Uno de cada cuatro profesores de Medicina y Ciencias de la Salud de Alcalá se infectó por coronavirus
El primer estudio de seroprevalencia de una institución académica en España revela la presencia de anticuerpos en el 18,28% de la plantilla, un 7% más que la media de Madrid
El 26,81% de los profesores de Medicina y Ciencias de la Salud de la facultad de la Universidad de Alcalá de Henares (Madrid), el 16,96% de los estudiantes y el 10,6% del personal de administración y servicios pasaron el coronavirus. Son los resultados preliminares del primer estudio de seroprevalencia que se ha hecho en España en una institución académica, con 709 muestras recogidas del 8 al 16 de junio. Las cifras globales sitúan a este centro en un 18,28%, un 7% superior a la media de la Comunidad de Madrid, según el Estudio Nacional de sero-epidemiología (ENE-Covid19).
“Quizá no nos los esperábamos tan alto, pero sabíamos que la cifra sería elevada”, aclara Juan Cuadros, profesor asociado a esta facultad, uno de los investigadores principales del estudio y jefe de servicio de Microbiología del Hospital Universitario Príncipe de Asturias de Alcalá, que ha participado en el proyecto. “Lo lógico era pensar que si teníamos estudiantes en prácticas y profesores con plazas vinculados al sistema sanitario, la seroprevalencia iba a ser alta”, añade.
En lugar de un estudio masivo, que “no tiene sentido para conocer la seroprevalencia, no es necesario”, se hizo una selección aleatoria y equilibrada de los distintos grupos de interés: “Testamos 709, que fue el número que los programas estadísticos nos decían para que el resultado fuese representativo del total, unas 2.900 personas”. Personal de administración y servicios (66 muestras), docentes (135 muestras) y estudiantes (508 muestras), colectivos, estos dos últimos, especialmente expuestos al virus por su vinculación con hospitales, centros de salud y centros sociosanitarios, donde desarrollan parte de la actividad académica.
La investigación dividió a los individuos en dos grupos. El de riesgo elevado, compuesto por los que mantienen contacto con el medio sanitario: los estudiantes de tercero a sexto de Medicina y de segundo a cuarto de Enfermería y Fisioterapia, y profesores que imparten asignaturas clínicas en las distintas titulaciones. Y el de bajo riesgo, los que no tienen contacto directo con el medio sanitario: los estudiantes de los primeros cursos de Medicina, Enfermería y Fisioterapia, los alumnos y profesores del grado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, el personal de administración y servicios de todos los edificios que acogen titulaciones sanitarias en los campus de Alcalá y Guadalajara, y los profesores de Medicina que no tienen contacto con instituciones sanitarias.
A nivel global, para todos los colectivos, la seroprevalencia del grupo de alto riesgo es del 22,1% y del 14% para el de bajo riesgo. “Una ratio en el riesgo de padecer infección casi dos veces más en los de alto riesgo, un 1,7 más”, explica Manuel Zapata, decano de la facultad, promotor del estudio y jefe de servicio de Medicina Interna del Hospital de Guadalajara.
Los profesores son el grupo de mayor riesgo
Donde se produce la mayor diferencia es en el grupo del profesorado. “Una ratio de 3,8 veces más riesgo en los que tienen relación con el sistema sanitario [la seroprevalencia es del 36,36% para quienes trabajan en centros sanitarios frente al 13% en los que no]”, detalla. Mientras, en los estudiantes, “a nivel estadístico, no es tan significativa [15% frente al 19%]”, ya que, arguye, “los sacamos de los centros en cuanto supimos que había habido contacto entre ellos y pacientes de covid-19, por lo que la infección puede deberse más a un contagio poblacional que a la producida por contacto con el sistema sanitario”.
Del total de muestras analizadas con el método CLIA (una técnica de análisis ultrasensible), 46 mostraron una IgM positiva o indeterminada, que son los anticuerpos que indican que el paciente podría estar pasando la enfermedad. A esos positivos, dice Zapata, se pidió consentimiento a esos positivos para hacerles una PCR (la prueba que se usa cuando hay síntomas de que la infección puede estar activa). “Solo una dio positiva”.
Ahora, amplía el decano de Alcalá, “se está haciendo la determinación cuantitativa de la IgG”, la que aparece después de la IgM, los anticuerpos de larga duración: “Aunque todavía no sabemos por cuánto tiempo ni cuántos neutralizantes del virus haya, desde el punto de vista clínico a mayor cantidad de IgG mayor protección, y a mayor duración de esa inmunoglobulina, mayor duración de la protección, es lógico”.
Para los resultados del análisis de la IgG habrá que esperar un poco más. “Sujetos que han tenido infección probada o sugerente ha habido bastantes dentro de la muestra, ahora hay que cruzar los datos epidemiológicos con los datos analíticos para ver qué resultados arroja”, concluye Zapata.
Contagio entre profesionales
Entre los profesionales sanitarios, el contagio ha supuesto gran parte de las cifras de positivos en la Comunidad. El 20 de mayo, con los últimos datos de la Consejería, había 11.548 profesionales contagiados y varios hospitales ya han llevado a cabo sus propios estudios para determinar el porcentaje de trabajadores contagiados.
El último fue el Príncipe de Asturias, en Alcalá de Henares, donde al menos el 37,6% de sus trabajadores han sido afectados por el virus: 1.150. El 18,6% (569) confirmado por PCR y el 19,1% (581) por serología. En el Ramón y Cajal, donde hicieron el estudio con un test de los llamados rápidos y la prueba ELISA (no incluyeron PCR), el 24% de su plantilla ha resultado contagiada. En el Severo Ochoa de Leganés, a finales de abril el virus alcanzaba al 27%, según datos de la Junta de Personal, que no especificó si estas cifras correspondían a resultados de serología y PCR o solo uno de los métodos. En La Paz, ya el 26 de marzo, había 426 profesionales en aislamiento por PCR positiva o sospecha. U desde el de Alcorcón se informó a finales de abril de que el 31% de los 2.625 empleados habían dado positivo en las pruebas ELISA.
El proyecto de investigación se ha realizado con el trabajo conjunto de todo el equipo decanal de la Facultad, el Servicio de Salud Laboral de la Universidad de Alcalá de Henares, el Servicio de Microbiología y personal de Enfermería del Hospital Universitario Príncipe de Asturias y la Unidad de Gestión de la Investigación del Hospital Universitario de Guadalajara.
Los veinteañeros, un grupo de interés
En otros países como Alemania, explica el microbiólogo Juan Cuadros, el grupo etario de los veinteañeros fue clave en la diseminación del virus y tenían especial interés en hacer un estudio centrado en este grupo de edad. Esa, “una edad en la que el ser humano tiende a mezclarse con sus semejantes y a celebrar”, dice, entraña también un riesgo en un momento en el que es es “importantísimo mantener la distancia de seguridad a la espera de que el virus deje de circular”.
En este sentido, alega, “la vuelta a las clases es un tema muy relevante”: “Aunque el deseo sea la vuelta a la normalidad y en algunos casos a la presencialidad, la precaución ha de ser máxima”.
Arguye Cuadros que para esto es imprescindible “un plan activo de vigilancia que detecte posibles casos sospechosos inmediatamente y los recursos para que se puedan diagnosticar y controlar”. ¿Una vuelta a la normalidad? “En parte. Tendrá que ser una normalidad vigilante”.
Información sobre el coronavirus:
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- En caso de tener síntomas, la Comunidad de Madrid recomienda evitar acudir al centro de salud salvo casos de extrema necesidad, usar la web coronamadrid.com y el teléfono 900 102 112
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