16 fotosEn el corazón de la misión de la UE en el MediterráneoUn relato fotográfico a bardo del buque Cantabria , mando de la operación SophiaGuillermo AbrilCarlos Spottorno14 ene 2018 - 00:00CETWhatsappFacebookTwitterLinkedinBlueskyCopiar enlaceEl helicóptero del buque español 'Cantabria' localiza a mediados de septiembre de 2017 una precaria lancha de goma con medio centenar de personas a bordo, a unas 25 millas de Trípoli, la capital Libia. Desde lo alto se acentúa su fragilidad: parece una pequeña muesca en el océano. A lo largo del día acabarán rescatando otras cuatro embarcaciones.Carlos SpottornoEl 'Cantabria' ha sido de septiembre a diciembre del 2017 el cuartel general en la mar de la Operación Sophia, la misión de la UE desplegada en el Mediterráneo central para "acabar con el modelo de negocio de los traficantes de personas". Su mandato no implica rescatar seres humanos. Pero, a menudo, la emergencia humanitaria obliga a un cambio de planes. En la imagen, el segundo de a bordo informa de la situación: "Estamos cerca de la costa de Libia, con probabilidad de recoger migrantes".Carlos SpottornoEl comandante del 'Cantabria', José María Fernández de la Puente Millán (izquierda), en la sala de guerra, dando las últimas coordenadas a la tripulación del helicóptero del buque, antes del rescate: "Quiero que sean mis ojos", dice. "Una última actualización de la situación en la mar".Carlos SpottornoTras localizar una segunda embarcación, comienza el rescate. Una lancha del 'Cantabria' se acerca a la patera. Les pasan salvavidas a sus ocupantes. Y los trasvasan en pequeños grupos al buque español (al fondo), dejando atrás el mayor cementerio de las migraciones del mundo: en estas aguas han muerto ahogadas más de 10.000 personas desde 2014.Carlos SpottornoDesde que se lanzó al mar, la Operación Sophia ha rescatado a más de 40.000 personas y "neutralizado" cerca de 500 embarcaciones para evitar que sean reutilizadas en Libia. Normalmente las hunden, pero en situaciones de emergencia, cuando hay prisa, la rocían con combustible, lanzan unas bengalas y una columna de humo negro se eleva hacia el cielo mientras se extinguen.Carlos SpottornoSobre la cubierta del buque español comienza a desplegarse el mapa de guerra y miseria de África, el mundo que tratan de dejar atrás los migrantes. Entre ellos hay mayoría de sudaneses, malienses, costamarfileños y marroquíes.Carlos SpottornoNada más subir a bordo, los recién rescatados son registrados. Se les toma una fotografía. Y se anota su nombre, edad y procedencia. Tras una jornada agotadora, acabarán a bordo del 'Cantabria' 410 migrantes que zarparon de Libia. Por esta ruta han cruzado a Europa unas 600.000 personas desde 2014.Carlos SpottornoA bordo del 'Cantabria' se encuentran 45 oficiales de 15 países de la UE, que conforman el Estado Mayor de la Operación Sophia. Se reúnen bajo cubierta para seguir la evolución al Sur del Mediterráneo. En primera fila, a la derecha, el almirante Javier Moreno Susanna, 'force commander' de la misión europea.Carlos SpottornoEntre los rescatados hay un bebé con unas pocas horas de vida. “Nació de madrugada en la patera”, dice la madre, Faith, nigeriana de 21 años. Es su primer hijo. Lo llamará Bright.Carlos SpottornoEl recién nacido llegó al barco lleno de costras de mugre resecas y con unos centímetros de cordón umbilical colgando. En la imagen, los enfermeros limpian al bebé en el hospital de campaña.Carlos SpottornoAnte la emergencia humanitaria, las ONG se lanzaron en tromba al mar. En 2015 realizaban un 5% de los rescates de embarcaciones procedentes de Libia. En 2016 llegaron al 40%. Hasta que Italia y la UE endurecieron su política el pasado verano, obligándolas a firmar un código de conducta para poder actuar. En la imagen, el bombero sevillano Antonio Reina, de la ONG Proem-Aid, en el puerto de Malta, poco antes de zarpar hacia aguas cercanas a Libia. Rescataron a 600 personas entre septiembre y diciembre de 2017.Carlos SpottornoEl velero 'Astral' de la ONG española Proactiva Open Arms, una de las más activas en la zona, cerca de aguas libias. Acaban de rescatar a una treintena de personas. Una lancha del 'Cantabria' se acerca para trasvasar los migrantes. El buque de guerra será el encargado de trasladarlos a puerto seguro, en Sicilia.Carlos SpottornoEn la cubierta del 'Cantabria', Ibrahim Camara, de 23 años, narra un periplo de casi un año desde Costa de Marfil. Tras pasar por Agadez, en Níger, uno de los puntos neurálgicos del tráfico de personas, cruzó en camioneta el desierto. Desde su entrada en Libia el relato se convierte en el salvaje oeste. Hay golpes, vejaciones, secuestros. Incluso un compañero que murió desangrado tras un balazo. Ulibali Kassim, pronuncia su nombre, para que no se olvide que tuvo una vida.Carlos SpottornoMichaela Rehova, oficial checa, miembro del Estado Mayor internacional de la Operación Sophia, escucha a bordo del 'Cantabria' el viaje aterrador de un grupo de mujeres de Nigeria. Este país lleva un par de años encabezando las estadísticas de entradas irregulares por el Mediterráneo central. La Organización Internacional de las Migraciones alertó en 2017 de que un 80% de las mujeres que emigran a Italia podrían ser víctimas de trata y explotación sexual.Carlos SpottornoCuando el 'Cantabria' arriba a Palermo se ve un crucero en el puerto. Blanco e inmenso. Y el contraste con los rostros oscuros de los recién llegados se queda flotando en el ambiente como una pregunta dolorosa que remite al origen del drama: esa gran brecha entre dos mundos que ha llenado el Mediterráneo de pateras, misiones militares y civiles y ONG. Y lo ha convertido en el mayor cementerio de migrantes del planeta: más de 33.000 han perdido la vida desde el año 2000.Carlos SpottornoPero el "core" de la misión de la UE, su núcleo, es combatir las redes de traficantes, no actuar en el origen. De entre los rescatados, han identificado a dos como "personas de especial interés", quizá con información sobre las redes de traficantes. Son los primeros en pisar suelo siciliano. Al poco de atracar, descienden al puerto de Palermo escoltados por policías italianos.Carlos Spottorno