El juez deja libre al ‘hacker’ Alcasec, que confesó el ciberataque al Poder Judicial
El magistrado José Luis Calama, que le ha retirado el pasaporte y le ha prohibido salir de España, ha valorado positivamente su colaboración con la investigación
El juez José Luis Calama, instructor de la Audiencia Nacional, ha dejado en libertad al hacker José Luis Huertas, alias Alcasec, que admitió ante el propio magistrado ser el autor del ciberataque que sufrió en octubre el Punto Neutro Judicial (PNJ), la red de telecomunicaciones que conecta los órganos judiciales con otras instituciones del Estado y que gestiona el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Alcasec, a quien el juez ha...
El juez José Luis Calama, instructor de la Audiencia Nacional, ha dejado en libertad al hacker José Luis Huertas, alias Alcasec, que admitió ante el propio magistrado ser el autor del ciberataque que sufrió en octubre el Punto Neutro Judicial (PNJ), la red de telecomunicaciones que conecta los órganos judiciales con otras instituciones del Estado y que gestiona el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Alcasec, a quien el juez ha retirado el pasaporte y prohibido salir de España, se encontraba en prisión preventiva desde principios de abril, cuando lo detuvo la Policía Nacional como principal sospechoso de la operación de pirateo.
Según confirman fuentes jurídicas, el juez Calama ha valorado positivamente la actitud del hacker, que ha colaborado con la investigación desde su arresto. También ha tenido en cuenta su edad: apenas 19 años. Pese a todo, el magistrado le ha impuesto medidas cautelares para evitar su fuga: además de retirarle el pasaporte y prohibirle salir del país, cada 15 días deberá comparecer ante la autoridad. Huertas se encuentra imputado por un delito continuado de revelación de secretos.
La investigación permitió descubrir que Alcasec se adentró en el PNJ con las claves de dos funcionarios de la administración de justicia, que consiguió de “forma ilícita”. Una vez superado este primer escollo, el hacker se introdujo en las bases de datos de “cuentas ampliadas” de la Agencia Estatal de la Administración Tributaria, lo que permitió extraer datos bancarios de 575.186 contribuyentes. Esa información se transfirió de inmediato a dos servidores alojados en Lituania y después, según reconoció él mismo al juez, se vendieron a terceras personas a través de la plataforma uSms con pagos en criptomonedas.
Tras su arresto, la Policía Nacional calificó a Huertas como un “peligroso informático”, con una “amplia trayectoria en el mundo de la ciberdelincuencia”. “Pese a su juventud, era experto en criptoactivos y ocultación de fondos. Representaba una amenaza grave para la seguridad nacional por la magnitud de sus ciberataques y los datos sensibles que manejaba”, aseguró.