13 fotosLas farmacias sin medicinasBoticas, consultorios y hospitales venezolanos están desprovistos de la mayoría de los fármacos necesarios para los enfermos, poniendo en peligro sus vidasÁlvaro FuenteCaracas - 09 may 2018 - 00:00CESTWhatsappFacebookTwitterLinkedinBlueskyCopiar enlaceFeliciano Reyna muestra el local donde almacenan y distribuyen las medicinas que les envían desde fuera de Venezuela. “La situación es terrible, hay una ausencia absoluta y prolongada de medicamentos que afecta a cualquier persona enferma”, señala el presidente de Acción Solidaria, una organización que comenzó en 2016 con la entrega de medicamentos solicitados por línea telefónica “En mayo de 2016 atendimos a unas 140 personas, y ya en octubre de 2017 se dio respuesta entorno a unas 2.000”, indica.El Boletín epidemiológico que el Ministerio para la Salud de Venezuela ha publicado recientemente con las estadísticas de 2016, después de tres años en silencio, ha convulsionado uno de los pilares que sostenía el orgullo de la llamada revolución bolivariana: la calidad y la amplitud de la asistencia social y sanitaria.La coordinadora de la Asociación Venezolana para la Hemofilia (AVH), la doctora Antonia Luque, denunció que en Venezuela existe casi total desabastecimiento de medicamentos para prevenir el “sangramiento” que provoca dicha enfermedad. “Entre 2016 y 2017 se han registrado 39 muertes a causa de esta patología, nueve de ellas por la falta de concentrados anti hemofílicos, entre los que destacan seis menores de edad. Un marco de escasez que ha paralizado las unidades de diálisis de forma masiva”, asegura la doctora Luque.César Hernández, enfermo de sida, posa ante una de las farmacias en el paseo de Sabana Grande, en el centro de la ciudad. Sufre una enfermedad que afecta a unas 80.000 personas en el país. “Solo en Vargas hace sies meses no recibimos ni retrovirales ni reactivos, por lo que es muy fácil que se pueda propagar muy rápido la enfermedad. Llegan 80 unidades para los más de 3.000 enfermos que somos en el municipio. No nos brindan el derecho a la vida, incluso nos han sentenciado a muerte por el orgullo de negarse a reconocer su fracaso político”.Mural a favor de la declaración de los medicamentos como bien social en una pared aledaña a un hospital público al este de Caracas. El candidato oficialista a la Asamblea Nacional Constituyente , el farmacéutico Eduardo Samán, propone declarar el medicamento como bien social, como mecanismo que permita erradicar “el contrabando de extracción y el ‘bachaqueo’ [reventa] de los mismos”.Un niño es tratado por un curandero de su infección estomacal. Muchos venezolanos han recurrido a métodos alternativos a la ciencia en estos últimos años. El conocido como callejón de los brujos, en la entrada de la favela de Petare, en Caracas, acoge cada día a decenas de enfermos que buscan en los curanderos un alivio para las dolencias que no pudieron atender en el desplomado sistema de salud del país. Interior de una farmacia en Chacao, Caracas. “Apenas tenemos fármacos que vender porque no hay materia prima con la que los laboratorios venezolanos puedan fabricar los medicamentos que demanda la población. Entiendo la ira de esta gente ya que las consecuencias son dramáticas, los enfermos corren demasiados riesgos, sufren de manera innecesaria”, asegura Carlos, dependiente de la farmacia.Una madre da de beber agua a su hijo postrado en una silla de ruedas. La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, ACNUDH, en un informe del 9 de febrero hace un llamado urgente “al Gobierno venezolano a que tome medidas para enfrentar la crisis, y a la comunidad internacional a apoyar medidas que eviten una tragedia de grandes proporciones”.En un local de Gijón que ya se les queda pequeño, la Asociación de Amigos de Venezuela en Asturias almacena los pedidos para su envío. Mensualmente llevan las medicinas que obtienen sus doscientos socios abriendo así un pequeño canal humanitario dirigido a una red de profesionales de la salud que trabajan con el hospital Vargas, la planta de oncología infantil del J. M. De los Ríos o la Organización Nacional de Transplante de Venezuela.Varias personas esperan su turno para entrar a una farmacia en la zona vieja de Caracas. Buscar medicamentos en el país se ha vuelto una tarea compleja e inasequible. Farmacias, consultorios y hospitales están desprovistos de la mayoría de medicinas necesarias para los enfermos. Al salir uno de ellos no disimulaba su frustración: “¡Estamos pagando la crisis con nuestras vidas!”, exclamó indignado.Una familia se despide de su madre en la terminal de autobuses Rutas de América. La situación económica ha acentuado el desplazamiento de miles de venezolanos a países como Colombia, Perú o Ecuador, ya sea por exilio o para comprar alimentos y medicinas. Portada del 29 de octubre del pasado año del semanal La Razón, donde denuncia la crisis humanitaria que asola Venezuela por la falta estatal de dinero para la compra de alimentos y medicinas.Voluntarios de la organización Acción Solidaria muestran el último envío de medicinas llegado desde España.