El principal rival de Marín concurre en las primarias andaluzas tras pagar la deuda con Cs
El Comité de Garantías rechazó el depósito ante notario del diputado autonómico, pero le amplió el plazo para abonar la cantidad reclamada
La decisión del Comité de Garantías de Ciudadanos de excluir provisionalmente de las primarias para elegir al candidato del partido a la Junta en Andalucía al diputado autonómico Fran Carrillo —el único de los 11 aspirantes con alguna posibilidad frente al actual líder, Juan Marín— ha embarrado aún más este proceso interno, convocado en medio de un puente festivo y con apenas dos días para presentar candidaturas. Carrillo fue inicialmente apartado de las primarias, que se resolverán entre el lunes y el martes próximos, por adeudar al partido unos 4.000 euros que corresponden al porcentaje de su sueldo como cargo público que debe ceder a la organización, según adelantaron a EL PAÍS fuentes de la dirección. El diputado autonómico ha pagado en la madrugada de este sábado la cantidad exacta en el número de cuenta del partido y entra finalmente en la lista de candidatos oficiales a las primarias.
El parlamentario andaluz aseguró este viernes que había depositado 4.000 euros ante un notario tras el aviso del partido, pero el Comité de Garantías le comunicó en la noche de este viernes que no aceptaba tal depósito y que le ampliaba el plazo para pagar hasta las 10.30 de este sábado —en el número de cuenta y con la cantidad exacta que se le había facilitado previamente—, según otras fuentes del partido. Carrillo mandó un mail esta madrugada diciendo que había pagado, pero, según la organización del partido, no había adjuntado un justificante del pago, solo un pantallazo.
La organización de Cs abrió el plazo de presentación de candidaturas el pasado miércoles a las nueve de la mañana y lo cerró el jueves a las nueve de la noche. De las 11 personas que se presentaron, fueron admitidas nueve, entre las que están Marín y Carmen Almagro, del sector crítico. Según fuentes de la dirección nacional, Carrillo quedó fuera de los candidatos oficiales provisionalmente porque no estaba al corriente de sus obligaciones económicas con el partido, condición para poder concurrir. El otro afiliado cuya candidatura estaba suspendida, José Antonio Pérez, entró finalmente en la lista al subsanar su incompatibilidad, que no tiene que ver con un impago.
Los estatutos de Ciudadanos, en su artículo 106.2.e, establecen la obligación de los cargos públicos e institucionales de ceder al partido en torno al 8% de su sueldo. Carrillo supuestamente llevaba sin entregar esta cantidad desde que dejó el escaño de senador en junio de 2020. Un responsable de la formación llamó a Carrillo en la noche de este jueves tras cerrar el acta de candidaturas y le anunció que disponía de 24 horas para ponerse al día en este pago y poder presentarse así junto al resto de admitidos.
Dentro de la lista de aspirantes, solo Marín y Carrillo ocupan un cargo público. Carrillo alegó este viernes que cuando fue sustituido en la Cámara alta por Fran Hervías, ex secretario de Organización de Cs y ahora asesor de PP, y regresó al Parlamento andaluz, pactó con el partido que dejaría de ceder un porcentaje de su sueldo como diputado autonómico y solo tendría que abonar las cuotas como afiliado (10 euros al mes). Este acuerdo, según su versión, lo alcanzó con los dirigentes del partido Carlos Cuadrado y José María Espejo-Saavedra. Sin embargo, fuentes de la dirección niegan que llegasen a ese acuerdo. “No se puede pactar algo contra lo que estipulan los estatutos”, asegura un alto cargo de Cs. Y así se pronunció este viernes Marín en un acto en Almería: “Todos los cargos electos debemos pagar una parte de esos ingresos todos los meses”.
Carrillo ha acusado a la cúpula nacional de Cs de “boicotear” sus aspiraciones y aupar a Marín utilizando el argumento de la deuda. Pese a las reticencias iniciales y haber acusado a la cúpula nacional de “chantaje” y “extorsión”, Carrillo anunció este viernes que había depositado ante notario —y no al partido, como muestra de su disconformidad— los 4.000 euros y recurrió la resolución del Comité de Garantías que lo excluía provisionalmente. El diputado afirmaba que, en la llamada que recibió no se le informó del importe exacto de la deuda y que había ingresado 4.000 euros porque esa era la cantidad que había sido filtrada a los medios este jueves. Sin embargo, fuentes de la cúpula desdicen a Carrillo y afirman que se le comunicó el importe exacto tanto por teléfono, este jueves, como por correo electrónico. “¿Cómo le íbamos a dar un plazo de 24 horas para que pudiera pagar sin decirle de cuánto era la deuda?”, se pregunta un dirigente de Cs.
El diputado reconoció luego, en la tarde de este viernes, que sí había recibido un correo, pero que le llegó después de haber depositado el dinero ante notario y de notificárselo al partido. A última hora de este viernes, el Comité de Garantías le comunicó que no aceptaba el depósito ante notario y que le ampliaba el plazo para dejar claro que “no existe discriminación”. Según Carrillo, no supo de la cantidad exacta hasta la noche de este viernes. El partido insiste en que se le comunicó ya desde la llamada del jueves.
Campaña a hurtadillas
Con la atención centrada en la polémica con Carrillo, los otros candidatos tratan de optimizar sus escasos recursos y la falta de apoyo del partido para poner en pie una campaña relámpago y convocada casi a hurtadillas, que empezaba este viernes. La onubense Elena Bago tiene experiencia porque se presentó a las primarias en 2018 y casi sorprende a Marín al obtener el 23% de los votos. “Yo denuncié que los tiempos eran mínimos, pero entonces nadie se quejó porque estaban a favor de lo orgánico y no había crisis; ahora que la hay, salen muchos críticos”, ironiza. Bago ha empezado a contactar con afiliados como ya hizo hace tres años. La campaña termina este domingo por la noche, y las votaciones telemáticas empiezan el lunes a las ocho de la mañana. Unos 2.600 afiliados, 1.300 menos que en 2018, tienen derecho a voto.
Carmen Almagro, la candidata de Renovadores, una corriente crítica, afirma: “La dirección no da cobertura ni publicidad a nuestros actos, solo nos facilita las sedes. Así que vamos a tener que tirar mucho del teléfono. Esta situación con unas primarias tan cortas solo genera ruido, frustración y desencanto entre los afiliados”. Bago repite en las primarias porque, como otros candidatos, está descontenta con el liderazgo de Marín. Y añade, en referencia al vicepresidente y a Carrillo: “Creo que ambos son lo mismo, la guerra está en ver quién hace la fusión con el PP. Lo que pasa es que Marín la hace por la vía andaluza a través de Elías Bendodo y Carrillo a través de Génova”. Esta ingeniera industrial asistió este viernes con estupor a la polémica por los pagos de última hora de su rival. “Me duele porque nos está ocultando a los demás”. La aspirante pone voz a un comentario común entre militantes: cuánto poder mantiene Fran Hervías en Andalucía para movilizar el voto de castigo contra Marín en Andalucía.
Y mientras los candidatos anónimos pergeñan cómo hacer su campaña, Marín cuenta con la cobertura mediática que le da la vicepresidencia de la Junta para visibilizar su mensaje de estabilidad y logros alcanzados por su partido desde que está en el poder. Este viernes ya lo ha hizo en Almería, acompañado de la consejera de Empleo, Rocío Blanco, y se espera que multiplique sus actividades este fin de semana, como así le ha pedido la dirección nacional para revalidar su liderazgo. Marín quería que el proceso de selección fuera rápido y que pasara lo más desapercibido posible. Así se lo había manifestado a su entorno más cercano. Su primer deseo se ha cumplido: el ganador se conocerá apenas una semana después de su convocatoria. Pero las primarias de Cs ya son más ruidosas de lo que le hubiera gustado.
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