La nueva confesión del cabecilla de la trama Gürtel
Francisco Correa remite un escrito a Anticorrupción donde implica a ex altos cargos del PP en la red de corrupción masiva
Francisco Correa, jefe de la trama corrupta Gürtel alimentada por numerosas administraciones gobernadas por el PP, ha remitido al juez dos escritos de su puño y letra donde involucra en sus actividades ilegales a media docena de excargos del PP en los municipios de Majadahonda y Boadilla del Monte.
La nueva confesión de Correa llega a escasos meses del comienzo del juicio por la segunda etapa del caso Gürtel, la que va de 2005 a 2009. La Audiencia Nacional condenó ya a Correa por la primera etapa de actividades de la red corrupta (1999-2005) a 51 años de cárcel por los delitos de prevaricación, fraude, cohecho, falsedad en documento público, malversación y blanqueo de capitales. Ese juicio condenó también al PP a pagar 245.000 euros como partícipe a título lucrativo de los delitos cometidos por la red empresarial corrupta, que pagaba actos electorales de la formación conservadora en los municipios que le adjudicaban contratos públicos previamente amañados.
Esta sentencia de la Audiencia Nacional por el caso Gürtel, después confirmada por el Supremo, desencadenó la moción de censura que acabó con Mariano Rajoy fuera de la política y llevó a la presidencia del Gobierno al socialista Pedro Sánchez.
El juicio de la segunda etapa de Gürtel comenzará este otoño en la Audiencia Nacional. El auto de procesamiento señala también al Partido Popular como partícipe a título lucrativo de los delitos cometidos por la trama corrupta en el Ayuntamiento de Boadilla del Monte: “Habría resultado beneficiado con la actuación del grupo en una cuantía de 204.198 euros al recibir cantidades y abono de servicios de las comisiones ilícitas cometidas”.
El escrito de Correa dirigido a Anticorrupción, al que ha tenido acceso EL PAÍS, admite que “son ciertos” los hechos reflejados en el escrito de acusación de la Fiscalía y detalla las corruptelas de las que se beneficiaron determinados excargos del PP. La Fiscalía pide 76 años de cárcel para Correa y 40 para el exalcalde de Boadilla, Arturo González Panero. Además, considera al PP partícipe a título lucrativo de los delitos cometidos por la trama corrupta con los que se financiaron actos electorales de la formación política por 204.198 euros.
Correa detalla así todo el mecanismo de la corrupción puesto en marcha por sus empresas en uno de los ayuntamientos de la Comunidad de Madrid donde hizo más negocio:
“Yo actuaba de intermediario entre constructoras y la alcaldía. El alcalde siempre percibía dádiva”
“Yo actuaba como intermediario entre los empresarios de empresas de construcción o de servicios y la alcaldía así como con la Empresa Municipal de la Vivienda. Yo negociaba el margen de porcentaje de cada adjudicación y cuando se materializaba la contratación, el empresario me entregaba el dinero en efectivo y yo siempre le entrega a Arturo González Panero [alcalde] o a Tomás Martín Morales [presidente de la Empresa Municipal de la Vivienda] dependiendo de cuál fuera el órgano que licitaba el concurso: la alcaldía o la Empresa de la Vivienda. Como dato significativo: el alcalde percibía dádiva en cualquiera de los casos, es decir siempre”.
Francisco Correa expone cómo se introdujo en el Ayuntamiento de Boadilla del Monte a través de contactos que le facilitaron diversas personas, entre ellas el eurodiputado popular Ricardo Galeote; o el exalcalde de Majadahonda, Guillermo Ortega, también condenado a prisión por los negocios que mantuvo con la trama corrupta entre 1999 y 2005. Correa consiguió influir tanto en ese municipio, gobernado por el PP con mayoría absoluta, que colocó en distintos puestos de la Empresa Municipal de la Vivienda y del Ayuntamiento de Boadilla del Monte a amigos suyos, dirigentes del PP.
“Todos participaron en el reparto de dádivas”
“Todos ellos participaron en el reparto de dádivas. Alfonso Bosch participaba exclusivamente en las adjudicaciones de la Empresa Municipal de la Vivienda. Quién decidía el nivel de participación en el reparto era su jefe, Tomás Martín Morales. Este recibía dádivas de las adjudicaciones de la Empresa Municipal de la Vivienda y cuando le nombraron director general del Ayuntamiento manteniendo el cargo de presidente de la Empresa Municipal de la Vivienda percibía de ambos organismos. Todas las adjudicaciones del Ayuntamiento las controlaba el alcalde. En relación al alcalde, Arturo González Panero, he de decir que su ambición era desmedida, con una falta y carencia de moralidad inexplicable”.
“Prometía contratos a diestro y siniestro”
“La relación con el alcalde Arturo González Panero era muy complicada. No mantenía su palabra ni código ninguno, prometía y garantizaba contratos a diestro y siniestro, cambiaba adjudicaciones aún habiéndolas prometido a un empresario y posteriormente otro empresario mejoraba la dádiva, dicho lo cual su actuación se podría resumir como “amoral”.
“Las dádivas eran viajes, regalos, ropa…”
“En cuanto a los trabajos que encargaban a nuestras empresas, la comunicación la mantenía directamente con Isabel Jordán y las dádivas se materializaban en especies, viajes, ropa, regalos, etcétera. Jordán tenía facultades dadas por mí para decidir las dádivas en especies de los distintos trabajos que nos encomendaba”.
“Tenía una obsesión diaria: invertir en Bolsa”
“Quiero resaltar que Arturo González Panero mantenía una obsesión diaria, hasta el punto de convertirse en una adicción de invertir en la Bolsa, motivo por el que me presentó a un amigo suyo, Javier del Valle, que tenía una empresa que se dedicaba al asesoramiento financiero. Javier le organizaba sus estructuras societarias y financieras. Durante un almuerzo acordamos crear una empresa para invertir en la Bolsa poniendo una cantidad equivalente cada uno de los participantes, no recuerdo la cifra concreta, no era muy importante […] Realmente, no tuvo ningún recorrido y al cabo del tiempo se hizo el reparto de devolución a cada uno de los participantes, inclusive creo recordar que con una pequeña pérdida de lo que invertimos”.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.