Las diferencias entre Cataluña y Aragón incendian la recta final de la candidatura de los Juegos de Invierno
El COE avisa de que el proyecto olímpico es inviable “sin igualdad” entre los territorios tras la demanda de la Generalitat de asumir la mayor parte de las pruebas
La candidatura pirenaica para albergar los Juegos de Invierno del 2030 llega a la rampa de lanzamiento con el pie cambiado y con menos velocidad de la necesaria. El presidente del Comité Olímpico Español (COE), Alejandro Blanco, rechazó este martes que la iniciativa olímpica se desarrolle principalmente en territorio catalán, como exigió el pasado viernes la consejera de Presidencia de la Generalitat, Laura Vilagrà, y as...
La candidatura pirenaica para albergar los Juegos de Invierno del 2030 llega a la rampa de lanzamiento con el pie cambiado y con menos velocidad de la necesaria. El presidente del Comité Olímpico Español (COE), Alejandro Blanco, rechazó este martes que la iniciativa olímpica se desarrolle principalmente en territorio catalán, como exigió el pasado viernes la consejera de Presidencia de la Generalitat, Laura Vilagrà, y aseguró que las posibilidades de éxito de la candidatura pasan por la “igualdad” entre Aragón y Cataluña. “Nadie predomina sobre nadie”, insistió el presidente del comité nacional. Los desacuerdos entre la Generalitat y el gobierno de Aragón vuelven a quedar patentes a las puertas del encuentro previsto entre los dos presidentes autonómicos, Pere Aragonès y Javier Lambán, el próximo viernes.
La comisión técnica del COE, dijo Blanco, tiene la intención de terminar la candidatura entre marzo y abril, una fecha anterior a la consulta vinculante prevista para finales de la primavera por la Generalitat en la veguería del Aran y l’Alt Pirineu para conocer el interés del territorio. Con este calendario puede darse la situación de que el proyecto olímpico empezado en Cataluña acabe sin ella. En todo caso, fuentes conocedoras de las conversaciones entre los agentes implicados, Cataluña, Aragón y el COE, admiten que las negociaciones están más avanzadas de lo que se expone públicamente. Desde el Comité Olímpico Internacional (COI) observan el avance de la candidatura pirenaica con más dudas sobre el entendimiento político que sobre las posibilidades técnicas. “Si los políticos se entienden, la candidatura tiene posibilidades reales de ser elegida”, aseguran fuentes del organismo internacional.
El encaje entre Cataluña y Aragón es la principal misión del COE, que de momento aboga por defender una candidatura “de igualdad” a pesar de la Generalitat defiende el proyecto desde 2010 y Aragón se sumó en 2020. La candidatura catalana obtuvo en 2018 la aprobación del COI, e incluso fue considerada por el comité internacional un plan b por si no aparecían ciudades candidatas para el 2026, por lo que fuentes catalanas del proyecto entienden que la entrada en escena de Aragón fue un peaje para conseguir el apoyo del gobierno español al proyecto en plena resaca del procés.
La tarea del COE no es sencilla porque las tiranteces de los dos gobiernos autonómicos viene de lejos. El Parlamento aragonés, con los votos a favor del PP y el Partido Aragonesista (PAR), aprobó en 2013 denominar Lapao al idioma de los hasta entonces catalanohablantes de la Franja; y ambos gobiernos litigaron en 2017, ya con Lambán al frente del Ejecutivo aragonés, por las obras de Sijena. El equilibrio de la candidatura olímpica es el último capítulo de unas desavenencias que la propia Generalitat admite: “Ambos gobiernos tienen posicionamientos políticos muy diferentes en muchos ámbitos”, defendió la portavoz del Govern, Patrícia Plaja. “Pero también tienen muchas cuestiones que requieren coordinación por la proximidad territorial”.
Cataluña y Aragón ya mostraron sus desavenencias cuando Aragonès se refirió en verano a la candidatura como Pirineus-Barcelona en una carta dirigida al COI, algo que el líder aragonés tildó de “desleal”. El mismo Lambán aseguró entonces que saldría de la candidatura por la “falta de igualdad”. Los dos presidentes se verán el viernes con un posicionamiento distanciado, marcado por la contundencia del mensaje de la administración catalana tras meses de silencios y discreción al respecto. Aragón, en cambio, acumula meses de campaña a favor de la candidatura. “Con la actual propuesta de la Generalitat son imposibles los Juegos de Invierno de 2030″, tuiteó Lambán el viernes. “O vamos de la mano, en igualdad, o no habrá candidatura”. El alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón, se expresó en la misma dirección. “No vamos a tolerar menosprecios de nadie. ¡Aragón no va a permitir desprecios como este!”, escribió. Fuentes del Govern consideran que la presencia de Cataluña en la candidatura es esencial para las posibilidades de éxito y recuerdan que Aragón ya intentó sin éxito albergar unos Juegos de Invierno.
A pesar de las reclamaciones aragonesas, la portavoz del Govern, Patrícia Plaja, mantuvo este martes el discurso de la semana pasada de la Generalitat. Plaja defendió que la candidatura que quiere el Govern está “impulsada y liderada desde Cataluña”, aunque está abierta a “colaboraciones” con otros territorios. La portavoz, en todo caso, aseguró que la Generalitat no tiene “ninguna intención ni ningún interés en abrir ninguna polémica con nadie”, y rechazó valorar las palabras de Lambán y Blanco. El presidente del COE avanzó que una comisión negociaría el nombre definitivo del proyecto.
La candidatura, en todo caso, debe liderarla el COE porque es el único organismo válido para presentar el proyecto al COI. Blanco destacó el significado que el proyecto tiene para la montaña, la creación de empleo y la mejora de la imagen de Aragón, Cataluña y España. “Eso lo tenemos que tener claro, es el gran objetivo y todos debemos trabajar por y para ello”, manifestó. “Aquí se está haciendo un trabajo muy serio”. El presidente del COE reivindicó que “tiene que haber entendimiento, respeto y diálogo” porque “si cada uno va por un lado no tendremos nada que hacer”. Blanco se reunirá este miércoles con la consejera de Presidencia de la Generalitat de Cataluña, Laura Vilagrá, confiando en que todo se pueda “dejar terminado”.