11 fotosEl pezón de Janet Jackson y otros momentazos de la Super BowlSobrecargas de pirotecnia, hits por doquier y una buena dosis de polémica. Mañana le toca el turno a Lady Gaga, ¿aprovechará para meterse con Trump?Sergio del Amo04 feb 2017 - 17:48CETWhatsappFacebookTwitterLinkedinBlueskyCopiar enlaceLady Gaga tendrá el difícil cometido de entretener a los amantes del fútbol americano en el medio tiempo de la Super Bowl. El repertorio que cantará sigue siendo un misterio, al igual que si aprovechará la ocasión para lanzar alguna 'puyita' a Donald Trump. Pero, sea como fuere, el evento deportivo más seguido año tras año por televisión casi nunca defrauda y nos deja para el recuerdo actuaciones antológicas sobrecargadas de pirotecnia, hits por doquier y las justas dosis de polémica. El show está a punto de empezar. Por ello, hemos destacado nueve actuaciones de los últimos años para enmarcar, y un último para ignorar.En aquel año poco importó al mundo que Nelly, Jessica Simpson, Puff Daddy o Kid Rock actuasen: el pezón derecho de Janet Jackson acaparó todos los titulares. La versión oficial dice que fue un de error de vestuario el que provocó que la mano de Justin Timberlake destapara más de la cuenta el seno de la artista, pero lo surrealista del asunto es cómo la opinión pública más puritana y ultraconservadora de Estados Unidos se cebó con Janet. De la noche a la mañana la convirtieron en una paria social, en una lasciva apestada del show business que había que alejar como fuese del ojo mediático. Y vaya si lo fue… Desde entonces la pobre no levanta cabeza y numerosos medios de comunicación (con MTV a la cabeza) le han ninguneado hasta el mayor de los ostracismos. Eso sí, a Timberlake nadie le dijo ni pío y ha seguido con su carrera con total normalidad. El nipplegate instauró los cinco segundos de retraso en las retransmisiones en directo y volvió a evidenciar que la superpotencia mundial debería follar más y poner el grito en el cielo por asuntos más relevantes que un simple pezón moreno.Si alguien daba sentido a la pirotecnia y los despliegues técnicos millonarios ese era Michael Jackson. El Rey del Pop durante el primer minuto y medio se quedó inmóvil, como un gato de escayola, enloqueciendo a los asistentes. Así que ya pueden imaginarse la que se lió cuando empezó a moverse como sólo él sabía y se marcó un Billie Jean de aúpa. No faltó el típico coro de niños que le acompañaron en 'We Are the World' o ese 'Black or White' que de 'black' tenía más bien poco. Pasan los años y aún estamos esperando un sustituto que se acerque a la sombra de lo que en su día él fue.Por surrealista que parezca aquel año los extintos NSYNC, Aerosmith y Britney Spears se unieron para entretener a las masas futboleras. Lo de la Spears compartiendo foco con la 'boy band' se sobreentiende porque en aquella época compartía cama con Justin Timberlake, pero lo que nadie podía llegarse a imaginar es que se atrevería a cantar el 'Walk This Way' con la encía andante de Steven Tyler. Y sí, decimos cantar, porque Britney hasta que no se volvió un poco loca, se rapó la cabeza y estuvo a punto de echar por la borda su carrera, no era una politoxicómana del playback.Los haters de U2 siempre atacan a Bono porque habitualmente confunde los conciertos con mítines políticos o la Asamblea General de las Naciones Unidas. Pero para la Superbowl, lejos de dar una de sus cansinas charlas, él y sus compinches optaron por honrar a las víctimas del 11-S proyectando sus nombres sobre una lona mientras entonaban MLK y Where the Streets Have No Name. El presupuesto se fue en eso y su chaqueta patriótica básicamente porque el escenario era exactamente el mismo que emplearon para la gira Elevation Tour de 2011. ¿Para qué gastar más?La lluvia podría haber estropeado la fiesta, pero el agua no hizo más que Prince se creciera sobre el escenario y diera una valiosa lección al mundo de lo que el rock debe ser. Ahora que no está entre nosotros duele comprobar lo todoterreno que era como artista. Y lo mejor es que lejos de centrar el set de su actuación en canciones propias se atrevió, con un par, a cantar el Proud Mary y hasta el Best of You de los Foo Fighters. Aunque si algo se recordará será esa guitarra morada que usó para finalizar con Purple Rain y que Soy Una Pringada definiría como “pura fantasía”. Bruce Springsteen confesaba en su reciente autobiografía que minutos antes de actuar en la Superbowl estaba acojonado. La presión de actuar ante una audiencia televisiva de más de 100 millones de personas no es fácil de gestionar, por supuesto. Pero revisando su actuación nada hace pensar que esa inseguridad le comía por dentro. Con un aplome indiscutible, el Boss y su E Street Band ofrecieron una actuación pluscuamperfecta que en poco más de diez minutos condensaba lo que los talifans de New Jersey saben desde hace décadas: sobre el escenario no tiene rival. Para el recuerdo siempre quedará la figura de Clarence Clemons, el legendario y carismático saxofonista que tristemente nos dejó en 2011.Pocas artistas son más mimadas en el star system que Beyoncé. Y con razón. El pasado año se apropió de la actuación de Coldplay (¿alguien recuerda qué tocaron?) presentando por todo lo alto Formation con su legión de Panteras Negras. No obstante, tres años antes dispuso de un cuarto de hora para hacer lo que se le antojara como protagonista absoluta meses antes de editar aquel álbum homónimo que le convirtió en nuevo objeto de culto de Pitchfork y demás medios musicales gafapastas. Tuvo la consideración de llamar a sus ex compañeras en Destiny’s Child para que le echaran un cable (no estaban muy ocupadas que digamos por entonces) y triunfó a lo grande sin que ninguna polémica innecesaria le salpicara.Katy Perry no es Maria Callas, ni pretende serlo. Pero la verdad es que a pesar de tener unas cuerdas vocales algo limitadas se las ingenió de maravilla para ofrecer un espectáculo divertidísimo y más inofensivo que una entrevista de Isabel Pantoja en 'El Hormiguero'. Se dejó arropar por Lenny Kravitz y una Missy Elliott que llevaba años desaparecida en combate, aunque dos tiburones de peluche de su cuerpo de baile fueron los que realmente acapararon las portadas de los diarios al día siguiente. El infantilismo siempre convence.Un partido de fútbol americano es lo menos homosexual que hay sobre la faz de la Tierra. Pero la cosa cambia cuando un icono para la comunidad LGTB como Madonna se encarga de actuar en su medio tiempo. La diva, ataviada cual Cleopatra, aprovechó sus minutos para mandar al mundo un mensaje valiosísimo: puedo haber pasado la cincuentena, pero a ver quién de mis competidoras directas es capaz de moverse como yo lo hago. Que invitara a esos farsantes llamados LMFAO a compartir escenario con ella, años después, sigue considerándose un error garrafal. Pero la que metió la pata hasta el fondo aquella noche fue M.I.A., que no pudo contenerse y mientras entonaba Give Me All Your Luvin’ mostró su dedo corazón a la cámara topando (otra vez, sí) con la censura más carca y absurda yanqui.No sabemos qué tomaron los directivos de la NFL cuando pensaron en ellos para actuar en el medio tiempo, pero seguro que algo les obnubiló la mente. Aparte de demostrar a un centenar de millones de espectadores que un evento como este se les queda grande, por no decir enorme, destrozaron tímpanos como nadie. Y si encima a eso le sumamos que Slash tuvo la poca decencia de compartir plano con Fergie para mancillar Sweet Child O’ Mine, lo que nos queda es un cuadro de comedor para olvidar.