Feijóo no prevé forzar un relevo rápido de Mazón, pero crece la incomodidad en el PP
Pese al respaldo público, en privado los últimos movimientos del ‘president’ irritan a la dirección: “Cada vez que habla, cava más el hoyo”
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Los gestos en política expresan a veces mucho más que las palabras. A nadie en el PP le ha pasado desapercibido que Alberto Núñez Feijóo dejara este lunes la silla vacía en la conferencia que Carlos Mazón protagonizó en Madrid. Una iniciativa del president de la Generalitat Valenciana que, según fuentes próximas a la cúpula popular, Génova supo cuando ya estaba cerrada y no quiso impedirla para no levantar una polvareda mayor. Pero no por falta de ganas. “Nadie ha entendido por qué vino el lunes a Madrid; si quieres defenderte, hazlo en Alicante, pero no vengas aquí delante de todos nosotros a marcarnos la agenda”, lamenta un dirigente popular resumiendo el sentir de importantes cuadros del partido. A ese “desafío” del lunes, según se interpretó en sectores del PP, se sumó este miércoles la nueva versión del barón valenciano sobre que llegó al órgano de coordinación de la emergencia, el Cecopi, a las 20.28 del fatídico martes de la dana en la que 227 personas perdieron la vida, 17 minutos después de que se lanzara la alerta masiva a los móviles que advertía de la catástrofe. Feijóo guardó ayer silencio y no prevé forzar un relevo rápido de Mazón, pero medita sus pasos, “sin urgencia”, apuntan en su equipo directo, mientras se agranda su distancia con el president valenciano.
En público, la dirección nacional mantuvo este miércoles el respaldo al barón valenciano, pero en privado algunos miembros de la cúpula relataron la “incomodidad creciente” en las altas instancias del partido con su desempeño. “Cada vez que habla, cava más el hoyo”, lamenta un miembro del núcleo duro del PP.
Génova admite que ve “con distancia” la gestión de Mazón, y recalca que sigue plenamente vigente el pacto al que Feijóo llegó con el president sobre que su continuidad como cartel del PP en la Comunidad Valenciana dependía del éxito con el que resolviera la reconstrucción de la autonomía tras la catástrofe natural. “Si comete más aciertos tiene más posibilidades de continuar; como al contrario, si comete más errores. Depende de él”, enfatizan las mismas fuentes. Feijóo le “pedirá cuentas”, a su debido momento, y aunque la cúpula no prefija plazos transmite la sensación de no tener prisa para hacerlo. “No hay urgencia”, insisten en el círculo más próximo del líder del PP. El congreso del PP valenciano, que tenía que celebrarse este verano, tampoco es ahora una prioridad, porque para poder celebrarlo primero hay que solucionar el problema de la posible sucesión.
Feijóo no forzará un relevo rápido del barón valenciano, insisten distintas fuentes de la dirección del PP, porque no cree que sea lo más beneficioso en estos momentos para el PP y porque tampoco tiene en su mano un golpe de autoridad de ese calibre. La salida de Mazón como president de la Comunidad Valenciana en ejercicio dependería en exclusiva de la voluntad del dirigente autonómico ―si quisiera dimitir, y transmite todo lo contrario― o de que prosperara una moción de censura que se antoja inviable porque debería unir los votos del PSOE y de Vox. “Desde el primer momento hemos constatado que la mayoría parlamentaria no nos acompaña. Yo no quiero ir con Vox a ningún lado”, descartó este miércoles esa iniciativa la ministra y líder de los socialistas valencianos Diana Morant en TVE. Mientras que, sin llegar a ese punto, un hipotético relevo de Mazón pero manteniendo el PP el poder con un nuevo presidente requeriría el concurso de Vox, que hasta ahora ha respaldado al barón popular.
El líder del PP mide los tiempos, tan importantes en política como las decisiones, y de momento la dirección asegura que no tiene intención de acelerarlos. El plan de partida, según fuentes al tanto de la estrategia, era mantener a Mazón un año y medio a cargo de la reconstrucción, y después forzar su relevo pactado por un nuevo candidato para las siguientes elecciones autonómicas. Entre los posibles sucesores aparecen nombres como la alcaldesa de Valencia, María José Catalá; la vicepresidenta de la Comunidad Valenciana, Susana Camarero; el senador Gerardo Camps o el presidente de la Diputación de Valencia, Vicente Mompó. “El PP valenciano se está moviendo”, apuntan en el partido, porque las familias de los populares valencianos también se están activando y tendrán mucho que decir llegado el momento.
El president tiene también aliados en la cúpula popular, que quieren concederle la oportunidad de resurgir de las cenizas. En los pasillos del Congreso, el vicesecretario de Economía del PP, Juan Bravo, defendió este miércoles que el jefe del Consell “ha dado la cara”, “ha dado explicaciones”, ha “vinculado su futuro” a las labores de reconstrucción y “no ha salido corriendo”. Y no es el único que, de momento, también le respalda en privado. Según las encuestas internas populares, el PP valenciano ha recuperado algo de fuelle tras los primeros momentos de la dana.
La agenda judicial atraviesa además la política. La interpretación en el PP es que Mazón sostiene ahora que llegó al Cecopi después de que se enviara la alerta a la población para tratar de sacudirse de encima la posible responsabilidad penal. Pero nadie sabe responder a si la consejera a cargo de las Emergencias, Salomé Pradas, la asumiría sin pretender tirar de la manta o arrastrar a alguien más junto a ella. La dana ha metido al PP en un laberinto en uno de sus feudos electorales del que no será tan fácil salir victorioso. “El PP tomará la decisión más oportuna”, dijo el lunes Feijóo. “¿Por qué? porque nos interesa volver a gobernar en Valencia”.
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