La intrahistoria de amor y desamor de Jennifer Lopez y Alex Rodriguez
La pareja, envuelta en noticias de distanciamiento, ha recurrido a un terapeuta y trata de decidir acerca de su relación tras cancelar dos veces su boda
Hace una semana, el pasado viernes 12 de marzo, ya entrada la noche, se daba a conocer una noticia inesperada: la ruptura del compromiso entre Jennifer Lopez y Alex Rodriguez. La cantante y el deportista no habían dicho nada al respecto, pero medios como People o Page Six, con poderosas fuentes dentro de la industria del entretenimiento, daban a conocer que su relación estaba en serio peligro y que los planes de boda dos años postergados —se comprometieron a primeros de marzo de 2019— habían sido cancelados. La pareja protagonista salió rápidamente a matizar la información con un comunicado conjunto. Entonces contaron que la información no es que fuera falsa, sino que era “inexacta”. Además, explicaban que estaban “trabajando en algunas cosas”.
Durante la semana que ha ocurrido desde su ruptura, se han disparado los rumores, las conversaciones y las dudas sobre cuál será el futuro de la pareja. Ellos, por supuesto, no han comentado nada más al respecto: ella rueda un nuevo proyecto en República Dominicana (su última foto juntos fue tomada allí y publicada el 28 de febrero), mientras que él, que sigue en Miami, solo ha pronunciado una frase ante unos paparazis: “No estoy soltero”. Pero esas fuentes cercanas a ellos sí que han dado pistas sobre qué está sucediendo a su alrededor.
La relación de JLo y ARod, como se les conoce popularmente y sobre todo en EE UU, lleva tiempo en duda; según quienes les conocen, unos tres meses. Económicamente muy estables y con negocios en común, hace una temporada estuvieron a punto de comprarse una gran mansión en Miami y finalmente decidieron dar un paso atrás en la adquisición. La situación lleva un tiempo siendo turbulenta y ellos mismos lo han reconocido. Los últimos meses no todo ha ido bien, y lo que pretendía ser una gran boda (la fiesta del compromiso en septiembre de 2019 dio pistas de por dónde irían las cosas, y no iba a ser por la discreción ni la sencillez) se ha quedado en un proyecto común frustrado en dos ocasiones por la pandemia.
Los meses de convivencia y encierro también han afectado a la salud mental de Lopez, de 51 años, y de Rodriguez, de 45, y a la estabilidad de su pareja. Ellos mismos han contado que recurrieron a un terapeuta para superar los días más difíciles del encierro y las muchas horas juntos, en dos personas acostumbradas a estar cada día en una punta del mundo. Lo contó Lopez hace unas semanas en una entrevista con la revista Allure: “Echo de menos ser creativa y pasarme el día corriendo”, explicó. “Pero a Alex le encanta: ‘Me encanta estar en casa, hacer videoconferencias, saber que los niños están ahí y que tú estás ahí todo el rato’. En realidad ha sido muy bueno. Hemos tenido que trabajar en nosotros mismos. Hemos hecho terapia. Creo que fue de gran ayuda para nuestra relación”, relataba a la publicación,
Entonces explicó también que el cambio de las fechas de la boda había sido complicado de gestionar. “Hemos hablado sobre si casarnos o no”, explicó en una charla con USA Today. “Quiero decir, a nuestra edad, con ambos ya habiendo estado casados, ¿lo hacemos? ¿No? ¿Qué significa para nosotros? Y claro, se convierte en algo personal, en ¿qué quieres? La verdad es que no hay ninguna prisa”.
Esta crisis parece llevar varios meses rondándoles y se le ha sumado que a Rodriguez la prensa le ha asignado un par de relaciones. Por una parte, con la modelo Madison LeCroy, que ella afirma que nunca ocurrió y que solo se conocen de “hablar por teléfono, pero no en persona”, como le contó a Page Six. Del lado contrario está la actriz porno y exconejita de Playboy Zoe Gregory, que asegura que pocas semanas antes del compromiso entre Rodriguez y Lopez el exjugador de béisbol le mandó mensajes de contenido sexual y fotos explícitas. “Si Jennifer Lopez las quiere, que se ponga en contacto conmigo”, llegó a argumentar. Sin embargo, los amigos de la pareja afirman que la crisis no está causada por terceras personas.
Por si faltara alguien más en esa relación, ha entrado en escena el también jugador de béisbol Jose Canseco, que a través de su cuenta de Twitter —con 520.000 seguidores— ha empezado a mandarle mensajes a la cantante. “Buenos días a todos, especialmente a Jennifer Lopez”, escribía el pasado domingo. También le decía a la cantante: “Estoy soltero y te seré fiel, soy tu hombre”. De hecho, cuando se conoció la ruptura él mismo la calificó de “predecible” y afirmó que “la próxima chica con la que se verá a Rodriguez será una modelo de fitness caliente de 25 años”.
Quienes conocen a la pareja aseguran que han hablado por teléfono con frecuencia tras la no-ruptura, al estar distanciados, pero que precisamente la separación física tampoco ha causado la crisis; de hecho, contaron en Page Six que tras la anunciada ruptura que finalmente no fue, ambos se quedaron charlando al teléfono esa noche durante horas.
Un amigo común afirmaba a People recientemente que “el rodaje en República Dominicana lo empeoró todo porque no han podido verse apenas en persona, pero se quieren mucho y quieren seguir trabajando en esto”. Por eso hace pocos días Rodriguez voló hasta la isla (a apenas un par de horas en avión de la ciudad de Florida) para ver a su todavía prometida. Otra fuente amiga contó a la prensa estadounidense que la cantante tenía ganas de ver a su aún pareja en persona. “Quieren arreglar las cosas seriamente”, han afirmado. “Fue un encuentro feliz”. Falta por saber si el final de toda esta historia también será feliz.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.