Venus O’Hara: “Los orgasmos permiten canalizar la energía del universo y enchufarse a Dios”
La escritora, divulgadora y probadora y diseñadora de juguetes eróticos plantea en su nuevo libro una aproximación sin prejuicios al territorio del placer sexual
Nos cuenta que tenía la costumbre de citarse con amigos y amantes en un tramo de la barcelonesa calle de Venus. En concreto, en el que va de Libertad a Peligro. “Allí sigo estando yo”, confirma con risa fresca. En persona, Venus O’Hara (profesional de la audacia, divulgadora sexual, youtuber, escritora, modelo fetichista, probadora y diseñadora de juguetes eróticos) es una mujer cordial, apasionada y ocurrente. Se expresa en un castellano rico y preciso, pero moteado por el sugerente acento británico que se trajo de su Mánchester natal. Acaba de escribir un libro, Manifestación orgásmica (Luciérnaga), el tercero en nuestro idioma tras Inglés para pervertidos y La máscara de Venus.
Ella es proclive a escribir desde la experiencia, en una juiciosa y cómplice primera persona, pero esta vez apenas ha hablado de sí misma más allá del prólogo. Ha preferido transmitir con nitidez un mensaje que considera crucial: “Los orgasmos son poderosos, permiten canalizar la energía del universo y, en cierto sentido, enchufarse a Dios”.
Venus (prefiere no compartir su nombre real ni su edad) habla de magia sexual tal y como la definieron referentes del esoterismo y el misticismo alternativo como Aleister Crowley o Gerald Gardner. Ella se ha propuesto enseñar a sus lectores a recogerla y encauzarla a través de una serie de rituales: “Mi libro es apto también para escépticos y simples curiosos. En él leerás sobre chacras, la magia de la música y de los aromas, las fases lunares, las preparaciones mágicas o las técnicas para erotizar nuestros deseos. Son tradiciones apasionantes a las que yo he dedicado seis años de investigación y práctica personal”.
O’Hara cree en la razón, pero también en la dosis de pensamiento mágico que puede aportar a nuestras vidas una dimensión extra. Ella empezó a aplicarlo a sus rutinas cotidianas en 2018, en un momento en que atravesaba un bache profesional y anímico y cayó en sus manos el manual de autoayuda Piense y hágase rico, de Napoleon Hill: “Fui desembocando poco a poco en la ritualización del sexo. Llegó un momento en que se convirtió en mi tema, empecé a dar conferencias al respecto y, cuando mi editor me propuso escribir un libro, no dudé en proponerle que se centrase en la manifestación orgásmica”.
El libro arranca así: “Me lo dedico a mí misma. A mi perseverancia”. Porque Venus nunca se rinde. Se instaló en Barcelona hace ahora 20 años, en cuanto completó sus estudios de Bellas Artes y Ciencias Políticas en Birmingham, consiguió mantenerse a flote “sin el apoyo de una pareja y una familia”, dejando atrás periodos de precariedad en los que, según nos cuenta, “subsistía solo con un plato de gazpacho a mediodía”.
Perseveró, creó a Venus, su alter ego, la mujer enérgica, seductora y “magnética” que siempre quiso ser, y el disfraz se convirtió en piel: “Es la máscara con la que quise proteger mi privacidad cuando me convertí en bloguera erótica, pero también la mejor versión de mí misma”. Como Venus, ha sido divulgadora del placer femenino y sus efectos empoderadores y terapéuticos. También columnista de EL PAÍS o The Guardian y pionera en la industria de los juguetes sexuales. Patentó una aproximación desprejuiciada a estas temáticas, un antiglamur glamuroso que es su marca de fábrica. Hoy se define como una embajadora del placer “espiritual, sapiosexual (porque son las mentes, no los cuerpos, los que estimulan mi deseo), feminista y romántica”. En definitiva, lo que ha sido siempre: una mujer a medio camino entre la libertad y el peligro.
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