Cataluña prevé que la recuperación económica tarde entre tres y cinco años
El PIB catalán caerá entre un 10% y un 12% este año y rebotará un 7,7% en 2021
“La recuperación de los niveles de actividad de 2019 podría llegar entre los años 2023 y 2025, si asumimos un retorno a la senda de crecimiento pre-covid a medio plazo”. Hasta cinco años podría dilatarse la recuperación económica en Cataluña tras el socavón sufrido por la pandemia sanitaria, según afirma con ese entrecomillado el último info...
“La recuperación de los niveles de actividad de 2019 podría llegar entre los años 2023 y 2025, si asumimos un retorno a la senda de crecimiento pre-covid a medio plazo”. Hasta cinco años podría dilatarse la recuperación económica en Cataluña tras el socavón sufrido por la pandemia sanitaria, según afirma con ese entrecomillado el último informe de coyuntura elaborado por el Departamento de Vicepresidencia y Economía de la Generalitat, que maneja para este año una caída del 10% en el escenario más neutro, pudiendo agravarse el desplome hasta el 12% con unas estimaciones peores. Como prevén muchos organismos internacionales, la caída de 2020 será la peor desde la Guerra Civil. El Banco de España tampoco prevé que la economía española pueda recobrar el PIB pre-covid hasta al menos 2023.
No son optimistas los resultados de la Generalitat después de constatar la caída económica sufrida en el segundo trimestre y una recuperación en el tercer trimestre del año, posterior al estado de alarma, que “ha ido perdiendo intensidad a partir del mes de agosto”. De ahí esa estimación de caída del 10% (inferior a la del 10,9% para el conjunto español). En 2021 habrá recuperación, con un salto de entre el 4,5% y un 7,7%, pero los resultados de ese rebote quedarán lejos de los niveles económicos con los que Cataluña apareció a las puertas de la crisis. La recuperación será muy progresiva y los daños no se restañarán hasta entre tres y cinco años después del inicio de la pandemia. Lo bueno de esos datos es que se han trabajado desde la prudencia, sin tener en cuenta los efectos positivos que podrían tener la inyección de recursos comunitarios.
Y la Generalitat advierte que esa recuperación dependerá de la evolución en los próximos años en tres diferentes aspectos: la magnitud que pueda alcanzar el paro de larga duración, la desaparición de parte del tejido empresarial y, como siempre, la mochila de deuda que acumulen empresas y administraciones públicas. De ahí que muchos gobiernos europeos haya puestos sus esperanzas de recuperación en los fondos que habilite la Unión Europea a través de su plan de reactivación Next Generation EU. Se repite el mantra de que no es el momento de que los gobiernos conciban modelos de ahorro y austeridad fiscal: cualquier recurso ayudará a la recuperación económica.
Pese al rebote macroeconómico de 2021, los efectos a pie de calle continuarán dejándose notar por un tiempo. El Govern prevé que el paro escale a final del año hasta el 15,4% (o el 16,1% en el peor escenario), con la hostelería, la restauración y todas las actividades vinculadas al ocio liderando la destrucción de empleo. Ese porcentaje difícilmente se reducirá el próximo año. Las estimaciones lo sitúan entre el 15% y el 16,2%.