Un jardín dentro de casa

Un 'showroom' dedicado a los jardines verticales y una escuela floral: dos de las opciones para poder meter un pedacito de naturaleza en nuestros hogares

Sylvia Bustamante, creadora de la Madrid Flower School.Madrid Flower School

Casi todas las fantasías del paraíso incluyen plantas y flores. Estos seres vivos con los que compartimos planeta, no solo nos proporcionan oxígeno y contribuyen al equilibrio de los ecosistemas, sino que son capaces de transmitirnos alegría. De ahí que, desde hace siglos, los seres humanos nos hayamos afanado en diseñar jardines que nos permitan mantener ese necesario contacto con la naturaleza y que incluso hayamos logrado meterlos dentro de casa. Y más en estos últimos meses, que hemos pasado tanto tiempo en ellas.

“Después de la pandemia, muchísima gente ha venido a comprar plantas”...

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Casi todas las fantasías del paraíso incluyen plantas y flores. Estos seres vivos con los que compartimos planeta, no solo nos proporcionan oxígeno y contribuyen al equilibrio de los ecosistemas, sino que son capaces de transmitirnos alegría. De ahí que, desde hace siglos, los seres humanos nos hayamos afanado en diseñar jardines que nos permitan mantener ese necesario contacto con la naturaleza y que incluso hayamos logrado meterlos dentro de casa. Y más en estos últimos meses, que hemos pasado tanto tiempo en ellas.

“Después de la pandemia, muchísima gente ha venido a comprar plantas”, cuenta Leonardo Lema de Greenworks, un showroom de jardines verticales procedente de Estocolmo que aquí tiene una sede junto a Madrid Río. Leonardo, que se confiesa un apasionado de las plantas desde pequeño, cuando ayudaba a su madre en la huerta en su Ecuador natal, es periodista, aunque durante años se dedicó al marketing. Su último trabajo en este sector fue en Londres hace tres años, cuando la incertidumbre del Brexit le animó a regresar a España y a reinventarse profesionalmente. “Recordé que en uno de mis viajes a Estocolmo conocí Greenworks, que me llamó la atención por unas espectaculares lámparas con plantas en su interior. Hablé con ellos para poder distribuirlas en España y así empecé, hasta que vi que necesitaba un espacio para mostrar, no solo las lámparas, sino también los jardines verticales y el resto de plantas”.

Aprendió de botánica y jardinería y emprendió esta aventura centrada en los jardines verticales, tanto de interior como de exterior. “A diferencia de otros, estos no son una construcción fija, sino que se pueden mover de sitio”, cuenta. Consisten en un panel con una doble capa de fieltro, donde se coloca cada planta y que cuenta con un sistema de riego por capilaridad. “Además de la parte estética, estos jardines aportan muchos beneficios: ayudan a reducir el impacto del ruido, a controlar la temperatura y a optimizar el espacio”. Claro que, poca gente tiene un salón con una pared capaz de albergar un jardín de esta envergadura –de hecho, están más bien pensados para negocios–, es por eso que en Greenworks también tienen una versión “mini” de 40x30 centímetros, que se riega manualmente y que es apta para cualquier casa.

Un jardín vertical del Greenworks.María Arranz

¿Y todas las plantas sirven para un jardín vertical? Las que más utiliza son cintas, hiedras, plantas del dinero y diferentes especies de potos, combinando variedades que crecen rápido con otras de crecimiento más lento. Para la selección botánica, Leonardo recomienda no elegir solo con los ojos, sino pensar también en dónde vamos a colocarlo y cuánto tiempo vamos a poder dedicarle a sus cuidados. Instagram juega un papel importante en este sector y ha logrado incluso que ciertas especies se pongan de moda, como ha ocurrido con la pilea, una planta que, según Leonardo, no solo es bonita sino que además es muy resistente.

Además, en Greenworks ofrecen talleres –tanto para empresas como para particulares– en los que aprender a crear tu propio jardín vertical o tu propio terrario. A los participantes se les proporcionan todos los materiales, se les enseña paso a paso y, al terminar, cada uno se puede llevar a casa su creación vegetal. En la tienda también se pueden encontrar curiosidades como las plantas de aire o unas macetas que permiten colgar plantas hacia abajo gracias a un sistema formado por un envase de barro que se llena de agua, que la planta va absorbiendo gracias a la porosidad de este material.

Escuela de flores

Madrid Flower School ofrece cursos en los que se enseñan todo tipo de técnicas florales.Madrid Flower School

Hay quien prefiere alegrarse la vista y el espíritu con flores y que incluso se anima a aprender a diseñar sus propios arreglos y centros. Para eso nació Madrid Flower School, la escuela que Sylvia Bustamante abrió el año pasado en la capital y que ofrece cursos en los que se enseñan todo tipo de técnicas florales. De origen peruano-chileno y también periodista de formación, Sylvia se enamoró de las flores mientras hacía un máster en Nueva York. Se formó con los mejores profesionales de Estados Unidos y, cuando se mudó a Madrid, decidió abrir una escuela floral inspirada en las que ella misma había frecuentado.

De primeras, combinó su vocación periodística con la floral, abriendo una cuenta de Instagram llamada Floristas del mundo, donde entrevista a profesionales que admira, dándoles a conocer entre el público de habla hispana. Al cabo de un tiempo, abrió un local junto a Madrid Río y ahora se ha mudado (temporalmente) a la Cuesta de Santo Domingo. En sus cursos enseña desde Garden style ––el arte de hacer arreglos que parecen recogidos del jardín– a Dutch style –que recuerda al estilo de los bodegones florales– y recalca que siempre utiliza flores frescas venidas de Holanda, porque es allí donde encuentra más variedad y una carta de colores más amplia.

Para los habitantes de las grandes ciudades, las flores pueden convertirse en una forma de contrarrestar la invasión del ruido y el cemento. “En Nueva York, por ejemplo, adoran las flores”, explica Sylvia. “El ramo o el arreglo que tienen en casa les proporciona un minuto de solaz, de tranquilidad y también de humanidad. Es muy curioso cómo este pedacito de naturaleza te puede cambiar el ánimo”.

Terrarios de Greenworks, en Madrid.María Arranz

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