El PP solo aceptará el reparto voluntario de 400 menores extranjeros cuando Canarias necesita reubicar a 3.000
Los barones del PP rechazan la reforma de la Ley de Extranjería para incluir un reparto obligatorio, mientras Vox mantiene su amenaza de romper los Gobiernos conjuntos
El PP ha anunciado que aceptará la acogida de “400 menores” extranjeros no acompañados llegados a Canarias en el marco de un reparto voluntario que se viene haciendo desde 2022. El compromiso es insuficiente para Canarias, que con casi 6.000 menores acogidos, necesitaría reubicar al menos unos 3.000 niños y adolescentes y aun así seguiría al 150% de su capacidad. Alberto Núñez Feijóo ha confirmado este miércoles que las comunidades del PP ...
El PP ha anunciado que aceptará la acogida de “400 menores” extranjeros no acompañados llegados a Canarias en el marco de un reparto voluntario que se viene haciendo desde 2022. El compromiso es insuficiente para Canarias, que con casi 6.000 menores acogidos, necesitaría reubicar al menos unos 3.000 niños y adolescentes y aun así seguiría al 150% de su capacidad. Alberto Núñez Feijóo ha confirmado este miércoles que las comunidades del PP están dispuestas a aceptar el traslado de unos 400 menores que se pondrá sobre la mesa esta tarde en Tenerife durante la Conferencia Sectorial de Infancia, pero ha rechazado comprometerse con el asunto clave de la reunión, reformar la ley de Extranjería para que los repartos sean obligatorios y lo suficientemente numerosos como para aliviar a los territorios superados por la acogida. Pese a que la cifra es insuficiente, supone un desafío para sus acuerdos de Gobierno con Vox, que ha amenazado con romper sus cinco Ejecutivos de coalición si aceptan la acogida de más menores.
“No sé lo que va a hacer Vox, con nosotros no se ha puesto en contacto, estamos cumpliendo taxativamente los acuerdos de un partido de Estado, y los acuerdos de estabilidad de los Gobiernos con Vox. No se puede amenazar a nadie por cumplir con su deber”, ha replicado el líder del PP a sus socios de la extrema derecha. “Todos los presidentes autonómicos del PP van a asumir el reparto de los 400 menores que el Gobierno nos ha planteado hace unos meses y que figuran en el orden del día”, ha anunciado Feijóo en Ermua.
El PP no se compromete a nada nuevo. Desde 2022, las comunidades vienen pactando un reparto voluntario de unos 400 menores migrantes al año, un sistema que se ha demostrado insuficiente. El anuncio de Feijóo es un compromiso que ya venía trabajándose y que debía aprobarse en la última sectorial de Infancia, celebrada el pasado 11 de junio, pero que se pospuso. A las comunidades del PP, además, ni siquiera les corresponde esa cifra.
El acuerdo prevé 347 traslados, de los que 209 tendrían como destino territorios gobernados por los populares. Este jueves ese acuerdo de reparto voluntario para 2024 se volverá a poner encima de la mesa junto a la aprobación de un crédito de 20 millones para compensar el esfuerzo que hagan las comunidades de acogida. Pero aunque se apruebe, no soluciona el escenario de emergencia de Canarias, que tiene su límite de acogida en 3.000 niños, cuando roza los 6.000. Además, los trámites burocráticos han hecho de estos traslados voluntarios un proceso ineficiente.
Cuando se aprobó este modelo de reparto voluntario en 2022, se pactó el traslado de 378 menores que saldrían de Ceuta y Canarias. No se cumplió y salieron solo 228, aunque en 2023 fue aún peor. De los 373 menores extranjeros que estaban pendientes de traslado a otros territorios, solo 62 niños y adolescentes llegaron a Andalucía (PP), Aragón (PP-Vox) y Asturias (PSOE). El fracaso del reparto no es achacable solo a la voluntad de las comunidades autónomas. El modelo actual es muy burocrático, según han lamentado en privado las autoridades canarias. Estos repartos, al no ser automáticos como se espera que sean con el cambio legislativo, están sujetos a múltiples negociaciones entre Canarias y Ceuta y las comunidades de acogida. Por ejemplo, hay comunidades que se disponen a acoger, pero solo a menores que estén a punto de cumplir la mayoría de edad. Otras prefieren niños más pequeños para poder trabajar más tiempo en su educación e inserción sociolaboral. También Canarias, saturada, dilata durante meses los trámites administrativos necesarios para hacer el traspaso de tutelas.
“En cada reparto hay que firmar un protocolo, establecer condiciones, exigencias, no podemos tener negociaciones que eternicen la reubicación…”, explica una fuente del Gobierno canario. “Necesitamos un procedimiento rápido porque hay que tener en cuenta que esos 400 que queremos repartir en un año nos pueden llegar a nosotros en solo una semana”, añade.
El PP ha aceptado solo acoger a esos 200 menores, condicionado por la amenaza de Vox, que advirtió a sus socios de que romperá los Gobiernos que comparten si aceptaba cualquier nueva acogida. Los barones populares confían en que el partido de Abascal no rompa sus acuerdos porque no han aceptado nada nuevo. “No temo la estabilidad de mi Gobierno. Sería una gran sorpresa para mí”, ha afirmado esta mañana el presidente de la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón, en un foro de La Razón. El barón popular, uno de los cinco que gobierna con Vox, no cree que la extrema derecha vaya a romper el Ejecutivo. “Es falso que los 6.000 menores se vayan a repartir hoy. Vamos a tratar un acuerdo que yo ratifico del año 22, por el que nos tocan 23 menores”, ha justificado. Mazón se ha quejado de que el texto de reforma de la ley de extranjería que será debatido hoy en la conferencia sectorial en Tenerife sobre este asunto les fue comunicado ayer a las seis de la tarde.
En línea con su colega de partido, el presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, ha sugerido también que no respaldará la acogida forzosa por medio de una reforma de la ley de extranjería. “Si el Gobierno quiere modificar el reparto, lo que vamos a hacer es rechazar cualquier tipo de imposición”, ha manifestado en un foro de El Mundo. El presidente ha lanzado un mensaje a Vox, su socio de coalición, para evitar que rompa su acuerdo de Gobierno: “No hay nada más patriota que unas comunidades puedan ayudarse a otras, que la solidaridad entre todas las comunidades autónomas”.
La patata está ahora en el tejado de Vox, que tendrá que responder a una decisión que fuentes de la dirección popular insisten en poner en valor como un movimiento de “firmeza” de Feijóo ante la extrema derecha. De momento, solo el vicepresidente ultra de Castilla y León, Juan García Gallardo, ha sugerido que está dispuesto a dejar su cargo. “Nosotros tenemos un amor infinitamente superior a nuestros principios que a nuestra posición actual en el Gobierno [de Castilla y León] y, si nos hacen escoger entre el honor y los barcos, escogeremos el honor”, ha expresado Gallardo. A la pregunta de si está dispuesto a dejar su cargo como vicepresidente, ha contestado: “No lo dude”. Al mismo tiempo, sin embargo, el dirigente de Vox ha pospuesto la decisión. “Dicho lo cual”, ha expresado ante los periodistas, “una decisión de tal calado y de tal gravedad no se decide en dos tardes”.