Fundadores de las autodefensas impulsan un movimiento nacional
La organización tiene el apoyo de representantes de la iglesia, políticos y académicos de México
“No llamamos a la insurrección armada, llamamos a la insurrección de conciencia, a la solidaridad”, asegura ante 500 personas el doctor José Manuel Mireles, líder de las autodefensas -civiles armados- de Tepalcatepec (Michoacán). Bajo esta idea, la de despertar la conciencia de los mexicanos, la capital del país acogió este miércoles el primer encuentro nacional de autodefensas ciudadanas, un movimiento no armado apoyado por representantes de la sociedad civil y una parte de la izquierda política que apela al derecho a la legítima defensa en todo el territorio. Entre otras propuestas, los ponentes del coloquio pidieron la creación de una guardia nacional que integre a todas las personas que quieran unirse al movimiento.
“Nuestras peticiones son dos”, expresó Mireles: “Seguridad pública y acceso a la impartición de justicia”. En palabras del exmiembro del Consejo General de Autodefensas de Michoacán, la entidad del oeste mexicano, intervenida en enero por el Gobierno de Enrique Peña Nieto para frenar la escalada de violencia, es todavía hoy “un infierno”. “Ayer hubo siete ejecutados en los municipios donde no hemos tomado el control”, señala. En abril de este año ciudadanos y Ejecutivo federal pactaron como plazo el 10 de mayo para la conversión de las autodefensas en guardias rurales. Mireles no aceptó el acuerdo de desarme y fue desplazado del movimiento.
Una proyección del cirujano en las pantallas del auditorio antes de comenzar el acto enciende los ánimos del público, que aplaude y grita con entusiasmo. Él es el último en sentarse a la mesa de oradores. Antes sale Hipólito Mora, fundador del movimiento de civiles armados en La Ruana, una comunidad de 10.000 vecinos en la Tierra Caliente michoacana. Ambos se abrazan para la foto y dejan atrás sus viejas rencillas (escenificaron problemas por el liderazgo de los comunitarios). En la mesa, dos representantes de la Iglesia mexicana: el obispo de Saltillo, José Raúl Vera López, -quien este fin de semana bautizó a la primera niña mexicana hija de un matrimonio de lesbianas- y el padre Alejandro Solalinde, reconocido activista de los derechos de los migrantes. También una periodista experta en trata de mujeres, un académico y varios políticos.
“Soy campesino, nací en la Ruana y nunca pensé en estar aquí”. Así se presenta un padre de familia que un día se hartó de ver cómo su hijo pasaba hambre porque el cartel de Los Caballeros Templarios- una escisión de la Familia Michoacana- no le dejaba vender los costales de limón que cortaba en sus campos. “Solo dos días a la semana los compraban y pagaban entre 10 y 15 pesos -unos ochenta centavos de dolar- por cada saco. No se puede vivir con eso”. El campesino se llama Hipólito Mora y hace menos de dos semanas salió de prisión, después de haber permanecido dos meses encerrado por su presunta vinculación con dos asesinatos. Al final el juez determinó que no había pruebas suficientes en su contra. “Si pensaban que metiéndome en la cárcel me iba a doblegar, quiero que sepa el Gobierno que me hizo más fuerte, que voy a seguir luchando”, aseguró Mora. En su intervención, el limonero de la Ruana hizo un llamado al presidente de la República para que libere a los jóvenes encarcelados hace más de un año acusados de delincuencia organizada “simplemente por pertenecer a los grupos de autodefensa”.
Junto a Hipólito Mora, el resto de ponentes justificó, a través de su experiencia y visión personal, el porqué todos deberían ser autodefensas. En este contexto, Vera López, máximo represente de la Iglesia en Saltillo, acusó al Estado mexicano de ser responsable de la violencia y lanzó duras críticas contra el Ejecutivo: “No distinguimos el crimen organizado en los carteles del crimen organizado en los gobiernos. Junto a estos, el chapo es la hermanita de la caridad”, aseguró el obispo.
El discurso de Mireles, como la actuación de la banda estrella en un concierto, llegó de último. Sobre el templete el doctor se desnudó el torso para ponerse una camiseta con el lema YoSoyAutodefensa, que proclama el movimiento. “Las autodefensas de Mexico somos un grito nacido del dolor (...) Por cada muerto que enterramos nacen mil motivos para seguir adelante”, exclama el que también fuera militante del PRI y PRD. Queda por ver cuál es el siguiente paso en ese camino ascendente de lo que se perfila como una nueva organización de carácter nacional.
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