La capacidad adquisitiva de los barceloneses ha caído un 7%
La crisis derivada de la pandemia sumada a la inflación desemboca en un menor poder de compra
La crisis por la pandemia y una inflación disparada han resultado una tormenta perfecta que ha provocado que la capacidad adquisitiva de los barceloneses haya caído un 7% en el último trimestre de 2021 respecto a 2019, antes de la irrupción del coronavirus. Es el dato más relevante que muestra una nueva serie de coyuntura económica creada por la Oficina Municipal de Datos (OMD) del Ayuntamiento de Barcelona: la renta trimestral disponible de los hogares.
El desplome de la capacidad adquisitiva en Barcelona no es una situación exclusiva de la capital catalana. “La pérdida de poder adquisitivo es global y está ocurriendo en España y el resto de Europa”, señala la jefa del departamento de Análisis de la OMD, Dolors Cotrina. Si los precios siguen subiendo, seguirá cayendo la capacidad adquisitiva, apunta; a no ser que suban los salarios, lo que en el cuarto trimestre podría ocurrir por efecto de las contrataciones de la campaña de Navidad. Visto el panorama internacional, las incógnitas son muchas.
“En los últimos años la inflación había pasado a la historia, pero actualmente está muy disparada e incluso aceleró a finales del año pasado, durante el cuarto trimestre”, analiza Cotrina. “La renta disponible nos muestra cuánto dinero tenemos, y al aplicarle el IPC, señala qué podemos comprar, el llamado efecto precio”, argumenta antes de destacar que “los barceloneses no han recuperado los niveles adquisitivos previos a la pandemia”. Si la renta disponible de los hogares en 2019 era 1 (o 100 euros), ahora es del 0,96 y del 0,93 contando la inflación: 96 euros o 93 euros. En términos nominales, la capacidad adquisitiva cayó desde antes de la pandemia un 4% por el parón económico. Y en el momento de la recuperación, la sorpresa ha sido la inflación. Teniendo en cuenta los precios, la caída real de la capacidad adquisitiva es del 7% “y prevemos que la subida de precios sea un factor todavía más acusado”.
La OMD publica utiliza un nuevo indicador pionero en España sobre la capacidad de los ciudadanos de consumir y de ahorrar
Sobre los posibles efectos de la guerra en Ucrania en estos parámetros, Àlex Costa, del equipo de la OMD, entiende que su impacto en los niveles de producción de la economía global perjudicarán a Rusia, pero también al resto de Europa. “Con la relación existente entre PIB y renta, teniendo en cuenta que el PIB alimenta la renta, y que el PIB caerá, impactará en las rentas”, señala y añade: “No es disparatado hablar de estanflación, la combinación en recesión e inflación, como ocurrió en los años 70 o en América Latina”. “En un momento de shock y aun suponiendo que la guerra no se extendiera mucho en el tiempo, las expectativas en economía, que son fundamentales, también tendrán gran impacto”.
El cálculo de la pérdida de capacidad adquisitiva de la ciudad es fruto de un nuevo indicador creado por la Oficina Municipal de Datos: la Renta Disponible de los Hogares (RDL, en sus siglas en catalán). La oficina publica este domingo este indicador del que hasta la fecha no se disponía y que a nivel provincial es pionero en España. Se trata de la renta trimestral de la ciudad del tercer trimestre de 2021. En lenguaje más claro: el volumen total del que disponen los hogares de Barcelona para consumir o ahorrar, “el indicador que mejor capta el bienestar de la población”, indica Cotrina, y “es muy relevante desde el punto de vista de las políticas públicas”. La estadística tiene el valor de ser mucho más próxima en el tiempo que la renta en euros por barrios, que se publica con entre tres y cuatro años de retraso. La última renta publicada corresponde a 2018.
La RDL no ofrece una cifra en euros, sino un porcentaje que puede subir o bajar. Cotrina lo argumenta: esta nueva estadística comparte con otros indicadores, como el Índice de Precios al Consumo (el IPC), que no se explica con una cantidad en euros, sino que es un porcentaje que sube o baja y permite ver la serie y evolución interanual, trimestre a trimestre. Para calcularla, se toma como base la renta de 2018 y, a partir de indicadores oficiales posteriores que sí se han publicado más recientemente (hasta el tercer trimestre de 2021 como el paro, precios, cotizaciones) se aplican modelos predictivos para calcular la renta disponible actual. En el tercer trimestre de 2021 la RDL se mantiene prácticamente estable respecto al mismo trimestre de 2020 (0,4%). En plena pandemia, llegó a caer un 15%.
Los barceloneses no han recuperado los niveles adquisitivos previos a la pandemia”, dice Dolors Cotrina, jefa de la OMD
El cálculo de la RDL resulta de restar a los recursos (salarios, ingresos de salarios o propietarios que alquilan, o prestaciones sociales) los impuestos o cotizaciones sociales. Sin esta resta, se obtiene la renta primaria. Así, con la renta disponible de los hogares de Barcelona se pueden obtener cuatro series trimestrales. La primera, la propia RDL. La segunda, la renta primaria. La tercera, el total de recursos de los hogares: la suma de salarios, rentas mixtas y prestaciones. Y la cuarta es la evolución de la capacidad adquisitiva de los hogares.
El nuevo estudio presentado por la OMD, muestra la evolución de las rentas durante la pandemia: tanto la renta disponible como la primaria se desplomaron (un 14,4% y un 20%), pero la primera lo hizo menos, gracias a la amortiguación que supusieron las prestaciones sociales (pensiones, subsidios de paro o expedientes de regulación temporal de empleo).
Los gráficos entre 2020 y 2021 muestran como al frenar la actividad económica en marzo de 2020, se desplomaron las rentas de los asalariados y mixtas (autónomos o personas que alquilan propiedades) entre un 13,4% y un 31%; pero en cambio subieron mucho las prestaciones, un 25%. Por el contrario, a partir del tercer trimestre de 2020 (pasadas las dos primeras olas de coronavirus) cayeron las prestaciones y se recuperaron salarios y rentas mixtas.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.