La Fiscalía investiga a otro gobernador del PRI por corrupción

Roberto Sandoval, gobernador del Estado de Nayarit, se encuentra en la mira de las autoridades federales mexicanas. La Procuraduría General de la República (PGR, Fiscalía) abrió una carpeta de investigación en contra del mandatario del PRI, que concluirá su gobierno el próximo 19 de septiembre. La Fiscalía está investigando la fortuna del gobernador por el supuesto delito de enriquecimiento ilícito, informó este lunes el periódico El Universal.

Fueron políticos de oposición los que acudieron ante las autoridades para denunciar el supuesto enriquecimiento inexplicable de Sandoval. Guadalupe Acosta Naranjo, diputado del PRD, y Leopoldo Domínguez, alcalde del PAN en Tepic (capital de Nayarit), fueron quienes interpusieron la demanda en la PGR. La Subprocuraduría Especializada en la Investigación de Delitos Federales atrajo el caso el mes pasado.

Acosta Naranjo fue candidato a gobernador de Nayarit por el PRD, pero perdió las elecciones de 2011 a manos de Sandoval, un ingeniero agrónomo que formó su carrera política en organizaciones ganaderas y de carniceros de la entidad. Acosta Naranjo sustentó la acusación de enriquecimiento ilícito del gobernador con recortes periodísticos y vídeos de YouTube.

En uno de ellos, fechado en noviembre de 2012, cuando Sandoval llevaba poco más de un año en el cargo, el gobernador mostraba su rancho a un grupo de periodistas locales. “Tenemos praderas aquí enfrente donde Joan Sebastián, El Cheque Peña y su servidor tenemos criaderos de yeguas aztecas y españolas. No nos cuesta ni un centavo. ¿Cuánto cuesta mantener a 100 yeguas? Es carísimo, pero en estas tierras Nayarit te da el alimento gratuito”, dice el gobernador en un video publicado por Nayarit en línea.

Sandoval cabalga a un costado de una laguna artificial en este rancho de 17 hectáreas en el poblado de Aután (municipio de San Blas, al oeste de la capital). En las imágenes, el político llega en caballo a un gran jardín que le sirve de patio a una lujosa casa. “Hemos trabajado esta tierra desde hace varios años”, dice Sandoval.

Según sus rivales políticos, Sandoval no tenía ese nivel de vida antes de convertirse en gobernador. En campaña, Acosta Naranjo recuerda que el candidato del PRI, que en ese entonces era alcalde de Tepic, aseguraba ser solo propietario de una casa en Guadalajara (Jalisco) comprada con un crédito de dos millones de pesos. Para 2012 se había convertido en tenedor de un rancho con cabezas de ganado y criaderos de caballos. Sandoval es uno de los cinco gobernadores mexicanos que no han transparentado sus posesiones en la plataforma anticorrupción 3 de 3 del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), que publica la declaración patrimonial de los funcionarios públicos locales.

El Gobierno de Sandoval en Nayarit ya está bajo sospecha. En marzo pasado, Édgar Veytia, el fiscal local, fue detenido en la garita fronteriza de San Ysidro (San Diego) por autoridades de Estados Unidos. Elementos del FBI arrestaron al procurador de Sandoval por supuestamente pertenecer a una red que distribuye cocaína, metanfetamina y marihuana en Estados Unidos. El Diablo Veytia, como lo apodaron las autoridades judiciales estadounidenses, será juzgado en Nueva York próximamente. Este escándalo ayudó a que el PRI perdiera el gobierno local a manos de una alianza opositora en las elecciones del 4 de junio. 

El caso de Sandoval aún no llega a ser tan grave como el de otros mandatarios locales. La Fiscalía aún se encuentra recopilando pruebas para nutrir una eventual acusación formal. Esto ya ha sucedido con varios exmandatarios como Javier Duarte, de Veracruz, y Roberto Borge, de Quintana Roo. Ambos están a la espera de ser extraditados a México para enfrentar los delitos por los que se les buscan. César Duarte, exmandatario de Chihuahua, también es prófugo de la justicia. Este viernes, un juez federal giró la orden de aprehensión del exgobernador del PRI por haber desviado 14 millones de pesos del sueldo de los trabajadores de su Administración para desviarlos a su partido.