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Los presupuestos y el final de la legislatura condicionan el debate sobre el estado de Andalucía

El presidente de la Junta hará un repaso a sus 1.000 días al frente del Gobierno como aval de su gestión

Juan Manuel Moreno Andalucia
El presidente andaluz de la Junta, Juan Manuel Moreno, durante su intervención en la clausura del congreso de PP del Marbella, este domingo.JORGE ZAPATA (EFE)

El presidente de la Junta, Juan Manuel Moreno, encara este miércoles su segundo debate sobre el estado de Andalucía, con la negociación de los presupuestos y la fecha del final de la legislatura en el aire. El líder del PP andaluz llega al Parlamento decidido a hacer un repaso de sus más de 1.000 días al frente del primer Gobierno no socialista de la Junta y a plantear propuestas que arrojarán luz sobre sus futuras políticas para la recuperación económica. La aprobación de las cuentas regionales, que se presentarán la semana que viene y que el propio Moreno definió el domingo como “el colofón de su obra reformista”, condicionará su discurso y las réplicas de la oposición, sobre todo la respuesta del PSOE andaluz. El secretario general socialista, Juan Espadas, lanzó un ultimátum este martes, supeditando su apoyo o abstención a la respuesta a sus propuestas antes de la intervención del presidente. Un órdago que el Ejecutivo, formado por PP y Ciudadanos, rechazó de inmediato.

En su intervención, sin límite de tiempo, Moreno tiene previsto glosar los hitos de este último año de mandato, marcado por la salida de la pandemia, tal y como avanzaron el martes el vicepresidente de la Junta y líder de Cs, Juan Marín, y el portavoz de la Presidencia, Elías Bendodo. El presidente de la Junta ya reflexionó sobre su gestión este domingo durante la celebración del congreso del PP en Marbella en presencia de su homólogo gallego, Alberto Núñez Feijóo. “Hace poco cumplimos 1.000 días al frente del primer Gobierno no socialista de Andalucía y a uno se le pasa por la cabeza lo que ha hecho bien y mal”, reconoció Moreno.

En el repaso de cosas bien hechas remarcó las buenas perspectivas económicas: un crecimiento del PIB en el primer semestre del 6,1%, —”por encima de la media de España y de la Unión Europea”, recalcó Moreno―; el liderazgo en la confianza empresarial, creación de impuestos e inversión extranjera; una inversión sin precedentes en materia sanitaria y de educación, determinada por la pandemia; y también a otros dos de los mantras de su legislatura como una bajada de impuestos que insistió que beneficiaba a las clases medias y que tendrá un coste fiscal de 329 millones de euros, y la simplificación administrativa.

Marín y Bendodo también pusieron el énfasis este martes en esos mismos asuntos, aunque confirmaron que la intervención de Moreno sería propositiva y emplazaron al resto de los grupos a que hicieran lo mismo. El vicepresidente anunció que desde el Gobierno plantearían una votación final sobre el incremento de la participación de los Ayuntamientos en los tributos de la comunidad y en la solicitud al Ejecutivo central de un fondo de compensación transitorio con el que contrarrestar la infrafinanciación histórica de Andalucía, mientras se aprueba un nuevo modelo de financiación.

Son dos medidas con las que el bipartito busca presionar al PSOE a la hora de definir su postura, ya que los socialistas andaluces vienen defendiendo más dinero incondicionado para los ayuntamientos (reclaman 90 millones más para 2022) y en el caso del fondo de compensación se trata de una exigencia acordada entre los presidentes de Andalucía; Murcia, presidida por Fernando López Miras (PP); y Comunidad Valenciana, a cargo del socialista Ximo Puig. “¿Qué va a votar el PSOE? El jueves es cuando todos se harán la foto”, advirtió Marín.

Misma ilusión y experiencia y equipo

Es muy probable que Moreno aproveche el más que probable último debate de la comunidad para lanzar ofertas que nutran su próximo programa electoral. De hecho, en su intervención en Marbella ya lució la chaqueta de candidato a la reelección. “Tengo la ilusión y las ganas y algo que no tenía antes, la experiencia y el equipo para estar otros 1.000 o 2.000 días más. Os pido que me ayudéis para no volver a la casilla de salida”, enfatizó Moreno.

Moreno hará gala de estabilidad y defenderá que esa estabilidad pasa por aprobar los cuartos presupuestos “en tiempo y forma”. “Estos presupuestos son el colofón de la obra reformista”, recalcó el domingo. El presidente llega al debate cuando las expectativas de sacarlos con el mayor consenso posible, como él mismo reclamó el domingo, están más bajas. Si el PSOE cumple con la palabra dada por Espadas el martes y la Junta con la respuesta del vicepresidente, Moreno se subirá al atril con las negociaciones sobre las cuentas completamente rotas, salvo que él mismo intente recomponer las piezas.

El presidente andaluz quiso hacer coincidir el debate con la presentación de las cuentas autonómicas, que se darán a conocer el miércoles de la semana próxima, una decisión que le ha reprochado el PSOE y que Marín trató de desvincular el martes. “El debate sobre Andalucía no va de los presupuestos”. Sin embargo, su futuro condicionará también la legislatura y su duración. Aunque desde la Junta se insiste en que una cosa no condiciona la otra, en el Gobierno regional son conscientes de que encarar el final de la pandemia y la recuperación con unos presupuestos prorrogados resta confianza y posibilidades para fundamental la reactivación económica, sobre todo cuando se espera una buena inyección de fondos europeos. Agotar la legislatura supondría prorrogar por los presupuestos de 2021, una opción que el PP andaluz desaconseja.

El turno de réplica comenzará por la tarde. Los presupuestos, la no renovación del 40% de los contratos de los sanitarios realizados durante la pandemia y la concreción de los planes para los fondos europeos serán los argumentos en los que los principales partidos de la oposición centrarán sus críticas. Los socialistas incluirán en sus propuestas de resolución las mismas medidas que han defendido para aprobar los Presupuestos andaluces.

Moreno se enfrentará a portavoces menos expertos que él en este tipo de debate. En todos los grupos, salvo en el PP, se han producido cambios al frente de las portavocías. En el PSOE, la marcha de Susana Díaz tras perder las primarias, abrió paso al cambio en la dirección. Será Ángeles Férriz la que posicione al PSOE, en un debate que Espadas seguirá desde la tribuna del Parlamento, porque no tiene escaño. También ha habido cambios en Vox, Ciudadanos y en Adelante Andalucía. Este último grupo ya no se llama así, sino Unidas Podemos, tras la expulsión por tránsfugas de diputados afines a Teresa Rodríguez.

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