El jurado popular declara culpable de homicidio a la acusada de decapitar a su pareja

La deliberación asume el agravante de parentesco entre la víctima y la culpable, que entregó presuntamente a una amiga la cabeza del asesinado. La Fiscalía pide para ella 15 años de prisión

La acusada de asesinar a su novio en 2019 en Castro Urdiales, Carmen Merino, en la segunda sesión del juicio en la Audiencia de Cantabria.POOL (Europa Press)

El jurado popular que ha estudiado el caso de la cabeza de un hombre que apareció en Castro Urdiales (Cantabria) en 2019 ha inculpado a la pareja del fallecido. El jurado considera probado que la mujer causó la muerte del hombre y la Fiscalía reclama 15 años de prisión por homicidio con agravante de parentesco y atribuye el suceso a un “móvil económico”. La acusación particular, que exigía en primer término prisión permanente...

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El jurado popular que ha estudiado el caso de la cabeza de un hombre que apareció en Castro Urdiales (Cantabria) en 2019 ha inculpado a la pareja del fallecido. El jurado considera probado que la mujer causó la muerte del hombre y la Fiscalía reclama 15 años de prisión por homicidio con agravante de parentesco y atribuye el suceso a un “móvil económico”. La acusación particular, que exigía en primer término prisión permanente revisable, se ha adherido a la petición del fiscal. El abogado defensor ha pedido que se aplique la pena mínima correspondiente a los cargos, que se quedaría en 12 años y medio. La acusada lleva en prisión provisional desde 2019.

La mujer, de nombre Carmen M. y de 61 años, ha ceñido su defensa durante las dos semanas de juicio a intentar exculparse del suceso y ha señalado a su amiga, de también iniciales C.M., como posible autora de los hechos. Ella lleva en prisión provisional en Santoña (Cantabria) desde 2019. El 29 de septiembre de ese año su vecina y allegada abrió una caja de cartón que le había entregado la sospechosa, que le dijo en primavera que dentro había “juguetes sexuales” que no quería que la Guardia Civil descubriera en su vivienda, pues su pareja, Jesús María B., llevaba varias semanas desaparecido. Las sesiones en el juzgado de instrucción de Castro Urdiales han servido para que la defensa de la acusada, para quien la Fiscalía reclama 25 años de prisión contra la prisión permanente revisable que reclama la familia del difunto personada como acusación particular, exija su absolución. Este jueves, en la cita de conclusiones ante el juez, el abogado planteó la petición subsidiaria de encubrimiento del crimen para su clienta, aunque no precisó quién podría haber matado al hombre, cuyo cuerpo no ha sido encontrado.

El fiscal ha tratado de demostrar, conforme a las declaraciones de los peritos, los guardias civiles citados y las búsquedas en el ordenador de Carmen M., que fue ella la que, siguiendo “móviles económicos”, acabó con la vida de su novio, de 67 años. El representante del ministerio público se ha apoyado en que en el dispositivo alguien quiso saber en Google asuntos como “Cuánto tiempo tarda en descomponerse un cadáver” o dudas sobre si en caso de muerte una persona puede cobrar la pensión del fallecido. Tanto él como la letrada de la familia describieron las semanas posteriores al presunto suceso, en el que la sospechosa contrató a varias personas para que limpiaran la vivienda e incluso una de ellas declaró ante el magistrado que trasladó bolsas de basura muy pesadas, en las que estas partes creen que podrían encontrarse restos del cadáver de Jesús María. Ambos han criticado el “relato ilógico” de la acusada ante un delito “espeluznante y premeditado”.

La Fiscalía ha centrado las sesiones en analizar el relato de la mujer y buscar incongruencias, como que ella sostuvo ante los familiares de su novio que fue ella quien acudió al cuartel para denunciar la ausencia, pero la Guardia Civil ha declarado que fue un primo del difunto quien dio el primer aviso. También ha descrito que C.M. “hizo acopio” de una importante cantidad de un fármaco relajante que se le halló al difunto en la cabeza. Estos restos mortales, al estudiarlos, revelaron que la cabeza se sometió a un “fuego sólido incandescente propio de un electrodoméstico”.

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