El nuevo secretario de Juventudes Socialistas: “Vamos a trabajar por una reforma constitucional en perspectiva verde”
Víctor Camino reclama medidas legales para abordar la emergencia climática y al PSOE más contundencia para volver a poner a funcionar el ascensor social joven
Víctor Camino (Valencia, 27 años) es el nuevo secretario general de Juventudes Socialistas. Graduado en Ciencias Políticas y con estudios en Derecho, trabaja llevando las redes sociales de la presidencia de la Generalitat Valenciana. Parece que lleva toda la vida en esto. Modula cada respuesta como si en cada una de ellas le fuera el puesto. Habla de ilusionar, de debates valientes y de representar a una periferia ninguneada. Y reclama a sus mayores que los escuchen y les den un lugar en los espacios de decisión. Cuando todos parecen estar de acuerdo en la falta de consenso para una reforma constitucional, él reclama una Constitución más verde.
Pregunta. Ha librado su batalla para liderar Juventudes Socialistas con otro candidato, un diputado autonómico de Madrid. ¿Ha sido la pelea del centro contra las periferias?
Respuesta. No ha sido una pelea, ha sido un debate de ideas pero no ha sido ese el eje del debate sino la unidad y el conseguir reilusionar a una generación socialista que tiene que salir de sus fronteras para abordar los retos pendientes. Ahora bien, la candidatura De la utopía a la acción reivindicaba un proyecto desde la periferia al centro sin saltarse a las mujeres.
P. ¿Cuál es su proyecto?
R. Ser útil a una generación currante a la que nadie ha regalado nada y que necesita que el estado del bienestar ponga nuestras prioridades en la centralidad del debate, trabajo joven, feminismo y también la emergencia climática.
P. ¿Están más cerca las juventudes del ecofeminismo que el PSOE?
R. El feminismo va a vertebrar juventudes, es cooperación, es empatía, es solidaridad, es la lucha de las mujeres pero también el cuidado del planeta y de nuestra propia salud metal. Juventud ha de ser la vanguardia y atreverse.
P. ¿Atreverse a qué?
R. A abrir debates que van a marcar la política en los próximos años. Somos el presente, que nadie nos hable de futuro. El futuro es lo que queremos construir.
P. ¿Qué le falta al PSOE?
R. Más contundencia en hacer volver a funcionar el ascensor social joven. Se han dado grandes pasos y hay que reconocer al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, la puesta en marcha de políticas que van al corazón de la problemática joven, como vivienda, acceso a la cultura o autonomía y libertad.
P. ¿Están comiendo los socios de Gobierno central la tostada al PSOE en esos aspectos?
R. No creo. Hay muchos debates abiertos y hay que sumar miradas desde diferentes perspectivas para encontrar la vía más consensuada en la izquierda. La unidad en la izquierda la representa Sánchez.
P. ¿En qué debería escuchar más a Juventudes Socialistas?
R. Debería abordar el diálogo social joven en todas las instituciones, una respuesta integral a esta generación basada en encuentros entre sindicatos, empresas, instituciones, centros de formación y consejos de la juventud para rescatar a nuestra generación que vive entre crisis.
P. No me ha contestado.
R. Debería haber más gente joven en los lugares de decisión. Si la democracia ha orillado durante mucho tiempo a la gente joven, ahora debe ponernos en la prioridad y, si lo hace, logrará ilusionar a personas que están alejadas de la política. En lugar de hablar de jóvenes desapegados, hablemos de la política desapegada a la gente joven. En cuanto nos volvamos a acercar a los retos cotidianos, habrá mayor confianza, la revolución de lo cotidiano.
P. Juventudes Socialistas ha hablado de un pacto de Estado por la juventud. ¿Cree en la necesidad de ese pacto de Estado?
R. El proyecto De la utopía a la acción es trasladar esa gran alianza a algo material como una gran plataforma, aprovechando la digitalización, que sea el espacio para orientar a los jóvenes desde la colaboración público-privada. Sería la última estación de ese pacto de Estado. Antes hay que abordar la precariedad laboral, una formación adecuada al modelo productivo o la emergencia climática protagonizando las soluciones, con una posible constitucionalización de la emergencia climática.
P. Habla de cosas que no solo tienen que ver con los jóvenes. ¿No son temas demasiado comunes como para ser la base de un pacto de Estado sobre la juventud?
R. Hay problemáticas compartidas, pero quienes se ven más perjudicados son los jóvenes y, en especial, los jóvenes de clase trabajadora. Son a quienes más les afecta.
P. ¿Qué quiere decir con la “constitucionalización de la emergencia climática”?
R. Las juventudes van a trabajar por una reforma constitucional en perspectiva verde para abordar la emergencia climática porque no nos podemos quedar parados. Tenemos que actuar y esa reforma implicaría a empresas, a instituciones y en última instancia a la ciudadanía. No puede ser que siempre se responsabilice al individuo de las grandes transformaciones sociales porque cuando se han logrado ha sido por la acción colectiva.
P. ¿Eso quiere decir una revisión completa de la Constitución para que tenga una mirada verde?
R. Quiere decir una batería de artículos que regulen la convivencia de todos los agentes para salvar el planeta o, al menos, para mantenerlo. Eso quiere decir que después se desarrollen leyes y propuestas para que esa constitucionalización llegue hasta el último rincón del país, hasta la última institución.
P. ¿No es un poco utópico que la constitucionalización de la emergencia climática en España vaya a salvar el planeta?
R. Se debe hacer con Europa y con el mundo. Igual que el matrimonio homosexual. Salvó a muchas generaciones que vieron que no debían ser infelices y fue ejemplo para muchos países en el mundo que se adhirieron al modelo que implantó España en una época complicada. Fuimos vanguardia, ¿por qué no serlo en derechos climáticos, si lo fuimos en derechos civiles? Pasar de la utopía a la acción es un trabajo de renuncias y de esfuerzo para concretar políticas.
P. ¿Qué va a hacer juventudes para que se hable de ellos?
R. Proponer debates valientes.
P. ¿Va a barrer para casa?
R. Voy a hacer un proyecto que represente a la periferia que antes no ha tenido oportunidad de hablar. Van a escucharse muchas voces, de casa, de fuera de casa y, sobre todo, voces revolucionarias.
P. Si el secretario general del PSOE, que es presidente del Gobierno, le concediera hacer posible una de sus reivindicaciones, ¿qué le pediría?
R. Trabajar por la reforma constitucional en clave climática, hacer que juventudes sea un punto de encuentro de personas expertas, de asociaciones contra el cambio climático para que no tengamos que mudarnos a otro planeta porque sin planeta no hay política, ni convivencia ni libertad.
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