Un diputado regional y el alcalde de Fuenlabrada abren la pugna para reanimar el proyecto del PSOE frente a Díaz Ayuso
Juan Lobato y Javier Ayala presentan los avales para competir por la secretaría general regional
Cinco meses después de la debacle de las elecciones del 4-M, el PSOE ha abierto este lunes la pugna para reanimar su proyecto frente a las amenazas que representan el tirón de Isabel Díaz Ayuso (PP) y la pujanza de Mónica García (Más Madrid). Tanto Juan Lobato, diputado regional, como Javier Ayala, alcalde de Fuenlabrada, han presentado los avales necesarios para aspirar a ...
Cinco meses después de la debacle de las elecciones del 4-M, el PSOE ha abierto este lunes la pugna para reanimar su proyecto frente a las amenazas que representan el tirón de Isabel Díaz Ayuso (PP) y la pujanza de Mónica García (Más Madrid). Tanto Juan Lobato, diputado regional, como Javier Ayala, alcalde de Fuenlabrada, han presentado los avales necesarios para aspirar a sustituir a José Manuel Franco como secretario general del partido en Madrid. Su pugna, que se decidirá el 23 de octubre, y servirá de antesala al congreso del 13 y el 14 de noviembre, es la de dos modelos opuestos para rescatar al PSOE.
A un lado está la propuesta de Ayala, que plantea un reencuentro con las esencias socialistas, renunciaría a ser candidato a la presidencia de Madrid en las elecciones de 2023, y cuenta con el apoyo de las alcaldesas de Getafe, Sara Hernández, y Alcorcón, Natalia de Andrés.
Al otro, la de Lobato, que sí quiere aspirar a la presidencia autonómica, que apuesta por ensanchar el partido acercándolo a las clases medias, y que tiene el beneplácito de los principales cargos de la región.
Resultado igualado
“En el proceso que se abre de manera oficial esta semana en el Partido Socialista de Madrid se va a decidir el rumbo que va a tener la organización en los próximos años: elegimos entre un proyecto de izquierdas sin complejos o parecernos más a Ciudadanos”, ha dicho Ayala, que también cuenta con el apoyo de los fieles que aún le quedan en Madrid al exsecretario general Tomás Gómez. Y ha subrayado: “Esta es una candidatura ganadora y el resultado final va a estar muy igualado por lo que la militancia tiene en su mano el cambio real que representa Javier Ayala o que las cosas sigan haciéndose de la misma forma que nos ha hecho perder una y otra vez”.
“Al igual que el resto de aspirantes, somos todos compañeros de izquierdas, y esto es lo que planteamos: cuando el PSOE ha planteado proyectos sólidos de izquierdas, ha sido capaz de llegar a la mayoría social”, ha replicado Lobato, al que apoya la delegada del Gobierno en Madrid, Mercedes González, o el alcalde de Alcalá, Javier Rodríguez Palacios. “Es lo que planteamos. Tener un partido cada vez más grande, no más pequeño”, ha añadido. “Los militares del PSOE quieren elegir, pero no confrontar, y el que no entienda esto se equivocará”, ha seguido. “Necesitamos referentes que den un paso al frente y que no se escondan”.
La distancia que separa las dos propuestas refleja el laberinto en el que se encuentra inmerso el PSOE. Las elecciones del 4-M no solo supusieron un triunfo incontestable de Díaz Ayuso, que logró 65 diputados. También pusieron punto final a la trayectoria madrileña de Ángel Gabilondo, el primer socialista en ganar unas autonómicas desde 1987, y de Franco, el secretario general que había logrado pacificar la siempre problemática federación madrileña.
En consecuencia, la batalla está abierta. Mientras Hana Jalloul llena de contenido la portavocía en la Asamblea, que probablemente pierda si Lobato gana la secretaría general, el partido intenta rearmarse para enfrentarse a una tormenta perfecta. A un lado, Díaz Ayuso, la política de moda en la derecha, que amenaza con prolongar el cuarto de siglo que lleva el PP al frente de la región. Al otro, Mónica García, que en mayo logró algo que parecía imposible: desplazar al PSOE como referente de la izquierda, situarse como segunda fuerza y dejar a los socialistas sumidos en la crisis.
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