Enrique Iglesias, 45 años de un ídolo convertido en padre de familia

El cantante celebra su aniversario en un momento personal pleno, feliz con sus tres hijos y aislado en su paraíso privado

El cantante Enrique Iglesias-

Enrique Iglesias Preysler cumple este 8 de mayo 45 años. El ídolo juvenil, el chico tímido y algo huraño que desataba pasiones entre las adolescentes se ha convertido en un padre de familia que disfruta de su blindada intimidad en su paraíso privado de Miami con quien es su pareja de casi dos décadas, Anna Kournivoka, y sus tres hijos. ...

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Enrique Iglesias Preysler cumple este 8 de mayo 45 años. El ídolo juvenil, el chico tímido y algo huraño que desataba pasiones entre las adolescentes se ha convertido en un padre de familia que disfruta de su blindada intimidad en su paraíso privado de Miami con quien es su pareja de casi dos décadas, Anna Kournivoka, y sus tres hijos. Quienes le frecuentan aseguran que Enrique nunca ha sido tan feliz como lo es ahora. "Está encantado en su papel de padre y se le nota. Con Anna las cosas no pueden irle mejor. Forman una pareja muy compenetrada que disfrutan con el mismo estilo de vida”, cuentan sus amigos.

Él sufrió más que sus hermanos la separación de sus padres y también la mudanza a Estados Unidos. Esos cambios marcaron para siempre su carácter. Muy introvertido pero a la vez cariñoso se convirtió en un adolescente independiente que huía de la fama que le proporcionaba su familia. También siempre luchó por obtener sus propios logros sin la ayuda de nadie y menos de su padre. Grabó su primera maqueta con el dinero que le prestó su niñera y a escondidas de Julio Iglesias. Cuentan que esa fue la primera gran desavenencia entre padre e hijo. A partir de ahí llegaron años de desencuentros. Hay quien fija el tiempo de distanciamiento en casi dos décadas, hasta que Enrique un día cogió el teléfono y se acercó. Ocurrió poco después de que nacieran sus gemelos, Lucy y Nicolás, nacidos en diciembre de 2017. Desde entonces los dos cantantes mantienen contacto aunque su relación ha quedado marcada para siempre por los años de ausencia.

La llegada de sus hijos ha cambiado a Enrique Iglesias y no solo para llevarle a reconciliarse con su padre, también en sus usos y costumbres. A Enrique ya no le gusta viajar, prefiere estar en casa con su familia. También se muestra más abierto a su forma. Le gusta presumir de sus niños y lo hace en las redes sociales, donde regularmente publica fotos o vídeos. En muchos de ellos aparece él jugando con los pequeños. Enrique es un padre cariñoso, juguetón y divertido. También en sus redes se muestra como un hombre enamorado de Anna Kournikova, a quien conoció grabando un videoclip. Una historia que se interpretó como un romance más del artista pero que el tiempo ha demostrado que era la historia sentimental de su vida. Unas fotos del nacimiento de la pequeña Masha en el paritorio, el pasado mes de febrero, escenifican la relación entre ambos.

Enrique está muy unido también a sus hermanos de madre. Sigue quedando a hacer deporte con Julio José, que vive como él en Miami. Recurre a Chábeli como si de una madre se tratara, aunque con la suya mantiene una excelente relación que les lleva a hablar casi a diario; y ejerce de hermano mayor con Tamara Falcó y Ana Boyer. Tamara lo ha contado: siempre que necesita un consejo le busca aunque sabe que con él las cosas son diferentes. Enrique no está en el chat de hermanos porque “como artista necesita silencio”. Pero nunca falla en los momentos importantes. El cantante ha sido uno de sus apoyos tras la muerte de Carlos Falcó.

Enrique también ha sido cómplice de su madre, Isabel Preysler. Cuando esta comenzó su relación con Mario Vargas Llosa pasó unos días en la casa del cantante en Miami. Allí unos fotógrafos obtuvieron las primeras fotos de la buscada pareja, unas imágenes que finalmente no vieron la luz porque se tomaron en la terraza de la mansión, considerada legalmente territorio privado. Esa casa es en muchas ocasiones centro de reuniones y celebraciones familiares. Pero lo que pasa allí, como todo lo que acontece alrededor de Enrique, es alto secreto.

Lo que no ha perdido el cantante es su gusto por la intimidad. Desde su posesión en una de las islas más lujosas de Miami disfruta de ella. Su avión privado y un barco amarrado en el muelle de su propiedad le permiten moverse con sigilo. No se le ve por la ciudad y menos aún en actos públicos. Nadie cuenta con él, saben que es así y lo aceptan.

Cuando estalló la pandemia, Iglesias estaba a punto de comenzar una gira con Ricky Martin que ha tenido que ser aplazada. Enrique pasa este tiempo disfrutando de su familia y componiendo en su particular universo de Miami. No necesita más.

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