En bici y en familia

Hasta hace poco, Valsaín era un bosque de obligada visita por excursionistas madrileños en fines de semana y por grupos escolares. Una jornada de viaje incluía paradas en la Boca del Asno y en los jardines de La Granja, con un almuerzo de albóndigas en Casa Zaca. En esas, María José García Menéndez y familia vieron la oportunidad de construir al borde de la carretera, frente a la casa de comidas Hilaria, un alojamiento turístico de siete habitaciones y dos apartamentos susceptible de ser alquilado por parejas o, completo, por grupos amplios de amigos. En su ánimo figuraba desde el principio un cierto compromiso ambiental. Sin ser un dechado de sutileza arquitectónica, el inmueble incorpora criterios bioclimáticos, se abriga en invierno con una caldera de biomasa y tiene un sistema de aprovechamiento de aguas subterráneas y pluviales para riego y cisterna.

Desde 2013, esta zona de la sierra de Guadarrama es reserva de la biosfera, lo que ha contribuido a darle un renovado impulso turístico. Ahora, además de excursionistas y grupos escolares, empiezan a verse por Valsaín muchos curiosos del ecologismo interesados en comer bien (judiones de La Granja), estudiar la fauna y la flora serranas, conocer la industria vidriera y, naturalmente, practicar el culto al cuerpo descansando en La Querencia.

Sorprende de puertas adentro, tras una fachada rústica de madera tableteada, el tenor de unos muebles tan actuales, una estética tan contemporánea y una ambientación tan pulcra, con predominio de elementos de diseño gráfico omnipresente en las paredes y en la señalización de las puertas. La cocina abierta al salón concede instantes muy agradables en familia o entre amigos. No falta una buena temperatura en los dormitorios, mejor los de la planta central que los abuhardillados. Demasiada presión bajo la cubierta.

El trato se vuelve muy familiar cuando están los propietarios al completo. Admiradores de Perico Delgado y su mítica escapada en las Siete Revueltas que le proporcionó el triunfo en la Vuelta a España de 1985, salen con la clientela a rueda por los montes vecinos. En el establecimiento ofrecen además un almacén para guardar las bicicletas, un pequeño taller de reparaciones y amplia variedad de guías. Los más madrugadores pueden solicitar también un desayuno energético, incluido en la factura final.

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