Israel ataca a cara descubierta objetivos militares de Irán en Damasco
La incursión con misiles de la aviación israelí causa 11 muertos, entre ellos dos militares sirios
La ambigüedad en la guerra que Israel libra en Siria con Irán, su archienemigo regional, se ha tornado en contienda a cara descubierta. Una andanada de más de 30 misiles de crucero disparados por cuatro cazas desde el Mediterráneo golpeó a primera hora del lunes las bases militares de Teherán en torno a Damasco. Campos de entrenamiento, instalaciones de inteligencia y almacenes de armamento fueron el objetivo de la considerada mayor intervención armada israelí en la capital siria desde el inicio de la guerra en 2011. En la incursión aérea perdieron la vida 11 personas, entre ellas dos militares sirios, según datos del Observatorio Sirio para los Derechos Humanos recabados con información sobre el terreno.
Israel combate ahora a Irán en Siria sin guardar discreción y a plena luz. Incluso se permitió alertar de madrugada al Ejército de Damasco a través de las redes sociales de que sufriría las consecuencias si atacaba territorio hebreo o respondía con fuego directo contra sus fuerzas. La advertencia no fue en vano. Las baterías antiaéreas del régimen de Bachar el Asad que osaron responder a la incursión fueron destruidas.
Mandos castrenses israelíes insistieron en que se trataba de una operación de represalia por el lanzamiento, en la tarde del domingo, de un misil de medio alcance contra los Altos del Golán, territorio sirio ocupado por Israel desde 1967. Los analistas militares de la prensa hebrea destacan que el cohete tierra-tierra de fabricación iraní portaba una cabeza explosiva de media tonelada, y que podría haber causado una masacre en las concurridas pistas de esquí del monte Hermón de no haber sido interceptado por el escudo antimisiles Cúpula de Hierro. “Fue un ataque inaceptable perpetrado directamente por tropas iraníes”, aseguró el teniente coronel Jonathan Conricus, portavoz internacional de las Fuerzas Armadas, quien atribuyó el disparo a la fuerza de élite Al Quds, el cuerpo expedicionario de la Guardia Revolucionaria de Irán en el conflicto sirio.
Conricus admitió que pudo existir “conexión” entre el lanzamiento del misil iraní y las actividades previas del Ejército hebreo en territorio sirio.La agencia estatal siria de noticias SANA había informado al mediodía del domingo de un ataque contra un área del aeropuerto internacional de Damasco bajo control de las fuerzas iraníes poco antes de que intentara aterrizar un avión procedente de Teherán. Entre los objetivos destruidos durante la incursión israelí se encontraba el centro de mando de la fuerza Al Quds desde el que se dirigió el lanzamiento del misil contra los Altos del Golán.
Conflicto sirio apaciguado
El enfrentamiento entre los más irreconciliables enemigos en Oriente Próximo sube de tono mientras el conflicto sirio se apacigua tras las victorias militares del régimen y sus aliados. Estados Unidos, que anunció a finales del año pasado la retirada de sus tropas desplegadas en el país árabe, guarda silencio sin dejar de respaldar al Estado judío, su más firme aliado regional. Rusia —que junto con Irán y las milicias chiíes ha apuntalado a El Asad en el poder— se ha limitado a contabilizar con asepsia bajas y daños sin responsabilizar a Israel.A pesar de las explosiones que sacudieron de madrugada los alrededores de Damasco, la cada vez menos discreta guerra entre Irán e Israel mantiene todavía las características de una batalla retórica entre rivales, que ante todo temen verse forzados a un choque armado impredecible.
El Comandante de la Fuerza Aérea iraní, el general Aziz Nasirzadeh inició la refriega verbal: “Estamos preparados para la contienda decisiva que hará desaparecer a Israel de la Tierra. Nuestros pilotos están dispuestos para el día en que Israel será destruido”. Desde el recién inaugurado aeropuerto de Eilat, en el extremo sur de Israel, el primer ministro Benjamín Netanyahu le replicó con dureza: “Operamos contra Irán y las fuerzas sirias que permiten las agresiones. Quien amenace con eliminarnos tendrá que asumir toda la responsabilidad”.
Israel ya no teme reconocer en público sus intervenciones militares en Siria. En los últimos años ha desencadenado centenares de ataques aéreos contra convoyes de transporte de armas y arsenales de misiles de Hezbolá, la guerrilla proiraní con la que libró una guerra abierta en 2006 en el sur de Líbano. Pero apenas había confirmado hasta ahora su implicación en las operaciones. Desde el inicio de 2019 la ambigüedad ya es cosa del pasado.
Netanyahu reconoció hace dos semanas en público un bombardeo de la aviación israelí cerca del aeropuerto de Damasco. El cambio de estrategia también fue seguido por el jefe del Estado Mayor saliente, el general Gadi Eisenkot. “Alcanzamos miles de objetivos [en Siria] a partir de 2017 sin asumir la responsabilidad”, declaró en una entrevista con el diario The New York Times.
Para el exgeneral de los servicios de inteligencia Yaakov Amidror, el cambio de estrategia obedece a la decisión de Israel de priorizar la escalada verbal frente a la militar. “Se está enviando un poderoso mensaje a Irán”, sostiene este antiguo asesor de seguridad nacional, “y estamos listos para asumir riesgo de una escalada bélica si no se detienen”.
Cuando el jefe del Gobierno de Israel necesita consejo sobre las consecuencias diplomáticas o las repercusiones militares de una incursión en Siria solo tiene que reunirse consigo mismo. Netanyahu acumula los cargos de ministro de Exteriores y de titular de Defensa en un Gabinete de coalición moribundo ante las legislativas del 9 de abril. Uno y trino, el primer ministro conservador mantiene aparentemente las manos libres para dirigir la estrategia contra el afianzamiento militar de Irán en el vecino país árabe de acuerdo con sus intereses electorales. El nuevo jefe del Estado Mayor, el general Aviv Kochavi, apenas lleva una semana en el cargo.
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