La estrategia de Arrimadas para mantenerse como líder política divide a Ciudadanos
El reglamento de la asamblea de refundación es respaldado solo por el 55% de los consejeros, en medio de una fuerte discusión por el plan de la dirección de crear una bicefalia
El plan de la dirección de Ciudadanos para asegurar la continuidad de Inés Arrimadas como figura preeminente del partido sin someterse a primarias a corto plazo ha tensionado esta semana a la formación. El Consejo General —máximo órgano entre asambleas— vivió el martes una de las reuniones más complicadas para la presidenta de Cs. Uno de sus miembros, Rainaldo Ruiz, estuvo a punto de echar abajo el reglamento que regula la futura asamblea de refundación, prevista para enero. Concejal de L’Hospitalet de Llobregat (Barcelona) y poco conocido entre las filas de Cs, Ruiz presentó una enmienda a la...
El plan de la dirección de Ciudadanos para asegurar la continuidad de Inés Arrimadas como figura preeminente del partido sin someterse a primarias a corto plazo ha tensionado esta semana a la formación. El Consejo General —máximo órgano entre asambleas— vivió el martes una de las reuniones más complicadas para la presidenta de Cs. Uno de sus miembros, Rainaldo Ruiz, estuvo a punto de echar abajo el reglamento que regula la futura asamblea de refundación, prevista para enero. Concejal de L’Hospitalet de Llobregat (Barcelona) y poco conocido entre las filas de Cs, Ruiz presentó una enmienda a la totalidad alegando que la dirección “ha arrinconado” al Consejo en la toma de decisiones y denunciando falta de “transparencia” y de “democracia” interna en el proceso. Su enmienda decayó, pero por la mínima.
“Ayer por la tarde nos enteramos de que está todo decidido”, protestó el consejero el martes durante su intervención en la reunión. Un día antes, el lunes, fuentes de la dirección anunciaron a los medios de comunicación ese cambio estructural: proponen eliminar la figura del presidente que ahora ocupa Arrimadas y dividir la organización en dos bloques: uno orgánico (con un responsable máximo que saldría de las primarias a principios del año próximo) y otro centrado en la acción política (a cuyo frente seguiría Arrimadas, sin someterse a primarias hasta que se convoquen las elecciones generales a finales de 2023).
“Anuncié el proceso de refundación en junio. Está cumpliendo todos los plazos”, replicó el pasado viernes Arrimadas en conferencia de prensa. “Dentro de las propuestas, una es la del cambio de modelo del partido en el que haya una parte más dedicada a lo orgánico y una parte que se dedique a lo político. A mí me parece que, si eso es lo que elige la militancia, puede ser muy buena idea”, dijo.
Lo que validará la militancia en enero ya no será su liderazgo, sino el modelo de bicefalia. Si se aprueba, Arrimadas será la cabeza de la acción política automáticamente. No se supeditará, en ese caso, su nuevo cargo al refrendo de las bases, pese a haber reiterado durante meses que todos los liderazgos se cuestionarían, como muy tarde, en enero. Y, ya en otoño de 2023, competiría en primarias para ser la candidata a las elecciones generales, según fuentes de la dirección. “Estoy muy fuerte, convencida de que voy a seguir luchando por Ciudadanos”, sentenció.
El primer escollo, el del Consejo, fue superado por la mínima con 56 votos a favor de rechazar el reglamento de la asamblea de refundación, 65 en contra y tres abstenciones. El texto fue aprobado por un escaso margen del 55%, lo que supone una de las votaciones más ajustadas, pese a que la enmienda fue presentada por un cargo orgánico apenas conocido. La votación fue secreta a petición de 34 consejeros, algo que nunca había pasado. Además, la dirección convocó un cónclave telemático —lo que disgustó a varios de los consejeros—, aunque finalmente se permitió acudir a la sede a quienes estuvieran interesados. El secretario de Organización, Carlos Pérez Nievas, negó las acusaciones: “Este reglamento no liquida al Consejo General. Lo que ayer se anuncia es lo que quiere la afiliación. Hay un trabajo previo que parece que se está obviando. Se ha trabajado en un proceso de escucha”. Fuentes de la dirección achacan las críticas a que la modificación es “grande” y “es normal que haya gente que se resista a esos cambios”.
La propuesta de bicefalia parte del equipo (conocido como G-8) que trabaja en la refundación de Cs tras un proceso de escucha en el que han participado 2.000 afiliados y simpatizantes. En ese núcleo están el diputado Guillermo Díaz, mano derecha de Arrimadas, y la vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís. Ambos aspiran a estar también en la futura pata política del partido, no en la orgánica, para la que se busca un perfil más técnico. En la formación suena con fuerza para ese puesto el nombre de Adrián Vázquez, recientemente nombrado jefe del grupo parlamentario en Bruselas.
La iniciativa tiene que incluirse en una ponencia que ha de ser aprobada en la asamblea convocada entre el 13 y 15 de enero. Los dirigentes que redactarán esa ponencia y la de valores fueron designados el pasado miércoles, y su contenido estará listo dentro de escasos días. Lo incongruente es que las primarias en las que se elegirá a la cabeza de la parte orgánica se celebrarán el 9 y 10 de enero, antes de la asamblea en la que la militancia ha de ratificar precisamente si quiere o no que exista esa nueva figura. Fuentes de la dirección alegan que no habrá problemas porque creen que hay unanimidad en las bases sobre que la estructura se divida en dos. Ese líder técnico estará centrado en enfrentar los problemas orgánicos que se suceden en Ciudadanos. Más adelante se dilucidará cómo convive la bicefalia de esta figura con la de Arrimadas. Miembros de Cs denuncian que la Ejecutiva tendría que caer en su conjunto al celebrarse una asamblea.