La reflexión de Norman Foster sobre la ciudad de los 15 minutos: “Lleva con nosotros cientos de años”
El arquitecto inglés concedió una entrevista a ICON, que le ha premiado por su esfuerzo en la formación de una nueva generación de líderes urbanos especialistas en sostenibilidad
La “ciudad compacta” es una de las grandes apuestas del arquitecto inglés, Norman Foster, Premio ICON por impulsar una nueva generación de líderes urbanos especialistas en sostenibilidad. “Consume la mitad de energía que la dispersa, que devora la naturaleza y la biodiversidad”, explica en una entrevista con la revista con motivo del galardón. “La ciudad compacta es más deseable para vivir. Favorece el ejercicio físico y la proximidad, dos elementos fundamentales para la longevidad”, añade.
En la conversación con el periodista Daniel García, director de ICON, aborda también el cronourbanismo, ligado al concepto de la ciudad de los 15 minutos. “Esto no es nuevo. Lleva entre nosotros cientos de años”, señala Foster, que considera que parte del malentendido viene de “cuando París, con la mejor intención, planteó la propuesta como una novedad”. La idea tomó fuerza durante el confinamiento por la covid, popularizando el debate sobre un modelo para reorganizar las urbes de manera que los ciudadanos tengan cerca (a pie o en bici) todos los servicios que necesita a diario (parques, colegios, centros de salud, servicios públicos, tiendas...). También ha sido munición de grupos de ultraderecha, que transformaban estos planteamientos en bulos y teorías de la conspiración sobre planes para encerrar a los ciudadanos en su barrio y diversas prohibiciones.
Preguntado por la razón por la que considera un error popularizar la ciudad de los 15 minutos como algo nuevo, Foster responde con una mirada hacia los aprendizajes del pasado. “Creo que no aprendemos de la historia. Hay tantas ciudades que tienen un centro estupendo, centros históricos y culturales, con vecindarios que funcionan perfectamente… y que luego, cuando se hacen planes de expansión de estas ciudades, en vez de replicar esos modelos, te encuentras con un montón de viviendas al final de una carretera y sin transporte público. Algo que, sorpresa, provoca problemas sociales. Y no es muy eficiente ecológicamente”, indica.
Lea la entrevista íntegra del arquitecto en ICON: “España podría darle un par de lecciones al mundo sobre transporte público de calidad”.
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