EE UU retira mil millones de dólares de ayuda a Afganistán para forzar un diálogo político

Pompeo anuncia la medida tras no lograr desbloquear la crisis entre el presidente afgano y su rival

Un policía afgano regula el paso en un control de vehículos, el 22 de marzo en Kabul.WAKIL KOHSAR (AFP)

Estados Unidos ha decidido retirar mil millones de dólares de ayuda a Afganistán después de que el secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, no lograra convencer al presidente afgano, Ashraf Ghani, y a su rival político, Abdullah Abdullah, para que formen un Gobierno de unidad nacional. Pompeo viajó el pasado lunes a Kabul para desbloquear el enfrent...

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Estados Unidos ha decidido retirar mil millones de dólares de ayuda a Afganistán después de que el secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, no lograra convencer al presidente afgano, Ashraf Ghani, y a su rival político, Abdullah Abdullah, para que formen un Gobierno de unidad nacional. Pompeo viajó el pasado lunes a Kabul para desbloquear el enfrentamiento entre ambos políticos que pone en peligro el acuerdo de EE UU con los talibanes.

“Dado que este fracaso de liderazgo plantea una amenaza directa a los intereses nacionales de Estados Unidos (…) anunciamos hoy un ajuste responsable a nuestros gastos en Afganistán y reducimos de forma inmediata la asistencia en 1.000 millones de dólares este año. Estamos preparados para reducir[la] otros 1.000 millones en 2021”, anunciaba Pompeo en un comunicado difundido mientras volaba de regreso a Estados Unidos esta madrugada.

El duro lenguaje del texto pone de relieve la gravedad del obstáculo con el que han chocado sus esfuerzos para poner fin a la guerra más larga librada por Estados Unidos. La Administración Trump lleva año y medio tratando de encontrar una fórmula para retirar a sus tropas de Afganistán, a donde llegaron en 2001 tras los atentados del 11-S. Pero la promesa de Trump que parecía más cerca tras la firma de un acuerdo con los talibanes en Qatar el pasado 29 de febrero, ha chocado con la crisis política afgana.

El diálogo entre los dirigentes afganos y los insurgentes que debía haberse iniciado el 10 de marzo se ha atascado en disputas sobre la composición de los equipos negociadores y la negativa del Gobierno de Ghani a liberar a 5.000 presos talibanes antes del inicio de las conversaciones. Esas dificultades se han agravado por la negativa de Abdullah a reconocer el triunfo electoral de Ghani en las presidenciales del pasado septiembre, a pesar de que el resultado fue ratificado en febrero tras varios recuentos.

Pompeo, que viajó a Kabul a pesar de la pandemia del coronavirus, fracasó en su intento de convencer a ambos políticos para que formaran un Gobierno incluyente, al modo que hicieron tras las elecciones de 2014 cuando también se enzarzaron en una disputa similar. Como sucediera entonces, los talibanes también están tratando de explotar esas diferencias a su favor y siguen atacando a las fuerzas de seguridad afganas tras la breve tregua que respetaron antes de la firma del acuerdo con EE UU.

Se desconocen los detalles sobre a qué partidas exactas afecta la reducción de la asistencia norteamericana, ya que Pompeo no ha dado detalles al respecto. Tampoco ha aclarado si ha dado algún plazo a Ghani y Abdullah para que resuelvan su disputa. “Francamente, esperamos que solucionen sus problemas y que no tengamos que llegar a hacerlo, pero estamos preparados para hacerlo si no lo logran”, declaró Pompeo a los periodistas en el viaje de regreso, según Reuters.

El presidente ha asegurado este martes que el recorte de la ayuda estadounidense no afectaría a áreas clave y que seguiría tratando de resolver el problema con Abdullah. “Me reuní con [él]… y quise ofrecerle un papel central en el proceso de paz y puestos den el Gobierno par sus aliados, pero él insistió en una reforma de la Constitución”, ha dicho en un discurso difundido por la radiotelevisión afgana, RTA. Según fuentes consultadas por la agencia Reuters, Abdullah quería crear la posición de “primer ministro” para reducir el poder de Ghani, algo a lo que este se opone.

A pesar de la crisis, el secretario de Estado insistió en que los soldados norteamericanos se retirarán de Afganistán para julio de 2021 “de acuerdo con el pacto entre EE UU y los talibanes”. Mientras tanto, dijo, Estados Unidos seguirá respaldando a las fuerzas de seguridad afganas a la vez que procede a la reducción de tropas por etapas en el marco de las condiciones fijadas.

Pompeo hizo una breve escala en una base militar en Qatar para reunirse con los negociadores talibanes, incluido su jefe, Abdulghani Baradar. Según Pompeo, los insurgentes han cumplido ampliamente su compromiso de reducir la violencia y están preparando su equipo para las conversaciones de paz interafganas.

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