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El anciano y la ‘stripper’: la historia inacabada de la boda más estrambótica del siglo XX

El enlace entre la modelo Anna Nicole Smith y el petrolero millonario J. Howard Marshall II impactó al público y dejó un complejísimo proceso judicial que llega hasta nuestros días

Anna Nicole Smith en el funeral de su marido, J. Howard Marshall, celebrado en Houston en agosto de 1995. La modelo se puso el mismo velo que cuando se casaron, ella con 26 años y él con 89.
Anna Nicole Smith en el funeral de su marido, J. Howard Marshall, celebrado en Houston en agosto de 1995. La modelo se puso el mismo velo que cuando se casaron, ella con 26 años y él con 89.Getty Images
Guillermo Alonso

Los protagonistas de la boda más estrambótica que se celebró en la década de los noventa representaban, cada uno a su modo, una parte del sueño americano. Ella era Anna Nicole Smith (Texas, 1967- Florida, 2007), rubia curvilínea, modelo de Playboy y bomba sexual para el estadounidense medio gracias a su mezcla de campo y lascivia. Él era J. Howard Marshall II (Pensilvania, 1905- Texas, 1995), empresario del petróleo que amasó una fortuna que Forbes valoró en 2016 en 12.000 millones de dólares (unos 9.700 millones de euros) lo que situaba a la familia Marshall en el puesto número 21 de las más ricas de Estados Unidos (por encima de los Rockefeller).

"¿Qué vio una chica de 23 años en un hombre de 86?", le preguntó el presentador Larry King. "Le quería mucho por todo lo que hizo por mí y por mi hijo. Nunca me habían querido, nunca nadie me había respetado. Era tan amable...", respondió Anna Nicole

¿Cómo se conocieron un multimillonario y una chica que había dejado el instituto para ser camarera en un local de pollo frito de su pueblo? En el club de strip-tease en el que ella trabajaba en 1991. Se llamaba Gigi’s y el millonario terminó allí una tarde como consejo de su amigo y chófer Dan, que veía al anciano deprimido. Al escenario del local salió una muchacha llamada Vickie (el nombre artístico de Anna Nicole Smith llegaría más tarde) que lo enamoró al instante.

Ella, de entonces 21 años, estaba casada con un amor de juventud (otro camarero del local de pollo frito) y tenía un hijo, Daniel. Él, de 86, estaba recién enviudado de su segunda esposa, Bettye, con la que había estado treinta años (también permaneció treinta con la primera, Eleanor). Con Bettye tuvo dos hijos, Pierce y Howard III, que en breve volverán a aparecer con fuerza en esta historia.

Marshall retiró a Anna Nicole del club Gigi’s y la colmó de regalos caros. Entre ellos, casas; en concreto, tres. En 1992, mientras Anna Nicole ya vivía la gran vida y había abandonado su pueblo natal Lexia (apenas 8.000 habitantes y del que también era natural el cantante Les Baxter), respondió a un anuncio que buscaba modelos para Playboy. Envió sus fotos y terminó posando en su póster central. Paul Marciano, presidente de la marca de ropa informal Guess, la vio y quiso que sustituyese a Claudia Schiffer como imagen de su marca.

Una imagen de Anna Nicole Smith con su exmarido J. Howard Marshall cedida por la modelo al programa de Larry King.
Una imagen de Anna Nicole Smith con su exmarido J. Howard Marshall cedida por la modelo al programa de Larry King. Youtube/CNN

En 1993 fue nombrada chica Playboy del año. Llegarían también las ofertas cinematográficas: Smith tuvo un pequeño papel en la tercera entrega de Agárralo como puedas, junto al cómico Leslie Nielsen, y en El gran salto, la comedia de los hermanos Coen. Si existía la fortuna, a Anna Nicole le había sonreído en el dinero y en el trabajo. 

No en el amor, aunque hubo algo remotamente parecido a una celebración romántica. El 27 de junio de 1994 su historia cambió para siempre. Ese día, tras años negándose (según la versión de ella), Anna Nicole se casó con J. Howard Marshall II. Ella tenía 26 años, él 89. Él se casó con un traje blanco y en silla de ruedas. Ella, luciendo un ostentoso vestido de novia con un pronunciado escote, velo y un ramo de flores silvestres.

El empresario J. Howard Marshall, una de las grandes fortunas de Estados Unidos.
El empresario J. Howard Marshall, una de las grandes fortunas de Estados Unidos.Getty

Según la noticia publicada por la revista People, “los recién casados están manteniendo un perfil público bajo. No hay, por ahora, confirmación de dónde van a vivir, no tenemos conocimiento de un acuerdo prenupcial y tampoco información sobre su luna de miel”. "Sé que la gente piensa que me he casado con Howard por su dinero", declaró ella entonces. "Pero no es cierto. Le amo", remachó.

"¿Qué vio una chica de 23 años en un hombre de 86?", le preguntó el presentador de televisión Larry King en el año 2002. "Le quería mucho por todo lo que hizo por mí y por mi hijo. Nunca me habían querido, nunca nadie había hecho cosas por mí, nunca nadie me había respetado. Era tan amable...", respondió Anna Nicole.

14 meses después de la boda, el 4 de agosto de 1995, J. Howard Marshall II murió con 90 años. La tensión entre Anna Nicole y la familia del magnate era tal que se organizaron dos funerales por separado. Anna Nicole organizó uno el 7 de agosto y puso toda la carne en el asador para la leyenda: acudió con un vestido blanco que parecía de novia y, por si alguien dudaba de sus intenciones, el mismo velo del vestido del día en el que se casaron. Solo hubo 30 invitados, todos ellos conocidos de Anna Nicole: ninguno había conocido en vida al fallecido.

Anna Nicole Smith en 1993. Con campañas publicitarias, papeles en películas de éxito y celebradas apariciones en la revista 'Playboy', su carrera estaba en pleno auge.
Anna Nicole Smith en 1993. Con campañas publicitarias, papeles en películas de éxito y celebradas apariciones en la revista 'Playboy', su carrera estaba en pleno auge.Getty

El multimillonario Marshall descansaba en un ataúd de madera pulida cubierto con rosas blancas y lirios y acompañado con un cartel en el que se leía: "De tu amada". Smith intentó leer un pasaje de la Biblia, pero rompió a llorar después de una sola frase. Poco después, ella misma y su hijo Daniel (de 9 años), cantaron a dúo para los invitados The wind beneath my wings, el clásico de Bette Midler. 

La familia Marshall organizó otro funeral, este multitidunario, el 14 de agosto. Anna Nicole no fue invitada. 

Anna Nicole, para sorpresa de todo el mundo, tampoco apareció en otro lugar más importante: en ninguno de los seis testamentos de J. Howard Marshall II. Al parecer, el petrolero la había dejado fuera. Y pese a que la modelo había acumulado una gran cantidad de dinero durante su relación con él (una de las casas que él le regaló estaba valorada en 600.000 euros y se calculó que el monto total se acercaba a los ocho millones), la denuncia de una empleada de hogar la llevó a la bancarrota en 1996. La denuncia es tan alocada como cualquier otro elemento de esta historia: María Antonia Cerrato, que había sido niñera de su hijo Daniel, la demandó en 1994 por acoso sexual. Después de que Smith faltase a varias vistas, una juez falló a favor de la niñera en 1996 y obligó a la 'playmate' a pagarle 800.000 dólares. 

Anna Nicole Smith en la cima del éxito, cuando fue nombrada 'Playmate' del año por la revista 'Playboy'. Era 1993.
Anna Nicole Smith en la cima del éxito, cuando fue nombrada 'Playmate' del año por la revista 'Playboy'. Era 1993.

Poco después, ese mismo año, se declaró en bancarrota. Declaró que sus deudas ascendían a nueve millones de dólares. Sin dinero y adicta al alcohol y los tranquilizantes (un mal que venía arrastrando desde sus tiempos de stripper en el club Gigi’s), decidió demandar a la familia Marshall por lo que ella consideraba justo: la enorme cantidad de dinero que le correspondía como viuda, como la viuda que (ella aseguraba) amaba profundamente a su esposo y se había casado por amor, no como una cazafortunas. Según su versión, su hijo mayor Pierce había manipulado a su padre para eliminarla de la herencia. 

Y encontró al aliado más inesperado en esta causa: al hijo menor de J. Howard Marshall II, Howard III.

Howard III también era un desheredado de la fortuna petrolera a causa de un desencuentro con su padre por un asunto de negocios familiares en 1980. El heredero de 59 años y Anna Nicole –que contaba entonces con 29– se enfrentaron en los tribunales a Pierce, el otro hijo del fallecido.

Las idas y venidas judiciales duraron lustros. En el año 2000 un juez de Los Ángeles otorgó a Anne Smith la escandalosa suma de 400 millones de dólares (324 millones de euros) procedentes de la herencia de Marshall. En 2001, un juez de Houston revocó esta decisión y dictaminó que ese dinero era para Pierce Marshall. En marzo de 2002, un juez del Tribunal del Distrito decidió que Anne Smith se merecía la mitad de los ingresos de Marshall durante su corto matrimonio (89 millones de dólares, unos 72 millones de euros, nada menos). Sin embargo, esa decisión fue revocada por una Corte Federal de Apelaciones en San Francisco en 2004. 

Anna Nicole Smith y su ex hijastro, Howard Marshall III, durante el juicio celebrado en el año 2000 en el que se disputaban la fortuna de J. Howard Marshall II.
Anna Nicole Smith y su ex hijastro, Howard Marshall III, durante el juicio celebrado en el año 2000 en el que se disputaban la fortuna de J. Howard Marshall II. Getty Images

Anna Nicole no había conseguido nada. Y podría parecer que esta historia llegó a su fin entre 2006 y 2007, años en los que fallecieron sus principales protagonistas. Pierce, el heredero de la fortuna Marshall, murió a los 67 por las complicaciones derivadas de una infección. Anna Nicole, convertida en el siglo XXI en una celebridad televisiva con su propio reality show, falleció en febrero de 2007 por una sobredosis accidental de barbitúricos. Tenía 39 años y atravesaba una depresión. El hijo que Smith había tenido de adolescente, Daniel, había muerto unos meses antes, a los 20 años, también por una sobredosis de analgésicos y antidepresivos. Lo hizo en el mismo hospital en el que ella estaba dando a luz a una nueva hija, Danielynn.

Ella, Danielynn, se convirtió en la protagonista de esta historia en la última década. Un bebé que valía ahora, potencialmente, 500 millones de dólares (405 millones de euros) de la familia Marshall, porque la causa pendiente de Anna Nicole Smith pasaba a ella. Un tal Howard Stern (nada que ver con el famoso presentador radiofónico) figuraba como padre de la criatura, pero un fotógrafo llamado Larry Birkhead interpuso una demanda de paternidad y la ganó en abril de 2007, dos meses después de la muerte de Smith. Eso convertía a este paparazzi en el posible administrador de una enorme fortuna... que aún no tenía. 

La relación de Anna Nicole Smith con su familia política era tan mala que se organizaron dos funerales para su viudo. Ella apareció en el suyo vestida de blanco, con velo de novia y cantó con su hijo una canción de Bette Midler

Y que nunca llegó a tener. Este embrollo llegó a una resolución en junio de 2011, catorce años después de su comienzo, cuando el Tribunal Supremo de Estados Unidos dejó a la pequeña Danielynn Birkhead sin todos los millones que su madre había reclamado. "Este caso, con el paso del tiempo, se ha complicado tanto que no hay dos abogados que puedan hablar sobre el asunto durante cinco minutos sin llegar a un total desacuerdo respecto a todas las premisas", dijo el juez. "Varios niños han nacido durante la causa, varios jóvenes se han casado con ella y, tristemente, las partes originales han muerto", añadió el juez.

La historia de Smith, que comienza en un local de pollo frito y termina con uno de los procesos de herencias más largos y complicados de Estados Unidos, ha sido contada en libros y películas para televisión. Es curioso como ella, pese a ser inicialmente considerada una rubia aprovechada y cazafortunas, llegó a despertar la simpatía del público. Estaba, al fin y al cabo, enfrentada a una familia multimillonaria. Era fácil ponerse del lado de la muchacha pueblerina y no de los herederos del petróleo con una pléyade de carísimos abogados.

Larry Birkhead y Danielynn, hija de Anna Nicole Smith, durante una entrevista televisiva en 2013.
Larry Birkhead y Danielynn, hija de Anna Nicole Smith, durante una entrevista televisiva en 2013.Getty Images

Hoy, la heredera de aquel dinero por el que Anna Nicole tanto luchó, la niña Dannielynn Birkhead, de 11 años, es una personalidad televisiva y, al igual que su madre, ha sido modelo para la marca Guess (en su línea infantil, claro). Nunca conoció al millonario que hizo rica a su madre y apenas pudo estar cinco meses de su vida con ella.

Durante una entrevista en el programa de Wendy Williams en 2017, el padre de Dannielynn afirmó que su hija le pregunta “todo el rato” por el dinero por el que su madre había luchado, pero él no sabe qué responderle. Y en otra entrevista dejó una anécdota para el recuerdo. "Una vez vimos un vídeo en YouTube en el que decían que ella era una de los 10 niños más ricos de Estados Unidos. Y de repente se empeñó en ir al centro comercial a comprar. Y yo tuve que decirle: 'No, lo que dice ese vídeo no es verdad". En el programa de Williams aclaró: "Nos va bien, pero no somos ricos… aunque sí somos ricos en amor”.

Si es así, la única riqueza de la que gozará Danielynn es la única que su madre, Anna Nicole Smith, no conoció jamás.

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Sobre la firma

Guillermo Alonso
Editor web de ICON. Ha trabajado en Vanity Fair y Telecinco. Ha publicado las novelas ‘Vivan los hombres cabales’ y ‘Muestras privadas de afecto’, el libro de relatos ‘La lengua entre los dientes’ y el ensayo ‘Michael Jackson. Música de luz, vida de sombras’. Su podcast ‘Arsénico Caviar’ ganó el Ondas Global del Podcast 2023 a mejor conversacional.

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