Tres detenidos en Ceuta y Sevilla por hallarse en “avanzado” proceso de radicalización yihadista
Los arrestados tenían documentos sobre operaciones de martirio o para fabricar explosivos. Uno de ellos había sido condenado por delitos de terrorismo y estaba en libertad vigilada
La Guardia Civil ha detenido en Ceuta y Sevilla a tres supuestos yihadistas en “avanzado” proceso de radicalización, según ha informado el cuerpo policial. El arrestado en la ciudad autónoma tenía antecedentes por delitos de terrorismo y se encontraba en libertad vigilada. Los detenidos, de entre 35 y 46 años, han ingresado en prisión. Los investigadores les han intervenido gran cantidad de archivos multimedia de propaganda terrorista del Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) en los que se destacaba la figura de los combatientes, y documentos relacionados con operaciones de martirio, la integración en grupos terroristas y la fabricación de explosivos. Este 2024 han sido detenidas 72 personas por terrorismo yihadista, según datos del Ministerio del Interior actualizados hasta el pasado 22 de noviembre.
Estas operaciones, de “gran valor estratégico” según la Guardia Civil, buscan reducir la capacidad de radicalización y reclutamiento a través de la propaganda yihadista y anticipar el paso a la acción de personas con “indicadores de riesgo para la seguridad”. En estos tres casos, los agentes decidieron, en función del material que consumían y los comportamientos de algunos de ellos, que era el momento de detenerles.
Los arrestos han sido realizados por agentes del Servicio de Información de la Guardia Civil, bajo la dirección del Juzgado Central de Instrucción Número 1 de la Audiencia Nacional y de la Fiscalía. Forman parte de dos operaciones diferentes, pero coinciden en el objetivo: luchar contra el fenómeno de la radicalización a través de la propaganda yihadista.
El hombre detenido en Ceuta, de 35 años, ya había sido arrestado y condenado hace años como autor de un delito de captación y adoctrinamiento terrorista. Cuando estaba en prisión, en mayo de 2021, fue de nuevo arrestado por adoctrinamiento terrorista de los internos. Actualmente, se encontraba en libertad vigilada. Durante su detención, en la barriada del Príncipe Alfonso, varios vecinos lanzaron piedras a los agentes desplegados en la zona, entre ellos los del Grupo de Acción Rápida, especializada en la lucha contra el terrorismo y que interviene en operaciones de riesgo.
Los investigadores aseguran que el arrestado, que vivía solo, continuaba realizando actividades yihadistas a través de internet, administrando numerosos perfiles en redes sociales y aplicaciones de mensajería instantánea encriptadas, y que tenía una gran cantidad de material multimedia yihadista del ISIS. Esos archivos, entre los que se encuentran los últimos discursos del portavoz oficial de esta organización terrorista, resultan “idóneos” para la “autocapacitación yihadista y la incitación para la comisión de atentados terroristas”, añaden.
Los detenidos en Sevilla, de 39 y 46 años, también se encontraban en avanzado proceso de radicalización yihadista. Uno de ellos hacía un gran uso de sus redes sociales, compartiendo postulados y publicaciones ensalzando la figura de las organizaciones terroristas. También tenía material multimedia oficial del ISIS. El segundo estaba en proceso de radicalización desde al menos 2020 y guardaba “una colección ingente de material propagandístico” que incluía manuales para fabricar explosivos. Según los investigadores, había protagonizado “episodios violentos” con personas de su entorno como consecuencia del consumo de este material.
Hace apenas una semana, fueron arrestadas cuatro personas en Ceuta, una en Madrid, otra en Ibiza y tres más en las localidades marroquíes de Tetuán y Castillejos (Fnideq) en otra operación de las policías española y marroquí. La intervención permitió desarticular una célula terrorista ligada a la rama del Sahel del Estado Islámico. Los detenidos en territorio español tenían cada vez una mayor determinación para cometer una acción y habían buscado objetivos potenciales en su entorno, según fuentes cercanas a la investigación. Se trataba de un “grupo cohesionado” que había hecho acopio de armas blancas y cartuchería, además de manejar material del Estado Islámico “muy explícito” en el que se hacía referencia a cómo cometer atentados o a la forma de elaborar artefactos.
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