Aumentan a 15 los muertos en las protestas contra la misión de la ONU en Congo

Al menos 12 civiles y tres cascos azules mueren en las manifestaciones para exigir la retirada de esa fuerza de mantenimiento de la paz. Las tropas de Naciones Unidas mataron a dos manifestantes, según un reportero de Reuters

Disturbios a las puertas del cuartel general de la MONUSCO en Goma el martes 26 de julio. Foto: Michel Lunanga / AFP | Vídeo: REUTERS
Agencias
Kinshasa -

Al menos 12 civiles y tres cascos azules de la ONU han muerto ya en las protestas que estallaron el lunes en varias ciudades del este de la República Democrática del Congo (RDC) para exigir la retirada de la misión de paz de Naciones Unidas (Monusco) en Congo, informó el martes por la noche el portavoz del Gobierno y ministro de Comunicación congoleño, Patrick Muyaya. Previamente, el Ejecutivo de la RDC había anunciado que cinco personas habían muerto y otras 50 habían resultado heridas...

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Al menos 12 civiles y tres cascos azules de la ONU han muerto ya en las protestas que estallaron el lunes en varias ciudades del este de la República Democrática del Congo (RDC) para exigir la retirada de la misión de paz de Naciones Unidas (Monusco) en Congo, informó el martes por la noche el portavoz del Gobierno y ministro de Comunicación congoleño, Patrick Muyaya. Previamente, el Ejecutivo de la RDC había anunciado que cinco personas habían muerto y otras 50 habían resultado heridas en una manifestación contra la misión de la ONU en Goma, capital de Kivu del Norte. La protesta se extendió después a la ciudad de Butembo, a 300 kilómetros al norte, donde otros siete civiles fallecieron y al menos 61 resultaron heridos el martes, precisó el portavoz. Fue también en esa urbe donde un soldado y dos policías de la Monusco murieron tiroteados, confirmó el miércoles en Nueva York en su rueda de prensa diaria Farhan Haq, portavoz adjunto del secretario general de la ONU, António Guterres.

Tanto en Goma como en Butembo, las tropas de mantenimiento de la paz de la ONU han sido acusadas por los manifestantes de utilizar una fuerza excesiva para repeler la protesta cuando algunos civiles empezaron a arrojar piedras y cócteles molotov contra las sedes de la Monusco, de las que al menos tres fueron saqueadas y quemadas, confirmó en un tuit el Barómetro de la Seguridad de Kivu del Grupo de Estudios sobre Congo de la Universidad de Nueva York y Human Rights Watch (HRW). De los cinco muertos registrados en Goma, al menos dos fallecieron cuando los cascos azules de la ONU abrieron fuego contra los manifestantes, según el relato de un periodista de la agencia Reuters.

Un manifestante herido en los enfrentamientos, este miércoles en Sake. Moses Sawasawa (AP)

De acuerdo con los datos de ese barómetro, la cifra real de muertos es incluso superior a los 15 anunciados por las autoridades. La institución asegura que los fallecidos son al menos 17: seis civiles en Goma y ocho en Butembo, a los que hay que sumar los tres miembros del personal de la ONU. Los heridos, solo en la capital de Kivu del Norte, ascienden a 127, siempre según esa fuente.

El portavoz del secretario general de Naciones Unidas, Farhan Haq, señaló, en alusión a las acusaciones de un uso excesivo de la fuerza, que “obviamente, si hay alguna responsabilidad por parte de las fuerzas de la ONU en alguna de las muertes o de las personas heridas, haremos un seguimiento de ello”. Haq aseguró luego que se había aconsejado a los cascos azules que utilizaran gas lacrimógeno para dispersar a los manifestantes y que solo hicieran “disparos de advertencia si era necesario”, recalca el texto. El portavoz ha anunciado también que el secretario general adjunto de operaciones de paz de la ONU, Jean-Pierre Lacroix, tiene previsto viajar a Congo “en cuanto sea posible”.

“Crímenes de guerra”

Naciones Unidas ha divulgado a su vez un comunicado en el que se recoge la condena del secretario general de la ONU, António Guterres. El máximo responsable de Naciones Unidas advierte en él de que “cualquier ataque dirigido contra las fuerzas de paz de las Naciones Unidas puede constituir un crimen de guerra” y pide a las autoridades congoleñas “que investiguen estos incidentes y lleven rápidamente a los responsables ante la justicia”. Dos de los cascos azules fallecidos eran indios, según el ministro de Asuntos Exteriores de ese país, Subrahmanyam Jaishankar, citado por Reuters. El tercero era marroquí, de acuerdo con el jefe de policía de Butembo, Paul Ngoma.

El lunes, la manifestación inicialmente pacífica contra la misión de la ONU degeneró cuando una turba penetró en el cuartel general de Naciones Unidas en Goma rompiendo ventanas y escalando las paredes, antes de saquear las instalaciones y de prender fuego al menos a una garita de vigilancia. Numerosos vídeos en redes sociales muestran a personas llevándose todo tipo de objetos, desde somieres y colchones a puertas y frigoríficos. Algunos manifestantes asaltaron las casas de los trabajadores de la ONU que fueron evacuados con escolta militar. Los saqueos se repitieron al día siguiente, esta vez en el campamento de tránsito para excombatientes de grupos armados en proceso de reinserción —incluidos ex niños soldado— que gestiona la ONU.“No queremos ya a la Monusco”, “Bye bye (adiós) Monusco”, se leía en carteles de los manifestantes.

La protesta había sido convocada por organizaciones de la sociedad civil y por una facción de las juventudes del partido gobernante del presidente Félix Tshisekedi, la Unión para la Democracia y el Progreso Social (UDPS). El 15 de julio, el presidente del Senado, Modeste Bahati, había pedido en Goma a los cascos azules que “hicieran las maletas” por su incapacidad de restablecer la paz en un país que prácticamente no la ha conocido nunca.

Aunque las dos sucesivas guerras que vivió Congo desde 1988 acabaron oficialmente en 2003, al menos 122 grupos armados siguen activos en el este del país, según el Barómetro de Seguridad de Kivu. Esta situación se ha visto agravada por el resurgimiento en noviembre de 2021 de una poderosa milicia, el M23, en la que muchos congoleños ven la mano de la vecina Ruanda, una acusación que el Gobierno ruandés niega. Los ataques de este y otros grupos armados han obligado en los últimos meses a decenas de miles de congoleños a abandonar sus hogares.

Un manifestante sujetaba este lunes un cartel en el que se lee "Monusco, lárgate" ante la entrada del complejo de la Monusco, la misión de cascos azules de la ONU, en Goma. Moses Sawasawa (AP)

A la Monusco, presente en RDC desde 1999, (hasta 2009 su nombre era Monuc) se la considera una de las misiones más importantes y costosas de la ONU, con unos 12.000 soldados y 1.600 policías desplegados en 2021 y un presupuesto anual de mil millones de dólares. Sus defensores arguyen que, sin ella, la violencia en Congo habría sido mucho peor en sus más de dos décadas de presencia en el país, así como que, pese a su tamaño, sus fuerzas son insuficientes para garantizar la seguridad en un país cuya extensión casi quintuplica la de España. Sus detractores argumentan, no solo las recurrentes denuncias de abusos, especialmente sexuales, contra la población, sino su pasividad ante masacres como la de Kisangani (noreste) en 2002, en la que murieron unas 1.200 personas, según Amnistía Internacional, pese a su presencia en la ciudad, o la de Kiwanja (este) en 2008, cuando 150 personas fueron masacradas y muchas mujeres violadas a 800 metros de la sede local de la misión de Naciones Unidas.

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