro natural, sin maquillaje de ningún tipo. El público que vio esas fotos, formado por hombres y mujeres, debía valorar en qué imagen estaban más atractivas. Todos coincidieron en que sin maquillar estaban menos favorecidas. Al margen de esto, los hombres, claramente, entronaron a la base de maquillaje como el cosmético más “embellecedor”, seguido de la sombra de ojos. Les gustaba la textura de la piel y la uniformidad que aportaba. Además, afirmaban que tenían un aspecto más sano en cuanto se aplicaban la base.

2. Para aumentar su poder, píntese los labios de rojo

¿Sabía que un chico se acerca cinco minutos antes a una chica con los labios pintados de rojo que de rosa? Si el labial elegido es marrón, el contacto se retrasa casi dos minutos más de media, y si la mujer no lleva los labios maquillados el hombre se lo piensa otros dos. Estos datos se desprenden de un estudio publicado en International Journal of Psychological Studies. Para realizarlo se llevó a cabo un experimento en un famoso bar de la costa atlántica francesa. Una mujer acudía sola los miércoles y los sábados (una hora) y cada día se maquillaba los labios de diferente color. Cuando los llevaba rojos, aproximadamente en unos 19 minutos un hombre se acercaba a ella para entablar conversación; si el color de labios variaba, el tiempo de espera se alargaba.

Investigadores de la Universidad de Rochester (EE UU), por su parte, demostraron que los hombres consideraban más atractivas a las mujeres que usaban ropa roja. Y esto no solo se aplicaba a la vestimenta: el carmesí en los labios también tiene el mismo efecto. Para defender esta teoría, un grupo de científicos de la Universidad de Bretaña Sur, en Francia, hizo una prueba con siete camareras. Las chicas se pintaron los labios de rojo, de rosa y en tono nude. Las que conseguían más propina siempre eran las camareras con los labios bermellón.

Por su parte, los doctores Stephen y McKeegan, del departamento de Psicología Experimental de la Universidad de Bristol (Reino Unido), también llegaron a la conclusión de que cuanto mayor es la diferencia de color entre la piel del rostro y la del labio, más atractiva resulta una mujer. Afirman que “los labios rojos han sido considerados atractivos en culturas geográfica y temporalmente diversas, posiblemente porque imitan la vasodilatación asociada con el deseo sexual”.

3. Si quiere impresionar a una mujer, maquíllese los ojos

Más allá de si sienten o no atracción sexual, las mujeres también se fijan en el maquillaje femenino, pero no del mismo modo que ellos. Como ya se ha señalado, a los hombres les atrae más una piel uniforme y un rostro simétrico; y a ellas, unos ojos bien maquillados. La mujer, cuando mira a otra mujer, se fija en qué rasgos la rejuvenecen. Y uno de los más típicos es tener unos ojos grandes, algo a lo que un acertado maquillaje contribuye. Este dato se extrae de un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Buckinghamshire (Reino Unido).

Un maquillaje excesivo genera rechazo en terceros: rebájelo un 40%. Un estudio publicado en Quarterly Journal of Experimental Psychology determinó que los hombres encuentran más atractivas a las mujeres más naturales y sin exceso de maquillaje o que, aun llevándolo, no se note. Un equipo de científicos de la Universidad de Bangor, en Reino Unido, se propuso investigar si realmente el maquillaje hace más guapa a la mujer ante los ojos de quien observa. Para ello, los investigadores fotografiaron a varias voluntarias antes, durante y después de maquillarse para salir por la noche, y mostraron las distintas imágenes a un grupo de observadores compuesto tanto por varones como por féminas. Se les pidió que escogieran de entre las tres imágenes de cada una de las chicas, la que les parecía más atractiva y la que creían que lo sería para el resto. Ambos sexos coincidieron en que las mujeres resultaban más guapas con un 40% menos de maquillaje (pero nunca completamente desmaquilladas). Sin embargo, casi todos creían que el resto de participantes iba a escoger como más agradables los rostros supermaquillados. Este estudio pone de manifiesto, aparte del rechazo a un maquillaje excesivo, la falsa percepción sobre el canon de belleza, ya que todos pensaban que su elección sería excepcional. ¿Qué conclusión extrajeron los investigadores? Que pensamos erróneamente que cuanto más artificial sea nuestro aspecto más gustaremos a los demás, aunque no sea el que más nos agrade a nosotros mismos.

4. Identifique el maquillaje masculino: va agarrado a su muñeca

Los cosméticos (bien usados) ayudan a la mujer a crear una percepción social más favorable de sí misma. Diversos estudios han demostrado que las que van maquilladas parecen más saludables e, incluso, tienen mayores ganancias que las que no lo usan. Entonces, ¿por qué ellos no lo usan? David Buss, catedrático de Psicología Social en la Universidad de Texas, experto en Psicología Evolucionista y famoso por sus estudios sobre las diferencias entre hombres y mujeres, lo explica así de claro: “El hecho de que históricamente los hombres no se maquillen no es porque no quieren que los demás los vean atractivos, sino porque prefieren otros recursos para persuadir, como la fuerza o la riqueza”. Un buen reloj sería el equivalente masculino al maquillaje, según el experto.

5. No infravalore el poder de un buen colorete: se extiende al reino animal

Según publicaron los psicólogos Andrew J. Elliot y Daniela Niesta en Journal of Personality and Social Psycology, la mujer tiene la piel del rostro más ruborizada cuando está ovulando, es decir, en la etapa más fértil del ciclo. Este hecho predispone biológicamente al varón y llama su atención. En el mundo animal, explican los psicólogos, los chimpancés y monos beduinos, por ejemplo, se acercan a la hembras cuando tienen los genitales de color rojo, que es cuando están sexualmente más activas y fértiles. Los investigadores británicos no nos están llamando monos, pero encuentran en este hecho una explicación al agrado que siente un hombre por una mujer con las mejillas rosadas.

6. La distancia desde la que nos observan influye en la percepción del eyeliner: si es actriz de teatro, dele duro

En 2011, Procter & Gamble publicó los resultados de un experimento relacionado con el impacto del color en la percepción del rostro. Se compararon las fotos de diferentes chicas con tres tipos de maquillaje que iban subiendo de intensidad: desde natural hasta muy glamuroso (este último, exageraba mucho el maquillaje de ojos). Cuando los participantes (hombres y mujeres) las observaban de lejos, las fotos de los rostros más maquillados recibieron mejores calificaciones: fueron considerados más atractivos y personas más competentes. Pero cuando se miraban de cerca, y con detenimiento, los resultados variaron ligeramente y los observadores afirmaron que preferían a las personas que mostraban un maquillaje menos marcado, pero siempre por encima de las que iban prácticamente sin maquillar. Así que, si la idea es subirse a un escenario o ser contemplada desde lejos, unos ojos muy maquillados ayudarán a transmitir una imagen más potente. Sin embargo, en las distancias cortas, según este estudio (en el que participó la Universidad de Harvard), conviene ser más comedido.

7. Unas pestañas muy largas (o muy cortas) podrían dañar los ojos: calcule la medida perfecta

El maquillaje de los ojos supone un 20% de los ingresos del mercado de la cosmética de color en España, según NDP. De hecho, según un informe de esta misma consultora, la venta de máscaras de pestañas movió, en 2015, más de 20 millones de euros. Este boom por maquillarlas no viene solo; los tratamientos de extensión y tinte permanente se han disparado durante los últimos años. La maquilladora María Moreno opina: “Con las extensiones de pestañas, los resultados realmente son apreciables y el precio no es elevado. Si alguien se va a someter a un tratamiento estético para cambiar algo del rostro se lo piensa más, porque es más caro y más invasivo, pero ponerse pestañas agranda el ojo sin pinchazos ni cortes”.

Ojo: aquí la ciencia también se manifiesta. Según un estudio publicado por investigadores del Instituto de Tecnología de Georgia, publicado en Journal of the Royal Society Interface en 2015, existe una longitud idónea para las pestañas: un tercio del ancho del ojo. Y ocurre en todos los mamíferos. “Forman una barrera para controlar el flujo de aire y la tasa de evaporación en la superficie de la córnea. Así, cuando son más cortas que ese tercio tienen un efecto muy débil sobre el aire. Y, si son más largas, introducen [al moverse] demasiado aire y partículas de polvo dentro del ojo”, explica Guillermo J. Amador, uno de los autores de la investigación. Moraleja: aléjese del efecto Kardashian.

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