El día que la Castellana fue para las bicis

A principios de febrero, una plataforma pide crear un carril bici en la Castellana. El colectivo, que agrupa a asociaciones como Pedalibre y Bicilineal y a numerosos pedaleantes, lanzó entonces una campaña para apoyar el proyecto y una recogida de firmas que ha superado los 23.000 apoyos en la plataforma Change.org (se puede firmar aquí).

Desde entonces, la posibilidad de convertir lo que hoy es una auténtica autopista urbana en un eje para pasear y pedalear se ha situado en el centro del tablero en Madrid y ha generado numerosos debates, así como una gran repercusión en las redes sociales a través de la etiqueta #carrilbiciCastellana.

La apuesta decidida por vías seguras para montar en bicis ha atraído, además, a colectivos hasta ahora excluidos de este tipo de movilidad, como niños y jóvenes. El pasado domingo 18 de marzo, por ejemplo, numerosas familias hicieron suya la Castellana para reivindicar su derecho "a usar la bicicleta como medio de transporte en Madrid".

"La dureza de nuestra ciudad, el exceso de tráfico motorizado y una falta clamorosa de carriles para bicicletas hace que una parte muy significativa de la sociedad se vea impedida en usar este vehículo en sus trayectos diarios al centro educativo", explicaba el manifiesto, que concitó el apoyo de asociaciones de padres y madres de la capital,  centros de Educación Primaria y Secundaria, proyecto STARS (Acreditación y Reconocimiento de Desplazamientos Sostenibles para Colegios) y Ayuntamiento de Madrid.

"Ahora mismo no se ven niños en bicicleta por Madrid, la realidad es que los niños no se pueden mover en bici compartiendo espacio con los coches", explica el ciclista urbano Willy Sanz, uno de los participantes en la jornada festiva y reivindicativa de ese día. Por eso, ese día niños y mayores pedalearon por varias calles de la capital y mostraron una imagen poco típica en el día a día de una ciudad en la que los niños tienen muy difícil desplazarse en bici hasta sus colegios.

"Hubo distintas columnas desde varias partes de Madrid, desde barrios y desde colegios, y luego nos reunimos todos sobre las 10 de la mañana en Cibeles, se hizo un circuito de habilidades, y luego se hizo un recorrido por la Castellana en el que participaron  muchísimos niños, algunos en bici, otros en patinete...". Sanz llevó una bici de carga como la que utiliza para trabajar a diario y montó en ella a sus dos hijos. 

La comitiva contó también con música y desembocó en la fuente de la Cibeles, donde varios niños leyeron un manifiesto para reivindicar su derecho a montar en bicicleta por la ciudad, para lo que hace falta contar con una red segura de carriles bici. "Queremos ir a clase en bici", era el lema de la bicifestación. Quién sabe si en el futuro la imagen de este domingo no será la excepción, sino la norma.