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La Audiencia Nacional concede los primeros permisos carcelarios a El Bigotes

Álvaro Pérez, condenado a un total de 25 años y 9 meses de prisión, se suma así a otros compañeros de banquillo como Correa, Crespo y Bárcenas

J. J. Gálvez
El Bigotes
Álvaro Pérez, durante el interrogatorio de la Fiscalía en el juicio por la rama valenciana de Gürtel, el pasado 20 de febrero.

La Audiencia Nacional ha concedido los primeros permisos carcelarios a Álvaro Pérez, El Bigotes, condenado a un total de 25 años y 9 meses de reclusión por su implicación en varias piezas del caso Gürtel. El juez de Vigilancia Penitenciaria José Luis Castro ha dado luz verde a que el empresario, hombre de confianza en la Comunidad Valenciana del líder de la trama (Francisco Correa), salga del centro penitenciario de Valdemoro (Madrid) por unos días, al valorar positivamente su comportamiento, la ausencia de indicios sobre una posible reincidencia y su colaboración con la justicia. “El interno se encuentra preparado”, concluye el magistrado en una de sus resoluciones, a la que ha tenido acceso EL PAÍS.

El Bigotes se suma así a otros compañeros de banquillo, que ya han disfrutado de permisos, como el propio Francisco Correa; Pablo Crespo, número dos de la trama y antiguo secretario de Organización del PP gallego; y Luis Bárcenas, extesorero popular.

Según fuentes jurídicas, las autoridades han concedido ya, al menos, dos permisos de unos días (ninguno alcanza la semana) a Álvaro Pérez. Pese a que a la Junta de Tratamiento de la prisión se opuso a alguno, el magistrado argumenta que El Bigotes “no ha tenido ninguna sanción” en la cárcel y que, en cambio, se le “han concedido muchas recompensas”: “Notas meritorias, material deportivo, comunicación extra...”, enumera. Como avanzó El Confidencial, el juez detalla que el condenado se encuentra en un módulo de respeto desde febrero de 2017, del que lleva siendo presidente desde 2019 —“cooperando de forma excepcional desde hace mucho tiempo”—; ha participado en varios talleres desde 2021, “prácticamente sin interrupciones”, como “en el de manipulador varios (Huertas)”; y “ha realizado distintos cursos: cocinero, pintor, manipulador de alimentos...”.

De hecho, en 2017, tras una intervención por videoconferencia en una comisión de investigación de las Cortes Valencianas, Pérez ya evidenció su ajetreada vida tras los barrotes: “Agradecería que, si han terminado, me dejaran salir”, les dijo a los diputados: “Estaba en un curso de cocina, estábamos pochando y me he perdido el trabajo y luego me hacen exámenes”.

Aunque salió absuelto del juicio principal sobre la trama Gürtel (conocido como Época I, que terminó derivando en la moción de censura que acabó con el Gobierno de Mariano Rajoy), Álvaro Pérez suma tres condenas por su implicación en la red corrupta. La justicia lo ha sentenciado a 12 años y 3 meses de cárcel por el amaño de contratos de la Generalitat valenciana para cinco ediciones de la feria de turismo Fitur, desde 2005 a 2009. Le ha impuesto otros 6 años y 9 meses por la financiación irregular del PP valenciano. Y otros 6 años y 9 meses por el desvío de fondos públicos durante la visita del papa Benedicto XVI a Valencia en 2006.

Además, Pérez tiene pendiente otra sentencia: la que se dicte sobre el juicio que se celebra en la Audiencia Nacional contra el expresidente valenciano Francisco Camps y otras 25 personas, incluido el empresario corrupto. En esta vista oral, El Bigotes ha pactado con la Fiscalía Anticorrupción y ha apuntado contra el antiguo jefe de la Generalitat Valenciana. Según contó ante el tribunal, era amigo personal de Camps y este le ayudo para adentrarse en la Administración regional.

La Audiencia Nacional calcula que, a día de hoy, Pérez deberá cumplir un máximo de 18 años en prisión. En octubre de 2021 ya cumplió un cuarto de la pena. En julio de 2026 llevará ya la mitad. Y el 3 de enero de 2036 saldará el total de su deuda. En un escrito del pasado 10 de marzo enviado al tribunal, El Bigotes insistió en que seguirá cooperando: “Yo, Álvaro Pérez, me comprometo a satisfacer, teniendo en cuenta la situación económica en la que me encuentro, todas las responsabilidades económicas a las que haya lugar. Esta es mi voluntad acorde a mi conducta de arrepentimiento tras llevar seis años privado de libertad. Buena prueba de esta conducta es la colaboración con la justicia que vengo desarrollando desde hace tiempo en diversas piezas de Gürtel”.

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Sobre la firma

J. J. Gálvez
Redactor de Tribunales de la sección de Nacional de EL PAÍS, donde trabaja desde 2014 y donde también ha cubierto información sobre Inmigración y Política. Antes ha escrito en medios como Diario de Sevilla, Europa Sur, Diario de Cádiz o ADN.es.

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