O. J. Simpson busca tranquilidad fuera de la cárcel

“Lo crean o no, tengo algunos amigos reales”. La frase la soltó Orenthal James, O.J. Simpson, el pasado julio como parte de sus argumentos durante la comparecencia judicial en la que logró la libertad condicional tras nueve años encarcelado por un robo a mano armada. Oficialmente, la exestrella de fútbol americano, de 70 años, podrá abandonar la prisión del Estado de Nevada el 1 de octubre, pero como ese día es festivo está previsto que lo haga a partir del lunes.

Su objetivo: “Estoy en un momento en mi vida en que todo lo que quiero hacer es pasar tiempo, cuánto más tiempo pueda, con mis hijos y amigos”, dijo Simpson ante la junta que le concedió la libertad. Y su destino para su nueva vida es el Estado de Florida, según ha revelado su abogado, Malcolm LaVergne.

Es una incógnita qué será de O.J. Simpson. Si adoptará un perfil público bajo o buscará los focos. Su letrado asegura que entre sus planes está jugar al golf bajo el sol constante de Florida y estar rodeado de amigos y familiares. “Está muy, muy emocionado”, aseguró LaVergne en una entrevista reciente a la cadena de televisión KTNV. “Ha tenido una actuación perfecta como preso. Anticipo que tendrá una actuación perfecta bajo la libertad condicional”.

Simpson es una figura polarizante, que aúna los debates sobre raza, deporte y telerrealidad. En los años setenta alcanzó la fama como jugador de los Buffalo Bills de la liga de fútbol americano y logró varios hitos deportivos. En 1979, se retiró y entró en el mundo de la publicidad y del cine.

Pero la imagen del mito se resquebrajó de golpe en 1995. Su exesposa, Nicole Brown, y su pareja, Ronald Goldman, fueron encontrados muertos a cuchilladas en la casa de ella en Los Ángeles. El asesinato se convirtió en un caso que cambió Estados Unidos, sigue generando elucubraciones y todavía se considera el juicio del siglo. Su huida de la policía, que quería detenerle, fue retransmitida en directo por las cámaras de televisión. Y los 134 días de juicio fueron televisados como un espectáculo nacional. La sesión en que se decretó su puesta en libertad, el pasado julio, también fue retransmitida al detalle.

Simpson fue absuelto del doble crimen en un polémico veredicto. Se especula con si al jurado le pesó sobre todo el deseo de absolver a una persona negra pese a las numerosas pruebas que cuestionaban la inocencia que argumentó el exjugador. Sin embargo, dos años después, en una demanda civil, se le consideró responsable de las muertes y se le ordenó que pagara una compensación de 33,5 millones de dólares a los familiares de Brown y Goldman.

Los problemas para Simpson reaparecieron en 2007 y esa vez no logró esquivar la prisión al estar involucrado en un atraco a mano armada a un coleccionista de trofeos en Las Vegas. Él alega que quería recuperar algunos recuerdos, pero eso no convenció a la Justicia. Un año después, fue condenado por secuestro, robo y asalto a mano armada, entre otros cargos. La condena mínima era de nueve años y la máxima de 33.

Su buena conducta y su arrepentimiento le han permitido lograr la libertad condicional. “No tenía ninguna intención de cometer un delito”, esgrimió en la sesión de julio, y se disculpó de que las “cosas” no salieran como él esperaba. Ahora tiene una nueva, y posiblemente la última, oportunidad para volver a empezar.