Los municipios del Delta del Ebro critican el plan del Gobierno por “ineficaz”
La mesa de regantes y Ayuntamientos para la protección del parque acusa al ministerio de “claudicar” ante la regresión
El Ministerio para la Transición Ecológica ha publicado su plan para gestionar el Delta del Ebro y la propuesta supone un nuevo disgusto para los regantes, arroceros y municipios que rodean la desembocadura del río. En una reunión de urgencia convocada ayer tras darse a conocer el redactado definitivo del documento ministerial, los miembros de la Mesa de Consenso por el Delta, de la que forman parte siete ayunta...
El Ministerio para la Transición Ecológica ha publicado su plan para gestionar el Delta del Ebro y la propuesta supone un nuevo disgusto para los regantes, arroceros y municipios que rodean la desembocadura del río. En una reunión de urgencia convocada ayer tras darse a conocer el redactado definitivo del documento ministerial, los miembros de la Mesa de Consenso por el Delta, de la que forman parte siete ayuntamientos y dos comunidades de regantes, criticaron que la estrategia planteada acepte como irrevocable la regresión de la franja costera. “Le llaman plan de protección del Delta pero no es ni un plan ni protege nada porque la única medida es ir para atrás y dejar perder costa ante el empuje del mar”, sintetiza Rafa Sánchez, hidrólogo y coordinador técnico nombrado por la mesa.
En la declaración de intenciones de un documento de 600 páginas se detalla que, como punto de partida, es necesario tener en cuenta “las previsiones climáticas para hacer frente a los efectos de la subida del nivel medio del mar”. Las principales líneas ya fueron desveladas en noviembre por el secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán. Las propuestas ya no gustaron entonces y siguen sin gustar ahora. “Presenta un retroceso de la línea de costa, y esto es una línea roja que no aceptaremos”, dice Lluís Soler, alcalde de Deltebre.
Entre las actuaciones previstas de la Dirección General de la Costa y el Mar están “la revisión de la delimitación del dominio público marítimo terrestre, la creación de una franja de protección que permita el libre movimiento de la costa y la amortiguación controlada de los envites del mar”. La Mesa de Consenso, que aglutina los intereses de municipios del Delta y de todos los sectores económicos que viven de él, critica que, en la práctica, lo que hace el Estado es ensanchar la franja de terreno público a ras de mar “para tener las manos libres y no hacer nada”. En la playa de la Marquesa el dominio marítimo terrestre crecerá hasta unos 500 metros dentro de los arrozales. Rafa Sánchez, sostiene que en Riumar la nueva delimitación supone introducir en el espacio público una zona donde hay más de 100 viviendas. “Pido a los vecinos que estén preparados para defender nuestro territorio”, clama Soler.
El proyecto del ministerio se va a someter a consulta pública durante dos meses y se prevé una batería de alegaciones. La Mesa de Consenso ha dejado explícito su descontento y la Generalitat tampoco lo ve claro. La consejería de Territorio lleva semanas aireando su contrariedad porque los técnicos del ministerio no aceptaron sugerencias. “No nos dejaron participar”, lamenta el consejero Damià Calvet.
El Ministerio apunta que el borrador se empezó a desarrollar en 2019 a partir de la documentación aportada por la Comunidad de Regantes de la Derecha del Ebro, donde se recogían “las aspiraciones” para la intervención del Delta definidas con la Universitat Politècnica de Catalunya y técnicos del ministerio.
El Delta es “una zona de equilibrio físico muy delicado”, señala el plan. El ministerio no esconde que sobre la desembocadura “se proyectan importantes intereses económicos y sociales”. En este sentido, trata de abordar una demanda histórica: la escasez de sedimentos. Para paliar el déficit, se propone la realización de trasvases de arena para regenerar las zonas más erosionadas.