Ciudadanos busca en la alcaldía de Alcobendas un resquicio en la debacle electoral

El partido espera lograr poder este verano en esta ciudad de 118.000 habitantes gracias a un pacto con el PSOE

Edmundo Bal e Inés Arrimadas se abrazan tras conocer los resultados del 4-M.Andrea Comas (EL PAÍS)

Tras la debacle electoral del 4-M, Ciudadanos puede encontrar en Alcobendas un oasis en medio de la travesía por el desierto en la que se ha convertido su presente en la Comunidad de Madrid. Si el PSOE cumple el acuerdo de gobierno que firmó en 2019, que le compromete a ceder el poder a su socio gubernamental a mitad de legislatura, el partido de Inés Arrimadas ocupará este verano la Alcaldía de esta ciudad de 118.000 habitantes. De repente, Cs tendría el gobierno más importante en Madrid, y uno de lo...

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Tras la debacle electoral del 4-M, Ciudadanos puede encontrar en Alcobendas un oasis en medio de la travesía por el desierto en la que se ha convertido su presente en la Comunidad de Madrid. Si el PSOE cumple el acuerdo de gobierno que firmó en 2019, que le compromete a ceder el poder a su socio gubernamental a mitad de legislatura, el partido de Inés Arrimadas ocupará este verano la Alcaldía de esta ciudad de 118.000 habitantes. De repente, Cs tendría el gobierno más importante en Madrid, y uno de los más destacados de los que tiene en España. “Este escaparate es fundamental”, reconoce ante la crisis del partido Miguel Ángel Arranz, el hombre que empuñaría el bastón de mando hasta 2023, y que probablemente identifique con facilidad las señales de decadencia que transmite su actual formación: militó en UPyD.

La crisis de Cs se cuenta con datos. En las elecciones autonómicas de 2019, 629.940 electores madrileños apoyaron al partido, por los 129.216 de ahora (ha pasado de 26 diputados a ninguno). Entonces, esta formación fue la fuerza más votada en nueve localidades, y dos años después no lo ha sido en ninguna de ellas, ni ha conseguido capitalizar las alcaldías que obtuvo (Valdemoro o El Molar) ni los gobiernos de coalición que formó (Madrid capital, o Alcobendas, donde apenas le apoyaron 2.000 electores el 4-M).

Al tiempo, la crisis de Cs también se explica con nombres. Ninguno de los seis consejeros de la formación del Gobierno de Díaz Ayuso estuvo en las listas electorales, y uno de ellos, Marta Rivera de la Cruz, se ha dado de baja del partido (el paso previo a su posible integración en el nuevo Gobierno de Díaz Ayuso).

Dos diputados de Cs se integraron en las listas del PP, y otros tantos expresaron su apoyo a Díaz Ayuso públicamente, e incluso se dejaron ver en sus mítines.

Finalmente, desde enero de 2021, y por distintos motivos, ha habido un goteo de bajas de concejales que previsiblemente se acelerará en las próximas semanas: dos ediles en Móstoles, dos en Valdemoro, dos en Villanueva de la Cañada, uno en Pozuelo…

“Hay que coger fuerzas y rearmarse para luchar por el centro político”, pidió Begoña Villacís, la vicealcaldesa de la capital, al conocer los resultados del 4-M. “Quedan más de dos años para las siguientes elecciones, nada de lo que podríamos dar por sentado hoy será probablemente lo que ocurra entonces”, añadió, lanzando un mensaje de esperanza en medio de la debacle. Pero todo ha cambiado. El Cs de 2021 nada tiene que ver con el de 2019. Tras la hecatombe del 4-M, si Arranz gobierna en Alcobendas se convertirá en el cargo institucional de referencia en la región, tras Villacís. Todo un jarro de agua fría para un partido que hace apenas tres meses gobernaba la Comunidad en coalición con Isabel Díaz Ayuso.

Miguel Ángel Arranz.Cs

“Para Ciudadanos el escaparate de Alcobendas es fundamental”, defiende Arranz. “Ciudadanos va a ostentar aquí la alcaldía más importante de la Comunidad de Madrid, y no solo eso. Alcobendas es la tercera ciudad por facturación empresarial de España, tras Madrid y Barcelona, por las multinacionales que hay radicadas aquí”, asegura. “Sin tener representación en la Asamblea, todo el peso recae ahora en los municipios, donde tenemos muchísimo músculo. Es el momento de dar el paso adelante, de decir Cs está aquí, para seguir dando guerra”.

“Las relaciones entre el PSOE y Cs son muy buenas. Somos un equipo fuerte y cohesionado, con una visión y proyecto común que está funcionando”, asegura Rafael Sánchez Acera, el actual alcalde, del PSOE. “Aún queda más de un mes para que alcancemos la mitad del mandato, que es cuando recoge el pacto firmado por ambas formaciones el momento en el que alternaremos la Alcaldía”, precisa. “La fecha concreta todavía está por definir”.

Ciudadanos logró en 2019 las alcaldías de Valdemoro, Paracuellos de Jarama, Torrejón de la Calzada, El Molar, Villarejo de Salvanés, Robledo de Chavela, Santa María de la Alameda, La Acebeda y Villaviciosa de Odón. Pero el fenómeno Díaz Ayuso, las heridas abiertas por los sucesivos batacazos electorales, y cuestiones propias de cada municipio se han unido para alimentar un goteo continuo de comunicados en los que cargos públicos madrileños anuncian su marcha del partido.

De hecho, entre los alcaldes de Cs cunde el desánimo: a ninguno se le escapa que el adelanto electoral de Madrid, y sus consecuencias dramáticas para el partido, tuvo su origen en una fallida apuesta por unirse al PSOE en una moción de censura contra el PP en Murcia.

Ahora, además, a los problemas internos del partido se unirán los efectos colaterales de su desaparición de la Asamblea. Estar fuera del Parlamento regional no solo deja a Cs sin el mejor altavoz para dar a conocer su proyecto. El desastre también tendrá efectos en el Senado, ya que la formación de Arrimadas perderá a los dos senadores que tenía hasta ahora por designación autonómica (Carla Santiago y Tomás Marcos). Del todo a la nada, en apenas tres meses.

Pasos para el traspaso de poder

"Los partidos firmantes se comprometen a crear un gobierno estable, de coalición y

con alternancia en la Alcaldía a los dos años, coincidiendo con la mitad de la legislatura", recoge el pacto de gobierno que firmaron en 2019 Cs y PSOE.

¿Cómo llevarlo a cabo? Según Cs, el actual alcalde, Rafael Sánchez Acera, del PSOE, deberá renunciar a su cargo en un pleno, con lo que el poder pasará al 'número dos' del gobierno municipal, que en estos momentos es Miguel Ángel Arranz, el líder local de la formación. Desde entonces, se abrirá un plazo de máximo 15 días en el que habrá que convocar otro pleno para investir al nuevo regidor.

Los dos partidos han acordado mantener las actuales áreas de trabajo y equipos, cambiando únicamente al alcalde, según Cs.

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