El Madrid vacío y sin virus tampoco cambia de fase
Los 42 pueblos de la Sierra Norte, con solo 112 contagios y una densidad de población 225 veces menor que la capital, buscan reactivar la economía sin caer en la pandemia
Los 42 municipios de la Sierra Norte de Madrid acumulan entre todos 112 casos de coronavirus. La pandemia y el estado de alarma se han vivido de otra forma en esta comarca, conocida también como la sierra pobre. Todos sus vecinos suman 30.000 y la densidad de población, 24 habitantes por kilómetro cuadrado, es 225 veces menor que en la capital, con 5.400. Pero, al igual que las zonas más castigadas de la región, la Sierra Norte sigue en Fase 0 de la desescalada. En la Comunidad de Madrid no ha habido distinciones como en la vecina Castilla y León.
Los responsables y empresarios de estos 42 pueblos no dudan de que su realidad es otra muy diferente a la que se vive en la capital o en otros municipios de la Comunidad. Reconocen sin embargo que dependen de los que vienen de fuera para que la economía arranque de nuevo. ¿Qué beneficios tendría avanzar a la fase 1 si no hay clientes para los restaurantes, las casas rurales o las excursiones de fin de semana? ¿Aumentarían los contagios con la llegada de turistas y otras personas de fuera?
"Tenemos sentimientos encontrados, porque ahora la situación está controlada y no sabemos qué puede pasar", explica Eva Gallego, alcaldesa de Madarcos y presidenta del Grupo de Acción Local Sierra Norte de Madrid (Galsinma). Madarcos, con 48 vecinos, es el pueblo menos habitado de los 179 de la Comunidad de Madrid. Es, además, de los que no ha tenido ni un solo caso del virus en toda la pandemia. En efecto, flota la duda de si el empujón que necesita la actividad económica no será perjudicial para este remanso sanitario.
El consejero de Sanidad de la Comunidad, Enrique Ruiz Escudero, explicó este sábado que el Ejecutivo autonómico no solicita el cambio de fase por zonas debido a la alta densidad de población regional, que es de 827 habitantes por kilómetro cuadrado. Ruiz escudero aludió a la alta movilidad de los madrileños, pero no tuvo en cuenta ese escalón de 225 veces menos habitantes por kilómetro cuadrado que separa el norte rural de la urbe.
Lo que tienen claro los alcaldes de la Sierra Norte es que ellos seguirán insistiendo en que tienen características diferentes al resto de la Comunidad, y que por tanto se les debería “mirar con otros ojos”, afirma la alcaldesa de Madarcos. “Somos conscientes de que hay que empezar la actividad económica en algún momento”. “Tengo vecinos que ya han empezado a recibir llamadas de clientes que quieren venir un fin de semana al menos la sierra, pero no saben qué hacer”, continúa Gallego.
Los 112 contagios se localizan casi todos en los pueblos que se encuentran más al sur y próximos a la capital. Estos son los 11 adonde ha llegado el virus: Torrelaguna (21 casos), Buitrago de Lozoya (15), El Vellón (13), La Cabrera (11), Cabanillas de la Sierra (10), El Berrueco (8), Torremocha del Jarama (8), Navalafuente (7), Bustarviejo (7), Rascafría (6) y Patones (6 ). Los otros 31 municipios, hasta el momento, se mantienen sin casos. En el otro extremo, tanto en el plano sanitario como en el geográfico, se encuentra Navas del Rey, que tiene 78 casos confirmados entre sus 2.918 habitantes. Es el lugar de mayor incidencia del virus en toda la Comunidad.
“Podemos ofrecer seguridad, libertad y tranquilidad. Una alternativa al que se ha pasado el confinamiento metido con sus hijos en un piso”Juan Andrés Martín, propietario de una casa rural en Braojos
Para la reapertura de las empresas “necesitamos un mínimo de movilidad regional. No avanzaríamos mucho si no puede venir la gente de Madrid”, entiende Antonio de la Rosa, uno de los responsables de la empresa de turismo activo Meridiano Raid. Cuentan con tres bases náuticas en la Sierra Norte y el lastre económico de una inversión pendiente de pagar hecha el año pasado en un nuevo parque de aventuras. Pero asentados en el optimismo de De la Rosa, bombero de la Comunidad en excedencia, desde esta empresa creen que el ocio al aire libre va a salir reforzado. Ya han diseñado un protocolo sanitario para retomar sus actividades como integrantes de la Aneta (Asociación Nacional de Empresas de Turismo Activo).
“Podemos ofrecer seguridad, libertad y tranquilidad. Una alternativa al que se ha pasado el confinamiento metido con sus hijos en un piso”. Pendiente también del cambio de fase y de la movilidad de la población se encuentra Juan Andrés Martín, propietario de la Estrella Rural, una casa que puede llegar a alojar a 28 personas en sus siete apartamentos en el municipio de Braojos, también sin casos de covid-19. “Estamos con ilusión y nervios mientras hablamos de cómo adaptarnos los empresarios del sector. Máquinas de ozono, las desinfecciones, campaña de cara al verano…”.
En eso están precisamente estos días las autoridades de la Sierra Norte, en planificar los meses estivales con el objetivo de empezar a remontar el vuelo. Tienen en mente a los posibles visitantes y las fiestas populares. También la seguridad, la recogida de residuos, los hoteles, casas rurales y restaurantes… “Porque la población estival ronda las 100.000 personas” y triplica la habitual, explica Daniel Caparrós, coordinador de Galsinma y exalcalde de Venturada, otro municipio sin contagios. “Hay que ser valientes aunque tengamos el corazón dividido. Tenemos muchos pros y contras”, añade sobre el cambio de fase.
Este verano “no les va a quedar otra que el comodín de la sierra”Javier Sanjuán, ferretero de Buitrago
"Entiendo que hay ganas de salir. Y sé que las personas que tienen aquí segunda residencia vendrían con cuidado porque aquí nos conocemos todos y nos tenemos mucho cariño", admite la alcaldesa de Madarcos, pero a la vez recuerda que en la sierra tienen los recursos que tienen. "¿Será suficiente para controlar toda la actividad?, no lo sé. Tenemos los sanitarios que tenemos, y las fuerzas de seguridad que tenemos. No más". Eva Gallego admite, como Caparrós, que en la red interna que tienen los alcaldes de la zona lo han hablado y el sentimiento contradictorio es generalizado. La realidad es tan diferente de la que reina en la capital que, en medio de este reportaje, la alcaldesa de Madarcos, que no cobra sueldo por su cargo y es además ganadera, ha de ir a atender el parto de una de sus vacas.
Mientras, al que le está yendo bien ya antes de cambiar de fase es a Javier Sanjuán, que en su ferretería de Buitrago del Lozoya está vendiendo estos días como nunca. Todo lo relacionado con la huerta y el jardín se lo quitan de las manos. ¿Cómo es posible sin haber pasado a la fase 1?
La realidad tiene doble truco y este comerciante lo cuenta. Uno: las grandes superficies del bricolaje permanecen todavía cerradas y los desplazamientos hacia fuera del municipio muy restringidos. Dos: hay una cifra que nadie se atreve a precisar de madrileños de la capital que están pasando el confinamiento en su segunda residencia. Muchos dieron el salto a la sierra antes incluso de que se decretara el estado de alarma y nada hace pensar que se vayan a ir antes del verano. No hace falta ser fisonomista para darse cuenta. Con ser ferretero de pueblo, vale. “Yo mismo veo que las caras no son las habituales del invierno. Son más caras de agosto” y “los propios clientes me lo dicen a mí”, añade el comerciante. De todas formas, Javier Sanjuán quiere fase 1 y ve con optimismo el futuro. Entiende, y desea, que mucha gente purgará el estío de 2020 sin pisar la playa ni el extranjero. “No les va a quedar otra que el comodín de la sierra”.
Información sobre el coronavirus:
- Aquí puedes seguir la última hora sobre la evolución del coronavirus.
- El mapa del coronavirus: así crecen los casos día a día y país por país
- Guía de actuación ante el coronavirus
- Todas las medidas contra el coronavirus en Madrid
- En caso de tener síntomas, la Comunidad de Madrid recomienda evitar acudir al centro de salud salvo casos de extrema necesidad, usar la web coronamadrid.com y el teléfono 900 102 112
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.