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Comida viejuna: dátiles envueltos en bacon

Mikel López Iturriaga

Exóticos por su mezcla de dulce y salado, engordantes como pocas cosas en el mundo, los dátiles envueltos en bacon fueron un símbolo de distinción en los cócteles de los ochenta y principios de los noventa. Algo tenía este aperitivo que lo hizo irresistible para los paladares de la era felipista, en una España todavía no demasiado acostumbrada a las combinaciones inusuales. Su posición como signo de modernidad declinó con la llegada del nuevo siglo, cuando los nuevos tiempos gastronómicos lo condenaron al ostracismo.

En uno de sus trabajos de búsqueda más intensos hasta la fecha, el equipo de investigación de El Comidista ha localizado un dátil con bacon pegado a la hombrera de una chaqueta que llevó Nacho Cano en la gira de Aidalai. Éste es su escalofriante testimonio.

¿Cómo es que ha pasado aquí todos estos años?

Pues ya ves, tronqui. Me sirvieron en el cátering del último concierto de Mecano en Valladolid y aquí me he quedado. Fue la perra de Jose María, que para putear a su hermano me pegó en la pedrería de su chaquetilla torera. ¿Sabes que se llevaban fatal?

Sí, pero...

Un canapé de salmón con un cuartito de rodaja de limón encima me contó que una vez vio a Jose echándole una bronca a Nacho en el camerino. ¿A que es superfuerte?

Bueno, yo es que le quería hacer una entrevista más gastronómica.

Uf, ¡qué rollo! Va, pues dispara.

Siendo una tapa un poco raruna, ¿por qué se puso tan de moda?

¿Tapa yo? ¡Pero qué dices! Las tapas son una cosa muy antigua. Yo era un pinchito modernísimo de dátil dulce como la miel y bacon saladito y crujiente. A veces, ¡sorpresaaaa!, llevaba una almendra dentro. ¿A que flipas en colores? Yo era nuevo, rompedor, chiflante... nadie había visto nada igual. ¿Cómo no me iban a amar en la movida?

La gente de la movida no sé yo sí comía mucho... ¿Usted también se metió coca en aquellos tiempos?

Cariño, fue una época muy salvaje. España estaba en pleno subidón y lo que nos comíamos era el mundo. Yo tenía la ventaja de que al ser aperitivo, la gente todavía me probaba. Pero claro, a la segunda copa empezaba el desfile hacia los baños, y muchos primeros y segundos se quedaban ahí muertos de risa, sin que nadie les pusiera la mano encima.

A pesar de su halo de modernidad, dicen que usted es un aperitivo tradicional de Elche.

Bueeeno, siiiií, vaaale. No lo voy a negar, nací en el palmeral de Elche, que hay muchos dátiles. Allí me llaman Delicia, como la travesti de Priscilla, reina del desierto. Pero me fui muy joven a Madrid, era demasiado lanzado y transgresor como para quedarme en el pueblo. Soy el Almódovar de los aperitivos.

Fíjese que yo pensaba que tenía algo de moruno. Claro que el bacon muy musulmán no es...

No no no no, yo con los moros no quiero nada. Mi mundo es más cosmopolita: Madrid, Londres, Nueva York... ¿Sabe que en Estados Unidos me preparan?

Creo que allí los hacen al horno, mientras que aquí se llevaba más la versión fritanga. ¿Cree que su personalidad hipercalórica pudo propiciar su ocaso?

Querido, tengo que reconocer que sí. En España en aquella época ni Dios sabía preparar el bacon, y muchas veces yo no era más que una fruta seca y pastosa envuelta en una capa de grasa blandurria de cerdo. Y claro, con todo el rollo de lo light, pues como que no encajaba mucho.

Se vulgarizó.

Bueno, es que empezaron a surgir versiones gualtrapillas de mí. La gente no respeta nada, ¡si hasta me rebozaban en pan rallado! Pasé de los cócteles chic a las bodas. Y ya se sabe lo que ocurre cuando te empiezan a servir en las bodas...

Que estás muerto.

Sí.

Yo reconozco que usted tenía su gracia. Y por si le sirve de consuelo, le diré que hay blogueros que todavía lo preparan. Incluso sale en la tele a veces.

¿Dónde? ¿En Con las manos en la masa?

No, en Antena 3.

Uy, ni idea. En cualquier caso se lo agradezco, a ellos y a los blogueros esos que no sé qué son. También le diré que no estoy tan tan desaparecido: en algunos sitios todavía me venden. Congelado, eso sí.

Me alegro. Una última pregunta: ¿qué opina de la Operación Abanico? ¿Sabe que a un miembro de Loco Mía le pueden caer siete años de cárcel por traficar con popper?

¡Ay, estos chicos! Siempre fueron un poco locatigüisquis. Yo los conocí en Ibiza hace muchos años, en una fiesta. Aunque no me probaron. Estaban todo el rato arriba mariquita con el abanico para atrás y para alante, como poseídos. No sé qué les pasaba, pero ellos tampoco eran de mucho comer.

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Sobre la firma

Mikel López Iturriaga
Director de El Comidista, web gastronómica en la que publica artículos, recetas y vídeos desde 2010. Ha trabajado como periodista en EL PAÍS, Ya.com o ADN y colaborado en programas de radio como 'Hoy por hoy' (Cadena Ser), 'Las tardes de RNE' y 'Gente despierta'. En televisión presentó programas como El Comidista TV (laSexta) o Banana split (La 2).

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