28 fotosAsí fue la última noche del mítico Palentino de MalasañaEl bar echó por última vez el cierre y se despide de la noche madrileña, tras la muerte hace unos días de Casto, uno de sus dueñosTentaciones16 mar 2018 - 14:57CETWhatsappFacebookTwitterLinkedinBlueskyCopiar enlaceEl 15 de febrero de 2018 será un día que se recordará en la historia del barrio de Malasaña. Ese día fue el último de la vida de El Palentino, uno de los últimos bares míticos del centro de Madrid que seguía abierto y que llevaba siendo punto de reunión y de encuentro desde finales de los setenta para noctámbulos y también para aquellos que disfrutan madrugando frente a un café y el periódico.El fallecimiento hace unos días de Casto Herrezuelo ha precipitado el cierre. Su cuñada, Loli, copropietaria del local, anunció el lunes que no iba mantener abierto el negocio, por lo que El Palentino debía cerrar. "Todo tiene su fin", aseguró Loli, que se convirtió junto a Casto en uno de los rostros más populares de Malasaña gracias a las cuatro décadas que pasaron tras la barra del mítico bar.Andrés Calamaro, Manu Chao o Álex de la Iglesia han sido algunos de los artistas que han frecuentado la clásica barra de este local situado en la Calle Pez. De hecho, el cineasta le rindió homenaje en su película 'El Bar' que está inspirada en El Palentino.Los cafés en los desayunos y la cañas, junto con los pepitos de ternera y los sandwich de jamón y queso, durante la noche eran el simple reclamo de este bar. El menú era modesto, pero el encanto del lugar y el trato de Casto y Loli lo convertían en un bar especial, por el que su clientela sentía auténtica devoción.Desde que se comunicara oficialmente el cierre de El Palentino, han sido habituales los llenos y las colas a la puerta del local. Los 'parroquianos' habituales del bar han acudido para tomar esa última caña y despedir a uno de los últimos bares clásicos malasañeros, tras los recientes cierres del Prado y el Lozano.La última noche fue especialmente emotiva. El ambiente era una rara combinación de ilusión, por estar viviendo un momento histórico, y de tristeza, porque esa clásica trapa metálica de El Palentino se iba a bajar por última vez. Loli, la copropietaria, recibió un homenaje por parte de sus empleados."El bar lo abrió un señor de Palencia y luego se lo cogió mi suegro y su hermano. Fallece mi suegro en el 77 y pasa a Casto y Moisés, sus hijos. Al fallecer Moisés –mi marido-, como esto es una comunidad de bienes, me dicen que tengo que hacerme cargo de mi parte. Fue así como empecé a trabajar en el horario de mañana", aseguraba Loli en una entrevista concedida a hace unos meses a Tentaciones.Sobre los rostros populares que solían frecuentar El Palentino, Loli tienes especial recuerdo de algunos de ellos: "A Eva Hache, Torrente -como le llamo yo-, Andrés Calamaro, Alex de la Iglesia…. A ellos los veo todos los día, son familia para mí. ¿Pero sabes quién me ha impactado de verdad? Esta periodista que sale en La 1, que es de deportes…. ¡Olga Viza! Es que es igual a como sale en la tele. Me ha impactado, majísima y educadísima. Encantadora de la vida. Y el hijo de Andrés Caparrós. Hablas con ellos normales, con otra gente lo siento pero no es así".La celebración de la despedida de El Palentino sirvió para que los habituales dieran rienda suelta a habilidades, contagiados por el entusiasmo del momento.La barra de El Palentino se ha convertido durante más de cuarenta años en el lugar de reunión de escritores, músicos y periodistas, que de allí han sacado inspiración para algunas de sus creaciones.Todo el mundo quería su foto en el último día de El Palentino. Las redes sociales se convirtieron en el mejor lugar donde dejar testimonio de este momento.Las colas para tomar "una última caña en El Palentino" comenzaron con la llegada de la noche. Durante el día el goteo de público fue incesante, pero a última hora el lleno era total.El pepito de ternera es uno de los bocatas típicos de este bar, junto con la inevitable cerveza. El Palentino siempre se ha caracterizado por sus precios populares.La Calle Pez de Malasaña pierde uno de sus puntos de referencia. Un lugar en el que siempre se podía encontrar una cara amiga.Como en los últimos tiempos del bar, anoche también hubo un encargado de seguridad que se encargó de gestionar el 'tráfico' de los sedientos fans de El Palentino.El logo del bar, visible desde la Calle Pez, es un verdadero emblema de la cultura 'malasañera', que cada vez está más golpeada por la gentrificación.El Palentino aún conservaba los rótulos (con esa tipografía tan reconocible) que era tan común en los comercios y bares del centro de Madrid, y que ha comenzado a perderse.Una de las características de este bar es que ha servido como punto de encuentro para varias generaciones.Las letras que rezan "El Palentino", y que se pueden ver desde dentro del bar, se han convertido en una de las imágenes más compartidas en redes sociales desde que se conoció el fallecimiento de Casto.Esa lista de precios, que demuestra lo económico de la propuesta de El Palentino, saludaba cada mañana a los habituales del bar. Y despedía cada noche a los más noctámbulos.Mucha gente recién llegada a Madrid solía acudir a El Palentino, guiada por las recomendaciones de los habituales, porque ese era un lugar "donde siempre te acogen bien".Ayer se desplegó una lona conmemorativa del momento, donde los que quisieron pudieron dejar su mensaje de despedida de su bar favorito.El ritmo que tuvieron que llevar ayer los camareros supero al habitual trajín (que ya era bastante alto) de cualquier noche de jueves en El Palentino.El futuro del local que hasta ayer acogía El Palentino es incierto. Se sabe con seguridad que el bar cierra, pero no se ha hablado de qué negocio puede recoger su testigo.Después de cuarenta años, se puede decir que El Palentino es el bar de Madrid que más fans había conseguido tener. Nadie salía descontento al cruzar su puerta.Desde detrás de la barra, también se quisieron sumar a la fiesta que se celebró anoche en El Palentino.Durante el día de ayer, un anuncio en la puerta de El Palentino recordaba cuándo se va a celebrar el funeral de Casto.The End: El Palentino cerró para siempre.