Un incendio obliga a desalojar a casi 1.000 vecinos de varias urbanizaciones de Estepona y Benahavís
Las rachas de viento cambiante a lo largo de la mañana han avivado las llamas que afectan a la sierra Bermeja y a los municipios malagueños de Jubrique y Genalguacil
Casi 1.000 personas han sido desalojadas a lo largo de este jueves por un incendio forestal declarado la noche del miércoles en Sierra Bermeja, en la Costa del Sol occidental malagueña. Los vecinos afectados residen en al menos tres urbanizaciones en los municipios de Estepona (67.000 habitantes) y Benahavís (7.900), pero también se ha actuado en varias fincas diseminadas por áreas rurales a las faldas del monte. Las fuertes rachas de viento de poniente, que batían de forma errante especialmente desde el mediodía, ...
Casi 1.000 personas han sido desalojadas a lo largo de este jueves por un incendio forestal declarado la noche del miércoles en Sierra Bermeja, en la Costa del Sol occidental malagueña. Los vecinos afectados residen en al menos tres urbanizaciones en los municipios de Estepona (67.000 habitantes) y Benahavís (7.900), pero también se ha actuado en varias fincas diseminadas por áreas rurales a las faldas del monte. Las fuertes rachas de viento de poniente, que batían de forma errante especialmente desde el mediodía, han dificultado tremendamente las labores de control de los distintos frentes sobre los que actuaron efectivos del Plan Infoca de la Junta de Andalucía.
“Las rachas de 35 kilómetros por hora hacen imposible una previsión optimista”, explicaban fuentes del Infoca en torno a las 17.00 horas, “frentes que se consideraban apagados o con llamas muy bajas vuelven a reactivarse”. La espesa humareda ha obligado a cortar de manera intermitente la autovía AP-7 a su paso por Estepona durante todo el día. En las áreas de Huerta Padrón y Peñas Altas, limítrofes con las llamas, el aire era apenas respirable a última hora de la mañana y la atmósfera soltaba copos de ceniza sobre los vecinos que observaban el avance del fuego en los cerros de la zona.
“Aquí la gente tiene casas para el fin de semana”, aclaraba Francisco Javier, vecino de 48 años de Estepona, poco antes de que la protección civil cortase el sendero hacia su finca y lo obligase a desalojar. La región, en la vaguada del río Padrón, concentra un buen número de fincas rurales con autocultivos de vega, especialmente de árboles frutales y verduras de huerta, como en buena parte de la sierra que corona la Costa del Sol. El paisaje apenas guarda relación con los escenarios de chalets y urbanizaciones de lujo que jalonan la entrada al monte. “Como salte el cortafuegos, se come todo esto”, comentaba el hombre en referencia a la franja sobre la que se apreciaban las llamas a poco más de un kilómetro, “el último incendio grande que hubo (en 2019) sí que entró por aquí”.
El fuego que ha llegado a amenazar el importante paraje natural de Los Reales, uno de los últimos reductos del pinsapo, conífera mediterránea autóctona del lugar, se declaró la noche del miércoles, en torno a las 21.30 horas. Dos primeros focos fueron detectados en los términos municipales de Genalguacil y Jubrique, en plena sierra. Sin embargo, el municipio más afectado ha sido Estepona, donde se localizan la mayor parte de las más de 2.000 hectáreas de perímetro que se intentó controlar durante todo el día. Casi 300 personas (entre ellas profesionales movilizados de Cádiz, Córdoba, Granada, Jaén y Sevilla), 18 camiones autobomba y hasta 30 aviones y helicópteros han participado en las labores de extinción. La orografía de montaña obligaba, sin embargo, a introducir maquinaria manual en los puntos de peor acceso, lo que cortaba el suministro de agua por tierra.
La consejera andaluza de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Rural, Carmen Crespo, ha calificado como “muy llamativo” el origen del incendio, que podría haber sido provocado: de noche y con dos focos alejados pero simultáneos. Un tercer foco se ha detectado por la mañana a la espalda de un parque zoológico en Estepona, a varios kilómetros de los puntos inicial. En 2019, un accidente con combustible en una granja apícola ocasionó un incendio en la misma zona que calcinó más de 300 hectáreas en pleno mes de agosto.
La gran mayoría de vecinos afectados han podido realojarse en casas de familiares o en otras viviendas propias. Menos de 20 personas han tenido que pasar la noche en los recursos habilitados en el pabellón deportivo El Carmen, en Estepona, y el Palacio de Congresos de Benahavís. El humo se ha extendido desde la sierra hasta la costa y ha llegado a ser visible desde Málaga y La Línea, en la provincia limítrofe de Cádiz. Imágenes por satélite mostraban cómo la nube se desplazó durante la tarde hacia el suroeste, hasta llegar a cubrir el mar de Alborán, entre la costa de Almería y Melilla.
A las 3.30 de este jueves, la policía aporreaba la puerta del apartamento de Víctor y Lorena. La joven, de 25 años, empezó a llamar al 112 en torno a las 23.00 del miércoles, cuando el fuego empezó a comer terreno al monte frente a su ventana. “Todos decían que estaba controlado o que estaba muy lejos y que no iba a llegar”, explica Víctor, de 34 años, “y de pronto nos teníamos que ir, que no era inminente que fuéramos a quemarnos, pero que había que irse; nos daban unos minutos para coger lo que era importante”.
“Yo llegué del trabajo a las 22.30 y ya había ceniza en la carretera”, replica Sabrina, farmacéutica de 32 años. Sobre esa hora, Víctor y Lorena ya estaban barriendo la casa: “Ya olía a quemado, y abrías la puerta y de la ventolera que hacía entraba la ceniza”. Hasta 400 vecinos fueron desalojados de las urbanizaciones de la zona, pero apenas una veintena han pasado la noche en el Pabellón de El Carmen, en Estepona, donde el Ayuntamiento ha dispuesto una serie de esterillas en el suelo del polideportivo y ha ofrecido duchas a los damnificados. Sobre las siete de la tarde de este jueves, la cifra de desalojados ascendía a 939, según los servicios de emergencia de Andalucía.
“Yo cogí mi documentación, a mi gata y ya”, explica Sabrina, “cuando salía cogí el uniforme y me lo llevé, lo vi ahí y no sé ni por qué, no sé qué se me pasaba por la cabeza, el corazón me iba a mil por hora, estaba hiperventilando todo el rato”. La joven habla mientras desayuna en una cafetería cercana al recinto deportivo donde ha pasado la noche. Es la primera vez que se sienta a charlar con sus vecinos. Apenas llevan medio año viviendo en el edificio. “Se ha tenido que incendiar este pueblo para obligarme a hablar con alguien”, ironiza la joven.
El edificio donde viven, Las Abejeras, una de las fincas afectadas, es un enjambre de apartamentos entre cuyos vecinos se cuentan extranjeros y españoles que tienen en Estepona una segunda residencia vacacional. También parejas y jóvenes que se han establecido en el municipio por trabajo o residencia. Como en el caso de Víctor y Lorena, el 112 ha atendido desde las 21.37 del miércoles más de 140 llamadas que alertaban del fuego, por lo que se avisó al Centro Operativo Provincial (COP) de Infoca, Bomberos de Málaga, el Grupo de Emergencias de Andalucía (GREA), Guardia Civil, Policía Local, la Policía Nacional y Protección Civil de Estepona. El nivel 1 se activa en los incendios que pudiendo ser controlados con los medios de extinción previstos en el Plan Infoca se prevé, por su posible evolución, que necesiten de la puesta en práctica de medidas para la protección de personas y bienes de naturaleza no forestal.