Feijóo justifica su ausencia del “pseudodebate” entre Sánchez, Díaz y Abascal, al que no acudirá: “Interesa a algunos, pero no a todos”

Alberto Núñez Feijóo mantiene firme su decisión de dejar la silla vacía esta noche en el debate electoral que enfrentará en RTVE a Pedro Sánchez, Yolanda Díaz y Santiago Abascal, líderes de tres de los cuatro partidos mayoritarios. Solo faltará él, que sostiene que no acudirá porque el formato está incompleto al no haber sido invitados los líderes de ERC, Junts y Bildu. La semana pasada, RTVE organizó un debate a siete en el que sí participaron candidatos de ERC y Bildu. Feijóo ha cargado contra el “pseudodebate” de esta noche que, asegura, “interesa alguien, pero no a todos”. En una entrevista concedida este miércoles al programa televisivo Al rojo vivo, de La Sexta, el líder del PP ha insistido además en que cuando entabló amistad con el capo Marcial Dorado desconocía que fuese un narcotraficante.

“Llevo toda mi carrera política sobre este asunto. La primera vez que el PSOE me amenazó con ello fue en 2009 (...) y ahora todas las explicaciones de esas fotos de hace 30 años las he dado en el Parlamento gallego y esto es muy cansino”, ha señalado Feijóo en La Sexta, antes de asegurar: “No sabía que era narco, ni entonces tenía acusación por ello. Ahora es más fácil porque hay internet y hay Google. Hasta que yo lo conocí no tenía ninguna causa por narco. Es la quinta elección a las que me presento y las otras cuatro las gané por mayoría absoluta. Si vuelven con este asunto, allá ellos. No me preocupa para tres días de campaña que quedan ni me preocuparé en el futuro”.

Feijóo acusa el desgaste físico de la campaña. Este miércoles ha suspendido su agenda, sin mítines, porque arrastra desde ayer una lumbalgia que le obliga a estar medicado y le impide casi moverse. Está tratando de mejorar el dolor de espalda con un fisioterapeuta, y confía en poder terminar la campaña, pero la intensa agenda de viajes y actos, y “llevar tres semanas sin hacer deporte”, como él mismo ha contado, le han pasado factura. El líder del PP tiene 61 años y lleva casi dos semanas moviéndose por todo el país con actos mañana y tarde. Pero la decisión de ausentarse del debate de esta noche no se debe a problemas físicos. Es política.

El candidato del PP a la presidencia del Gobierno quiere evitar a toda costa que se le visualice en un bloque con Santiago Abascal, líder de Vox, frente al otro, formado por Sánchez y Díaz. Ese es el motivo principal por el que el PP decidió dejar la silla vacía. Ese y tratar de evitar los errores, porque la campaña del PP busca no arriesgar para no perder la ventaja que le conceden las encuestas. El líder popular ha argumentado hoy que mantiene su decisión porque es alguien “previsible” y ha dicho “desde el principio” que no iría.

En su opinión, “el debate le interesa alguien, pero no a todos, porque Sánchez y Yolanda Díaz no van a tener 176 diputados y para complementar eso necesitan a Bildu, ERC y Junts, y a cualquier minoría”. Y añade: “Los socialistas han vetado que ERC y Bildu estén en el debate. El PSOE ha vetado que los siete partidos que juegan en esta alternancia estén debatiendo. Si quieren debatir los socios entre sí, puede ser muy entretenido. Eso no es un debate, es un programa donde van a hablar tres líderes faltando otros cuatro”, se ha quejado. Sin embargo, la semana pasada se celebró el debate a siete que reclama Feijóo, en el que participaron los portavoces parlamentarios de esos siete partidos, incluido el PP.

Feijóo ha tenido que responder también durante la entrevista en La Sexta a las preguntas sobre su relación con el narco Marcial Dorado, que la líder de Sumar, Yolanda Díaz, ha metido en campaña instándole a que se explique. Al líder popular le resulta “muy cansino” volver a hablar de su amistad con el narcotraficante, y ha insistido en que “evidentemente no” conocía sus problemas con la droga cuando eran amigos. “En aquel momento no tenía ninguna acusación de ello. Hasta que yo lo conocí no tenía ninguna acusación por narco”, ha reiterado en La Sexta.

No obstante, a comienzos de los años noventa, cuando se entabla la amistad, Dorado había ocupado decenas de páginas en la prensa gallega e incluso nacional, porque las fuerzas policiales lo señalaban como el mayor contrabandista de tabaco del país y había pasado una temporada huido en Portugal. En 1990, todos los informativos de España abrieron con la Operación Nécora contra el narcotráfico, en la que fue detenido Dorado, aunque luego quedó libre de cargos. En 1992, lo arrestaron de nuevo por un gran alijo de tabaco. Si bien es cierto que hasta 2003 no se probó su relación con el narcotráfico, la policía y las madres contra la droga aireaban cada poco en los medios las sospechas de que, como el resto de los contrabandistas de la zona, hubiese dado el salto al comercio de estupefacientes. Feijóo dijo haber roto la relación con él a finales de los noventa, cuando supuestamente había descubierto a qué se dedicaba su amigo. Pero el juez que detuvo a Dorado por narcotráfico en 2003 reveló que los pinchazos telefónicos de esos meses recogían conversaciones con el actual líder del PP, entonces presidente de Correos.

“Llevo toda mi vida política con esto. Si quieren volver otra vez con este asunto, allá ellos. Si llevo 30 años conviviendo con esto no me voy a preocupar ahora. Los gallegos conocen muy bien lo que pasó”, se ha justificado Feijóo.

El líder popular ha insistido, por otra parte, en denostar la posibilidad de que el PSOE pueda gobernar en caso de no ganar las elecciones de este domingo, con un acuerdo parlamentario. Feijóo ha reconocido que España es un sistema parlamentario y el presidente se elige por mayoría de votos en el Congreso, pero sostiene que nunca ha ocurrido en la historia democrática que el presidente del Gobierno no haya ganado en las urnas y, por tanto, considera que si así sucede se trataría de “una anomalía democrática”. Aunque ha admitido también que, de todas formas, se trataría un Gobierno “legítimo”.

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