El libro que repasa 30 años de cooperación española

“Para mí se ha convertido en una obsesión explicar a la sociedad española que, gracias a su solidaridad, millones de personas han escapado de la pobreza, el hambre y la muerte”. (…) [La cooperación] es una política de Estado, lo que quiere decir que los nuevos gobiernos deben consolidar y mejorar lo que han hecho los anteriores”.

Viniendo de cualquier autoridad pública, estas palabras serían una sorpresa. En boca de un expresidente del gobierno como José Luis Rodríguez Zapatero, se trata de lo más parecido a un milagro. Las pronunció esta semana en Madrid durante la presentación del libro España solidaria (Miguel Ángel Villena, Ed. Planeta) y el acto se convirtió en una reivindicación del valor múltiple de la cooperación española a lo largo de los últimos treinta años.

En estos días que corren, los eventos que reúnen al sector de la cooperación suelen tener un tono melancólico, tirando a fúnebre. El de anteayer fue diferente. Junto al autor del libro y al expresidente Zapatero, hablaron varias figuras que forman parte de la historia y el presente de este sector, y que además representan colores ideológicos diversos. Uno tras otro, su relato describió un país que ha hecho de la solidaridad internacional una forma de ser percibido en el mundo: desde los acuerdos de paz en Centroamérica a la lucha contra la malaria en Mozambique, la ambiciosa cooperación institucional entre países iberoamericanos o la presencia de profesionales humanitarios españoles en los muchos infiernos de este planeta. Con sus programas, España deja una huella profunda que también nos ha hecho mejores a nosotros. “Es una lástima que no se conozca más lo que hemos hecho”, decía Villena.

Y tiene razón. Pero la verdadera lástima es que quienes más parecen ignorarlo son los responsables de un gobierno que se ha ensañado presupuestaria y políticamente con este sector. Porque, como recordaba la exsecretaria de Estado Leire Pajín, “el presupuesto es importante, pero lo más importante es elevar la categoría de un asunto hasta llevarlo a Consejo de Ministros”. Ella lo debe saber, porque a su empeño debemos los años de oro de la Cooperación Española.

Líbrenos San Cucufato de obligar a los ministros actuales a hablar de asuntos tan tediosos y tan poco territoriales, pero aspiremos al menos a presenciar en 2018 el punto de inflexión de la Cooperación Española. Fernando García Casas –que hizo una defensa lúcida y enfática de la ayuda- anunció que el V Plan Director ya está elaborado y casi listo para comenzar su tramitación parlamentaria. También mencionó el reto del Plan Nacional para los Objetivos de Desarrollo Sostenible, que previsiblemente será llevado a la reunión de alto nivel de la ONU el próximo verano. Ambos procesos –junto con la tramitación de los presupuestos para 2018- son una ocasión única para desandar parte del camino recorrido. Eso le pido yo a los Reyes Magos este año.