Viaje a la Luna sin salir de la Tierra
Paisajes que parecen lunares, casas rurales y observatorios desde los que admirar el satélite terrestre y otras citas para celebrar el 50º aniversario de la llegada del hombre a la Luna
El 16 de julio, plenilunio, coinciden el aniversario del despegue del Apollo 11 con un eclipse parcial. Y el 20 de julio, los 50 años de aquel pequeño gran paso. Pistas para un homenaje viajero a la Luna.
Paisajes lunares en España
Llano de Ucanca (Tenerife)
Describir el paisaje de Las Cañadas del Teide como lunar es quedarse corto. El panorama es abrupto, rugoso, desgarrado. A los pies del volcán o, mejor dicho, de los volcanes, ya que en realidad existen dos cráteres, el Teide y el Pico Viejo, se extienden montañas de cenizas, ríos de lava, crestas de obsidiana, domos volcánicos, lechos de lapilli y esos campos de escorias retorcidas hasta lo imposible que se conocen como malpaís. Paisajes de otro mundo como el Llano de Ucanca, una planicie rodeada de cráteres y pináculos de lava que, con un poco de voluntad, puede evocar el Mar de la Tranquilidad, donde se posó el módulo lunar del Apollo 11. Imprescindible contemplarlo al atardecer desde el mirador de la Ruleta, con impresionantes vistas del Llano de Ucanca y el circo sur de Las Cañadas.
Montañas del Fuego (Lanzarote)
Las 5.107 hectáreas del parque nacional de Timanfaya comprenden casi una cuarta parte de la superficie afectada por las erupciones ocurridas entre 1730 y 1736. La mayoría de estas sucedieron en las llamadas Montañas del Fuego, paraje donde se concentran hasta 25 cráteres. Al pasear por estos terrenos yermos surge la fácil comparación con las fotos tomadas en la superficie lunar: en Timanfaya, a causa de las escasas precipitaciones, la huella de un pie puede permanecer varios años marcada en las cenizas, como la huella de Neil Armstrong en la Luna.
Bardenas Reales (Navarra)
A 15 kilómetros de Tudela se extiende uno de los territorios más sorprendentes de Navarra. Lo que en la era Cenozoica (hace 10 millones de años) fue un inmenso lago es hoy un terreno desértico y expuesto a la erosión, de tierras arcillosas y salobres, que ha sido escenario de rodajes de Juego de tronos y de una de las entregas de la saga de James Bond, El mundo nunca es suficiente (1999), entre otros. Un paisaje cambiante, de profundos tajos y barrancos que le confieren su extraño aspecto lunar. Para visitarlo, lo más recomendable es acudir al centro de interpretación Los Aguilares.
Islote de Lobos (Fuerteventura)
En el brazo de mar que separa las playas lanzaroteñas de Papagayo y el mar de dunas de Corralejo, al norte de Fuerteventura, se halla uno de los espacios naturales más salvajes y sorprendentes de Canarias: el islote de Lobos. Sus 4,5 kilómetros cuadrados brindan la oportunidad de nadar en piscinas naturales o subir por un sendero acotado hasta La Caldera, un antiguo volcán de perfiles selenitas.
Tabernas (Almería)
Árido como pocos lugares en Europa, el desierto almeriense de Tabernas resulta tan impactante que desde hace décadas la industria cinematográfica ha usado estos decorados naturales para transportar a los espectadores a los desiertos de Sonora, las estepas de Conan, el Egipto de Indiana Jones o a la Luna, donde cae Tony Leblanc en la comedia El astronauta (1970).
La noche de los telescopios
Almagro (Ciudad Real)
El 42º Festival de Almagro y la Sociedad Española de Astronomía (SEA) celebran el 50º aniversario de la llegada del hombre a la Luna con un fin de semana lunar (el 19 y el 20 de julio) en el que habrá observación con telescopios en la plaza Mayor de Almagro, talleres infantiles y recital poético con textos del Siglo de Oro.
Tiedra (Valladolid)
El Centro Astronómico de Tiedra está dotado con telescopios para observar en directo el eclipse parcial de Luna del martes 16 de julio, que coincide con el aniversario del lanzamiento del cohete Saturno que impulsó el módulo lunar Eagle y la cápsula Columbia hasta la Luna. El eclipse, visible desde toda España, comenzará a las 20.44, con el máximo a las 23.31, y finalizará a la una de la madrugada. Precio: 40 euros, incluida la cena.
Galáctica (Teruel)
El sábado 13 de julio, el centro astronómico Galáctica, en la localidad turolense de Arcos de las Salinas, organiza una fiesta en la que participará Carlos González Pintado, exjefe de operaciones de la NASA en España. Habrá cine astronómico, espectáculo teatral y observación nocturna del satélite (que estará en fase creciente, casi llena) con telescopios. Precio: 18 euros por persona.
Luna (Zaragoza)
AstroAfición organiza salidas con telescopios para ver el eclipse de Luna del 16 de julio desde el pueblo madrileño de Guadarrama (40 euros). Junto con la agencia Pangea, también organizan un viaje de dos días a Luna (Zaragoza). El precio, 249 euros, incluye el autocar desde Madrid o Barcelona, alojamiento, paella campestre, cena en el monasterio de Monlora, observación con telescopios y verbena nocturna.
Hoyos del Espino (Ávila)
Los 45 alojamientos con certificación Starlight que existen en España son un buen lugar para observar la Luna. Por ejemplo, el hotel El Milano Real, en Hoyos del Espino (Ávila), que ofrece habitaciones con vistas a los picos de la sierra de Gredos y una cúpula con telescopio a disposición de sus huéspedes (18 euros por persona, bajo petición). Una estancia de dos noches para dos personas, con desayunos y cena opcional, cuesta desde 207 euros.
Fregenal de la Sierra (Badajoz)
El complejo turístico Entre Encinas y Estrellas (e-EyE), en Fregenal de la Sierra (Badajoz), ofrece a sus huéspedes observar el cielo nocturno. Cuenta con tres casas rurales —Cefeo, Andrómeda y Cassiopeia— y observatorios individualizados con telescopios robotizados de largo alcance para ver de cerca los puntos de alunizaje de las misiones Apollo. Con motivo del 50º aniversario del viaje del Apollo 11 han elaborado una programación especial para los días 20 y 21 de julio que incluye un simulador 3D del módulo lunar. Habitaciones, desde 120 euros por noche; alquiler de telescopios, 50 euros por persona.
Parador del Teide (Tenerife)
Situado a 2.152 metros sobre el nivel del mar y alejado de cualquier foco de contaminación lumínica, el parador del Teide invita a comparar desde su mirador los cráteres y valles de la Luna con los paisajes selenitas de Las Cañadas. Todos los viernes se imparten unas charlas con reconocidos divulgadores astronómicos y se organizan observaciones gratuitas con ayuda de dos potentes telescopios. Desde 155 euros.
Contando cráteres
Huellas de meteoritos
Mares y océanos (sin agua)
Montañas y cordilleras
“A magnificent desolation” (una magnífica desolación), así describió el astronauta Buzz Aldrin los fascinantes paisajes de nuestro satélite, en el que también hay valles, mares y montañas.
Los accidentes geográficos más característicos de la Luna son los cráteres, resultado del impacto de meteoritos sobre la superficie. El 10 de enero de 1968, la nave no tripulada Surveyor 7 se posó en el borde exterior de Tycho (1), el cráter más prominente del hemisferio sur, llamado así por el astrónomo danés Tycho Brahe (1546-1601). Su enorme y brillante sistema de marcas radiales, producidas por los materiales eyectados en la colisión, se aprecia perfectamente con unos prismáticos, al igual que los de Kepler (2) y Copérnico (3), al noroeste de la cara visible de la Luna.
En realidad, se trata de extensas planicies de basalto, formadas por erupciones, que se ven a simple vista como grandes manchas oscuras. El Mar de la Tranquilidad (4) fue el lugar donde el 20 de julio de 1969 se posó el módulo lunar de la nave Apollo 11. Unos meses después, el 19 de noviembre, la misión del Apollo 12 realizó el primer alunizaje de precisión en el Océano de las Tormentas (5), muy cerca de la sonda Surveyor 3, enviada a la Luna dos años antes. El módulo lunar del Apollo 17 fue la última nave tripulada que se posó sobre la Luna. Los astronautas Eugene Cernan y Harrison Schmitt tomaron muestras, pasearon y saltaron durante más de tres días en el valle de Taurus-Littrow (6).
En la Luna también hay montañas, algunas tan grandes como las de la Tierra, como el Mons Huygens (7), de 5.500 metros, o la cordillera Leibnitz, en la cara oculta.
Paseos (casi) lunares de Australia a Chile
Valle de la Luna (Chile)
Existe un lugar en Atacama que recibe el nombre de Llano de la Paciencia porque en más de 100 kilómetros no hay ni un árbol ni una loma que rompan la horizontalidad del paisaje. Cerca de allí, en el Valle de la Luna, la tierra se desgaja en barrancas hondas y dunas negras, un paisaje trascendental donde la Luna parece estar al alcance de los dedos.
Gebel Kamil (Egipto)
En junio de 2008, el geólogo italiano Vincenzo de Michele exploraba el desierto egipcio con Google Earth cuando vio lo que parecía un cráter de impacto de 45 metros de ancho y 16 metros de profundidad, con marcas radiales similares a las del cráter Tycho, en la Luna. Junto a Mario di Martino, del Instituto de Astrofísica de Turín, organizó una expedición a la zona, en el suroeste de Egipto, donde encontraron los restos de un meteorito que se estrelló contra la Tierra hace unos 5.000 años. El mayor cráter de impacto en Egipto es el GKCF13, de 950 metros de diámetro y 80 metros de profundidad, descubierto en 2005 en el desierto Líbico.
Meteor Crater (EE UU)
Uno de los cráteres de impacto más espectaculares es el Meteor Crater, en Arizona (EE UU), con un diámetro de 1,5 kilómetros y 150 metros de profundidad, cuya edad se estima en unos 50.000 años. El cráter Barringer, como también se conoce, se encuentra a una hora en coche de Flagstaff, Arizona, por la mítica Ruta 66.
Bahía de Ghoubbet (Yibuti)
Hay pocos lugares en el mundo con paisajes tan extremos como los de Yibuti. Lugares como el lago Abbé —un trozo de Luna en la Tierra—, salpicado de chimeneas termales de hasta 50 metros de altura, o la bahía de Ghoubbet y sus islas con cráteres volcánicos.
Wolfe Creek (Australia)
Hace unos 300.000 años, durante el Pleistoceno, una roca metálica de 50.000 toneladas procedente del espacio se estrelló en el sur de Gondwana (el supercontinente del que se escindirían África, Sudamérica, Australia, Nueva Zelanda, el Indostán, Madagascar y la Antártida) creando un enorme cráter de impacto de 875 metros de diámetro y 60 metros de hondo en el norte de Australia, a 150 kilómetros de Halls Creek, en la región de Kimberley. En las leyendas aborígenes, el cráter de Wolfe Creek es conocido como Kandimalal, y lo atribuyen a una enorme roca desprendida de la Luna.
Cinco, cuatro, tres, dos, uno...
1. Londres
2. Nueva York
3. Cabo Cañaveral (Florida)
4. Huntsville (Alabama)
5. Canberra (Australia)
La capital británica celebra el aniversario del Apollo 11 con actuaciones musicales, exposiciones, conferencias, fiestas en la calle y visitas guiadas a jardines lunares (diseñados para ser contemplados a la luz de la luna). Del 19 al 26 de julio (moonfestival.co.uk).
Apollo's Muse: The Moon in the Age of Photography (La musa de Apolo: la Luna en los tiempos de la fotografía), que puede verse en el MET hasta el 22 de septiembre, muestra el progreso de la fotografía en los viajes espaciales.
El 50º aniversario del alunizaje del Apollo 11 se celebrará de forma especial en el Kennedy Space Center en Florida (EE UU), que recreará el 16 de julio en tiempo real la secuencia de lanzamiento de la nave.
El Rocket Center, donde se construyó el cohete Saturno V, intentará batir el 16 de julio un récord con el lanzamiento simultáneo de 5.000 pequeños cohetes a escala.
Las primeras imágenes del desembarco de Armstrong y Aldrin en la Luna se retransmitieron desde la estación de Honeysuckle Creek, en Canberra, que lo celebra con cinco días de exposiciones y conferencias durante la Canberra Moon Week, del 17 al 21 de julio.
Música, cine y cohetes espaciales
Pisar la Luna con Xoel López
Algunas curiosidades
Hasta el momento, solo 12 personas han pisado la Luna (moonwalkers).
El astronauta Eugene Cernan, del Apollo 17, fue el último en dejar allí su huella, en diciembre de 1972.
El Apollo 11 tardó tres días en recorrer los 384.400 kilómetros de distancia entre la Tierra y la Luna.
Cerca de 530 millones de personas vieron en directo la llegada del hombre a la Luna. En España el acontecimiento fue seguido por 20 millones de espectadores.
La atracción gravitatoria de la Luna sobre mares y océanos es la principal responsable de las mareas.
Veranos de la Villa y Planetario de Madrid programan para el 20 de julio una velada gratuita de música, cine y astronomía al aire libre en el auditorio del parque Tierno Galván. Intervendrán científicos como Carlos Briones, del Centro de Astrobiología del CSIC, o Eva Villaver, doctora en Astrofísica de la UAM, y protagonistas de la exploración espacial como el cosmonauta ruso Alexander Lazutkin. El músico gallego Xoel López interpretará temas inspirados por la Luna como Space Oddity, de David Bowie. Acceso gratuito hasta completar el aforo.
Ya hemos llegado
“The Eagle Has Landed” (El águila ha aterrizado). Los técnicos de la estación de seguimiento de la NASA en el pueblo madrileño de Fresnedillas de la Oliva fueron los primeros en escuchar la esperada señal del alunizaje del Apollo 11 a través de la antena que la NASA instaló en sus tierras. El fin de semana del 13 y el 14 de julio celebrarán el 50º aniversario de la hazaña durante la Feria Turística Familiar de Ciencia y Espacio, en la que habrá talleres de maquetas espaciales, diseño de cohetes y paseos virtuales por la Luna.
Barcelona, Gijón y Madrid
El Splashdown Festival (desde hoy y hasta el 7 de julio, en el CCCB de Barcelona, y del 19 al 21 de julio, en Laboral Gijón) acogerá conferencias, talleres, cine y música sobre el Apollo 11 y otros hitos de la exploración espacial. Y hasta el 17 de noviembre, Espacio Fundación Telefónica, en Madrid, acoge la exposición De Madrid a la Luna, sobre el papel de España en la misión del Apollo 11.
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