Feijóo esconde su victoria en el Constitucional

Lo lógico habría sido mostrarse triunfante en el Senado, sacando pecho de su victoria en el Tribunal Constitucional. El contexto del duelo entre Alberto Núñez Feijóo y Pedro Sánchez era por primera vez favorable para el líder de la oposición, solo unas horas después de que el tribunal de garantías haya dado la razón al PP en su recurso de amparo suspendiendo la tramitación parlamentaria de la reforma del Constitucional. En principio, una severa derrota del PP al Gobierno. Sin embargo, Feijóo ha pasado de puntillas por ello este miércoles, y no ha reivindicado su éxito judicial. Como si no hubiera existido. La realidad, que se ha dejado entrever en el disimulo de Feijóo en el Senado, es que el PP quiere pasar ya esta pantalla. Los populares tienen dudas sobre los réditos de una estrategia que ha tensionado al máximo la discusión política y que también ha logrado movilizar a la izquierda.

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El cara a cara entre Feijóo y Sánchez en el Senado

A diferencia de Sánchez, que sí ha ido a la ofensiva en este asunto acusando a Feijóo de haber conseguido “enmudecer a las Cortes Generales” con su maniobra jurídica, Feijóo no quería hablar de la decisión del Constitucional. No lo mencionó en su pregunta al presidente, dedicada a reprocharle sus cesiones al independentismo catalán, y solo hizo referencia después, cuando pidió a Sánchez que “deje de descalificar” al tribunal de garantías. “Colar una reforma del poder judicial por la puerta de atrás no mejora la separación de poderes”, le ha espetado a Sánchez con perfil bajo.

El silencio del líder del PP sobre la inédita decisión del Constitucional es elocuente. Habla de las dudas que recorren al PP sobre los beneficios para el partido de lo que ha sucedido, más allá de haber logrado doblar el brazo al Gobierno en el corto plazo. Existe el temor de que la situación se haya ido de madre. En el equipo de Feijóo están muy preocupados en explicar que el PP no ha evitado que se vote una ley en el Senado, sino que solo se han suprimido las enmiendas cuestionadas. Los asesores del líder popular consideran que la maniobra sí les ha servido para ganar la partida a sus competidores por la derecha, Vox y Ciudadanos, cortando el vuelo que habían logrado con la iniciativa de la moción de censura, pero en la cúpula no está tan claro el beneficio en su disputa con el PSOE.

El ánimo del partido no es victorioso. “Cuando hay mucha tensión en la política se aleja a los ciudadanos. Tus bases se movilizan, pero aquí la clave es el millón de votantes en el centro que bascula entre el PP y el PSOE y que decide las elecciones, que no está claro que captes con esto”, reflexiona un dirigente de la cúpula. “Estamos a garrotazos, como en el cuadro de Goya”, opina otro miembro de la dirección popular, “y esto no beneficia a nadie”. El temor es que quien gane sea Vox, porque los populismos se crecen en el caos. De ahí también que Feijóo haya bajado el diapasón esta semana, incluido el debate con Sánchez en el Senado, en el que ha contenido el tono. “Hay exceso de ruido”, alertan voces de peso del PP. En la dirección del grupo parlamentario, que pilotó la estrategia jurídica, están más satisfechos de su movimiento, pero también se escuchan voces críticas. “Esta es una victoria de luces cortas”, opina un diputado, que cree que los socialistas, en cambio, sí parecen tener un plan a largo plazo.

Además, a Feijóo se le vuelve como un bumerán en esta disputa que él no cumplió con la obligación constitucional de renovar el Poder Judicial. Sánchez ataca por ese punto débil y ha acusado a Feijóo de perseguir un “mandato imperecedero” de los vocales del consejo. El líder del PP toca otras teclas, y explota las contradicciones del presidente con el independentismo y que ha incumplido varias de sus promesas electorales. La mejor frase de Feijóo en el debate nada tenía que ver con el Tribunal Constitucional. “El Pedro Sánchez Pérez-Castejón del año 2019″, le ha afeado al presidente, “no votaría al Pedro Sánchez Pérez-Castejón de 2023″. Mejor cambiar el foco.