Cuatro detenidos por pinchar un oleoducto en Sevilla y robar más de 4.000 litros de gasolina
El combustible sustraído se almacenaba en pequeños depósitos y se ocultaba en el interior de camiones para, después, distribuirlo y venderlo en el mercado negro
La Guardia Civil ha detenido a cuatro personas en Utrera (Sevilla, 51.145 habitantes) que se dedicaban a robar carburante mediante la perforación de oleoductos. El combustible sustraído, un total de 4.400 litros, de los que han sido recuperados solo 2.300, se almacenaba en pequeños depósitos y se ocultaba en el interior de camiones. Después, se distribuía y vendía en el mercado negro. Una de las personas arrestadas en la operación es el comercial de una emp...
La Guardia Civil ha detenido a cuatro personas en Utrera (Sevilla, 51.145 habitantes) que se dedicaban a robar carburante mediante la perforación de oleoductos. El combustible sustraído, un total de 4.400 litros, de los que han sido recuperados solo 2.300, se almacenaba en pequeños depósitos y se ocultaba en el interior de camiones. Después, se distribuía y vendía en el mercado negro. Una de las personas arrestadas en la operación es el comercial de una empresa del sector de la distribución de combustibles ubicada en Espera (Cádiz, 3.845 habitantes), que presuntamente colaboraba con la red criminal. La perforación de tuberías que transportan carburante es una práctica muy peligrosa, no solo por las consecuencias medioambientales, sino por los riesgos que conlleva, ya que puede desatar grandes incendios, alerta el instituto armado.
La investigación, que comenzó a finales de noviembre del año pasado, ha descubierto un método “muy sofisticado” por parte de la organización, admite la Guardia Civil. Hace dos meses, los agentes tuvieron conocimiento de una conexión ilegal instalada en el oleoducto de Alcalá de Guadaira (Sevilla, 75.546 habitantes), situado a siete kilómetros de Utrera, donde fueron arrestados los presuntos criminales. De este conducto se habían extraído los 2.300 litros de carburante recuperados, estiman los investigadores. Para “pinchar” la tubería, la trama contaba con una persona especializada que se dedicaba exclusivamente a la perforación, y a la que llamaban “el cirujano”. Además, accedían al oleoducto a través de lugares escondidos y de difícil acceso, lo que llevó a los agentes a considerarlos como una red “muy especializada y perfectamente estructurada”.
El método consistía en realizar excavaciones de dos metros de profundidad para llegar hasta el oleoducto, “pincharlo”, y después insertar una manguera con una llave de paso por la que fluía el carburante robado hasta llegar a los depósitos escondidos en camiones estacionados cerca de la zona.
La organización había alquilado una finca en las afueras de Utrera que utilizaba como centro de operaciones económicas y logísticas para la distribución y venta del carburante. Allí establecían los lazos comerciales con empresas dedicadas a la distribución de combustibles. El comercial de una de estas empresas es uno de los arrestados. En el registro de la vivienda de uno de los detenidos, los investigadores han incautado todo tipo de material especializado en perforar tuberías subterráneas: nanómetros de presión, mangueras, perforadoras, visor nocturno, linternas y detectores de radares.
De las cuatro personas arrestadas, que tenían antecedentes penales por hechos similares, tres se encuentran actualmente en prisión, y otro de ellos sigue siendo investigado. Se enfrentan a los delitos de comisión de robos con fuerza; pertenencia a organización criminal; un delito contra la seguridad colectiva, y otro de receptación (ocultar un hecho delictivo). La operación ha sido llevada a cabo por agentes del Equipo de Patrimonio de la Unidad Orgánica de Policía Judicial y el Grupo de Especialistas en Desactivación de Artefactos de Explosivos y de Naturaleza NRBQ (GEDEX) de la Comandancia de la Guardia Civil de Sevilla, así como el Puesto de la Guardia Civil de Utrera y dirigida por el Juzgado de Instrucción número 4 de Utrera.