Dónde come el escritor Ignacio Peyró en Roma
El director del Instituto Cervantes en Roma cree que cuanto más feos son los cuadros de un restaurante mejor se come, toma el Negroni al atardecer y mide el estándar del helado en el sabayón y el fondente
Dirige desde hace dos años el Instituto Cervantes en Roma. Pero antes, Ignacio Peyró (Madrid, 44 años) fue responsable de la citada institución pública en Londres, y muchas más cosas: estudió Filología, Ciencias de la Documentación y Derecho, y ha ejercido como periodista, corresponsal político y colaborador en diferentes medios de comunicación tanto españoles como hispanoamericanos. Durante cinco años le escribió a Mariano Rajoy sus discursos como presidente del Gobierno. Es autor de Pompa y circunstancia. Diccionario sentimental de la cultura inglesa; La vista desde aquí. Una conversación con Valentí Puig; Comimos y bebimos. Notas de cocina y vida; Ya sentarás cabeza. Cuando fuimos periodistas; y Un aire inglés. Ensayos hispano-británicos. Es una firma habitual de la sección de Opinión de EL PAÍS y de El País Semanal.
Dónde desayunar
1. ”Italia malcría tanto con el café que uno casi no da crédito cuando pide un café y no es excelente. En Roma solo he tomado uno malo de verdad y guardo el secreto como si me fueran a pagar por él”, asegura Peyró. Secretos aparte, recomienda tres direcciones. Faro, un lugar, del que dice que es como “una isla hipster en un océano de tradicionalismo, pero su café te hace pensar que estás bebiendo café por vez primera”. En el otro extremo, “Strabbioni y Natalizi podrían estar, y es un halago, en un museo de antropología. Su pastelería además es excelente”. Direcciones: Faro: Piave, 55, Roma. Teléfono: +39 06 4281 5714. Strabbioni Bar Pasticceria dal 1888: Servio Tullio, 2A, Roma. Teléfono: +39 06 6928 1689. Pasticceria Natalizi: Po, 124, Roma. Teléfono: +39 06 854 6213.
Un sitio para tomar el aperitivo
2. El aperitivo italiano, sostiene, es sentado y vespertino. Es la hora de Camparis y Negronis. “Camponeschi tiene copas competentes y una de las terrazas preferidas de los romanos, con vistas al crepúsculo y a los esplendores de Piazza Farnese. El aperitivo ahí casi parece un seminario de romanidad, entre señoras que fuman, algún elegante, tipos del barrio con el perro y amigas que comparten una botella de blanco”. Dirección: Piazza Farnese, 50/50a, Roma. Teléfono: +39 06 687 4927.
Dónde comer
3. En Italia suele ocurrir que, cuanto más feos son los cuadros del restaurante, más rica está la comida, apunta el escritor. La Tavernaccia da Bruno cumple con la norma. Emma Pizzeria, por su parte, es un restaurante para todas las ocasiones: lo mismo se puede comer por tres duros que descorchar un Barolo eterno. “Y vas a estar igual de bien, ya te lleves a tu novia, a tu jefe o a tu equipo de rugby. El lugar es amable e informal, pero sus pizzas son las más serias que he probado”. Direcciones: La Tavernaccia da Bruno: Giovanni da Castel Bolognese, 63, Roma. Teléfono: +39 06 581 2792. Emma Pizzeria: Monte della Farina, 28, Roma. Teléfono: +39 06 6476 0475.
Una merienda
4. “En Roma hay épocas del año en las que, si uno no va con un helado por la calle —el helado hay que pasearlo— parece que nos fueran a multar”, bromea Peyró, que destaca el nivel altísimo de la heladería en esta ciudad. Y diferencia las heladerías dedicadas a las frutas, como Cremeria Monteforte (Rotonda, 22, Roma), y las especializadas en cremas, como Gelateria dei Gracchi, Fatamorgana u Otaleg. “Son excelentes, pero quizá la que más me entusiasme sea Günther Gelato, porque para mí el estándar del helado se mide en el sabayón y el fondente, y ahí son de ovación”. Dirección: Günther Gelato: Piazza di S. Eustachio, 47, Roma. Teléfono: +39 06 6880 8292.
Dónde tomar una copa
5. “El romano es un ser apolíneo, consciente del dinero y preocupado por su imagen pública. En consecuencia, bebe poco. Eso implica que los bares de hotel están desiertos”, concluye Peyró tras dos años en la ciudad. Si tiene que destacar uno, elige el bar del Hotel Plaza. “Es hotel, pero —en plena Via del Corso— tiene el recogimiento de un monasterio. Lleva cien años ahí, parece que con una decidida voluntad de no cambiar, y uno va pasando por sus salones vacíos —todo espejos y terciopelos— con la sensación de estar a cinco minutos del hundimiento del Titanic. Una maravilla”. Apunta otra dirección: el bar del Hotel Locarno, “con coctelería de altos vuelos, es también como para echarse a hibernar”. Y aclara que los hoteles italianos rara vez pertenecen a grandes cadenas, “así que no hay señalética agresiva, ni programas de puntos, ni spa sospechoso”. Eso sí, advierte que son caros, pero uno tiene la sensación de estar contribuyendo a una buena causa”. Persona de costumbres, asegura que va poco, y cuando lo hace pide un Campari con soda y una pequeña correzione de gin. Direcciones: Grand Hotel Plaza: Via del Corso, 126, Roma. Teléfono: +39 06 6992 1111. Hotel Locarno: Via della Penna, 22, Roma. Teléfono: +39 06 361 0841.
Dónde cenar
6. Al Ceppo es uno de esos restaurantes que más bien parecen un club. Está en uno de los barrios prestantes de la ciudad, sin turistas ni manteles de cuadros. En su cocina, entre Roma y Las Marcas, no falta la casquería, pero la brasa —la carne a la brasa— es lo importante. En Turín, recomienda con fervor Al Gatto Nero, sobre todo ahora que en el Piamonte es la temporada de la trufa. “Es uno de los restaurantes más bonitos que conozco, una belleza sesentera que grita por todas partes Juan XXII”. Destaca, además, la carta de vinos con añadas viejas, y con un punto importante, “sin rejón de muerte”. Direcciones: Al Ceppo: Panama, 2, Roma. Teléfono: +39 06 841 9696. Al Gatto Nero: Corso Filippo Turati, 14, Turín. Teléfono: +39 011 590414.
Una tienda o un puesto de un mercado
7. Dice que Borges se imaginaba el paraíso bajo la especie de una biblioteca, quizá porque no conoció Peck. “Ni Harrod’s, ni Fortnum’s, ni La grande épicerie: Peck, unos ultramarinos finos de toda la vida pero con dimensiones de grandes almacenes. Hay una cava con barra para trastear con botellas y mesas para tomar la comida preparada, que es cosa fina. Para colmo, son tan amables como Los Fernández. Odio y amo que cierren los domingos”. Dirección: Spadari, 9, Milán. Teléfono: +39 02 802 3161.
Un ‘souvenir’ gastronómico
8. Cuando visita una ciudad, intenta comprar “café de algún comercio de estos que llevan tostándolo desde antes de la unidad de Italia: Torrefazione La Triestina, en Trieste, Sandri, en Perusa, o Stagnitta. en Palermo”.